Mosqueteros de Yehovah

2 Samuel Capítulo 24

Versos del 1 al 2

1 de Crónicas 21, 1 dice “Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David”.

La mejor explicación, es que Satanás incitó al rey David y que él es el “Él” de 2 de Samuel 24, 1.

Sin embargo, YEHOVAH DIOS lo permitió explícitamente, como disciplina contra la concupiscencia de David.

Esto era peligroso, debido un principio declarado en Éxodo 30, 12 “Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a YEHOVAH DIOS el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado”.

El principio de Éxodo 30, 12 habla de la propiedad de YEHOVAH DIOS sobre su pueblo. En el pensamiento de la cultura del Reino, un hombre solo tiene derecho a contar o a hacer un censo sobre lo que le pertenece.

Israel no le pertenecía a David.

Solo YEHOVAH DIOS tenía derecho a ordenar un censo y si David lo hacía, solo debía hacerlo por orden de YEHOVAH DIOS y recibiendo el rescate por la “expiación” de lo censado.

Versos del 3 al 4

Joab se opone al censo, no tenía miedo hablar con David, cuando pensaba que éste estaba equivocado.

Con el mejor interés para David y para el pueblo en mente, discretamente le pidió a David reconsiderar su necio deseo de hacer un censo a la nación.

Joab, también dio a entender el motivo detrás del censo, orgullo en David.

Esto que David deseaba, era el incremento de la nación para medir el tamaño del ejército y saber si tenía fuerza suficiente para conquistar a una nación vecina.

Lo hizo por curiosidad y por autoconfianza.

No solamente fue Joab, quien trato de decirle a David que no hiciera esto, los capitanes del ejército, también le advirtieron a David de no contar a los soldados en Israel. Pero David lo hizo de todas formas.

Versos del 5 al 9

Tomó casi diez meses completar el censo. David debió haber cancelado este necio censo durante esos diez meses, pero no lo hizo.

Los resultados mostraron que había 1.300.000 hombres de guerra entre las doce tribus de Israel, reflejando un total estimado de población de alrededor de 6 millones en Israel.

En el lugar paralelo, 1 de Crónicas 21, 5 las sumas son bastante diferentes “En Israel un millón cien mil, en Judá cuatrocientos setenta mil”.

Ninguna de estas sumas es demasiado grande, pero ambas no pueden ser correctas y es difícil decir cuál es la verdadera cantidad.

Verso 10

El hombre conforme al corazón de YEHOVAH DIOS, no era perfecto, pero tenía un corazón sensible al pecado, cuando éste era cometido.

David, mantenía una cuenta pequeña con YEHOVAH DIOS, ahora veía el orgullo y la vanagloria que brotaron de él al hacer tal necedad.

Versos del 11 al 13

YEHOVAH DIOS usó el pecado de David, para revelar el corazón y la sabiduría de éste.

Su elección de las siguientes opciones, era para probar a David.

“Tres años de hambre”, significaría la muerte para algunos en Israel, pero los ricos y los ingeniosos sobrevivirían. Israel tendría que depender de las naciones vecinas, para obtener alimento.

“Que huyas tres meses delante de tus enemigos”, es la muerte de algunos en Israel, pero en su mayoría solamente soldados. Israel tendría que luchar, con enemigos de entre las naciones vecinas.

“Que tres días haya peste en tu tierra”, significaría la muerte para algunos en Israel, pero cualquiera podía ser atacado por esta plaga, ricos o pobres, influyentes o anónimos, realeza o gente común y corriente.

YEHOVAH DIOS quería, que David usara al profeta como mediador y que le respondiera al profeta, en vez de directamente a YEHOVAH DIOS.

Verso 14

“David escogió los tres días de plaga”, en las otras dos opciones el rey y su familia podían ser protegidos del peligro, pero David sabía, que debía exponerse a la disciplina de YEHOVAH DIOS.

Si hubiera escogido la guerra, su seguridad personal no estaba en peligro, porque ya había un decreto que impedía que él fuera a la batalla.

Si hubiera escogido los tres años de hambre, su propia riqueza le hubiera asegurado su propio mantenimiento y el de su familia.

Pero el mostró la grandeza de su mente al escoger la peste, a los estragos de la cual él y su familia, fueron expuestos de la misma manera, en que lo fue el más humilde de sus súbditos.

Esto significaba que David escogió los tres días de plaga, en las otras dos opciones, Israel estaría a la merced de las naciones vecinas “como con la hambruna” o atacado por sus enemigos.

David sabía, que YEHOVAH DIOS era mucho más misericordioso y lleno de gracia que el hombre.

