Versos del 1 al 8
Contra las naciones. Oráculo de condenación contra varias naciones de las cuales Israel tiene ingratos recuerdos del pasado.
El profeta anuncia por parte de YEHOVAH la irrupción de una época nueva para su pueblo, pero no puede dejar de anunciar la desgracia para las naciones que oprimieron a Israel en tiempos pasados.
Se resalta así el señorío universal de YEHOVAH sobre todos los pueblos y se abre una ventana a la posible incorporación de los paganos al Israel restaurado (vs 7).
YEHOVAH mismo se encargará de vigilar y proteger a su pueblo (vs 8).
Versos del 9 al 17
Paz y guerra. La mención de los griegos en el verso 13 refleja el período de dominación griega que sobrevino con las conquistas de Alejandro Magno y su victoria sobre el poder persa.
Finales del IV a.C., época en que la ideología mesiánica presenta ya dos vertientes, una de tipo triunfalista, nacionalista, y militar, y otra de carácter más bien sobrio, centrada en la espera de un Mesías humilde, sin pretensiones triunfalistas.
Esta última es la que se ve reflejada en verso 9.
El Nuevo Testamento va a ver en Yeshúa Ha Mashiaj humilde descrito aquí por Zacarías, al hombre de dolores (Isaías 53, 3) que cargó con nuestras culpas (Isaías 53, 6).
Su poder no está determinado por su ejército ni por sus guerreros, está determinado por su constitutivo esencial la obediencia que trae la paz, único bien que hace florecer la vida en la tierra.
La mención de los jóvenes y las doncellas (vs 16-17), sirve para ilustrar la nueva generación marcada por la paz y la prosperidad, características de la era mesiánica.