Versos del 15 al 17

Esta fue una gran calamidad sobre Israel, una plaga devastadora afectando a tantos en un periodo de tiempo tan corto.

Esto justificaba la sabiduría de David, al ponerse en manos de YEHOVAH DIOS. Él no podía confiar, en que el hombre se arrepintiera del mal.

Como un verdadero pastor, David pidió que el castigo cayera sobre él y su propia casa. Teniendo otro propósito que cumplir, YEHOVAH DIOS no aceptó la oferta de David.

Versos del 18 al 21

Aquí es donde David se encontró con el ángel de YEHOVAH DIOS y donde YEHOVAH DIOS se arrepintió de la plaga, antes de que esta llegara a Jerusalén.

Ahora quería, que David se encontrara con ÉL en adoración.

Las eras, se encontraban generalmente en lugares altos, para poder alcanzar cada brisa, algún área al norte de la ciudad de David, es indicada.

La era de Arauna, tenía tanto una rica historia como un rico futuro. 2 de Crónicas 3, 1 nos cuenta que la era de Arauna, estaba en el Monte Moriah.

Es la misma colina sobre la cual Abraham ofreció a Isaac (Génesis 22, 2) y la misma serie de colinas donde Yeshúa Ha Mashiaj murió en la cruz (Génesis 22, 14).

David, quería transformar este lugar, donde la paja era separada del trigo, en un lugar de sacrificio de adoración, porque esta tierra comprada por David, se convirtió en el sitio del templo de Salomón (1 de Crónicas 21, 28; 22, 5).

Versos del 22 al 24

Arauna, tenía un buen y generoso corazón, quería darle a David todo lo que él quisiera.

Si la noble oferta de Arauna hubiera sido aceptada, hubiera sido el sacrificio de Arauna, no de David, tampoco hubiera cumplido con el fin de alejar el desagrado del Altísimo.

David sabía, que no sería un regalo ni un sacrificio para YEHOVAH DIOS sino le costaba nada, no buscó la manera más barata de agradar a YEHOVAH DIOS.

Aquel que tiene una religión que no le cuesta nada, tiene una religión que no vale nada, tampoco ningún hombre estimará las ordenanzas de YEHOVAH DIOS, si esas ordenanzas no les cuestan nada.

Donde hay verdadero fuerte Amor a Yeshúa Ha Mashiaj, nos costará algo.

El amor es la más costosa de todas las empresas. Pero ¿debería importarnos si por ella ganamos a Cristo?.

No puedes renunciar por Él, sin recuperar todo a lo que has renunciado, pero purificado y transfigurado.

Verso 25

David, entendió que la muerte de los 70.000 no expiaron su pecado, ni el de Israel. La expiación solo podía llegar a través de la sangre de un substituto aprobado.

Los holocaustos, son para expiar el pecado, las ofrendas de paz están diseñadas para disfrutar de la comunión con YEHOVAH DIOS.

Nos muestra desde el principio hasta el final, que la vida de David estuvo marcada por la Comunión con YEHOVAH DIOS.

Finalmente, vemos al hombre conforme al corazón de YEHOVAH DIOS, convirtiendo la ocasión de su pecado y su castigo, en una ocasión para adorar.

1 de Crónicas 21, 26 nos dice, que YEHOVAH DIOS mostró su aceptación del sacrificio de David, consumiéndolo con fuego del cielo.

YEHOVAH DIOS, honró el deseo de David de ser recto y tener comunión con Él, respondiéndole con Bendición Divina del cielo.

Así es siempre, cuando los hijos de YEHOVAH DIOS se acercan a Su Creador y Padre por Purificación y Comunión.

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1 comentario en «2 Samuel Capítulo 24»

  1. GLORIA A YEHOVAH!!! Es impresionante ver como David, porque conocía a YEHOVAH por tener comunión con él, elige el castigo de la plaga, porque sabe que YEHOVAH es misericordioso; él sabía como opera y decidió confiando en él aun en las consecuencias de su pecado, porque es mejor por mucho confiar en Dios que en el aparente arrepentimiento de los hombres.

    Jeremías 17:5-10. 5 Así dice el Señor: «¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor! Será como una zarza en el desierto:no se dará cuenta cuando llegue el bien. Morará en la sequedad del desierto, en tierras de sal, donde nadie habita. »Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él.Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto».

    9 Nada hay tan engañoso como el corazón.
    No tiene remedio.
    ¿Quién puede comprenderlo?

    10 «Yo, el Señor, sondeo el corazón
    y examino los pensamientos,
    para darle a cada uno según sus acciones
    y según el fruto de sus obras».

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