Mosqueteros de Yehovah

Salmos Capítulo 90

Este Salmo tiene por título, “Oración de Moisés, varón de YEHOVAH DIOS”.

Algunos comentaristas piensan que este no era el mismo Moisés famoso y familiar, pero la evidencia es mucho más fuerte para creer que este era en verdad el gran líder de Israel.

Este es el único canto de Moisés en los Salmos, pero hay otros dos en el Pentateuco (Éxodo 15 y Deuteronomio 32-33).

Si lo conectamos con algún momento en particular en la vida de Moisés, la mejor sugerencia es Números 20.

El escenario histórico es probablemente entendido de una mejor manera por los incidentes registrados en Números 20: (1) la muerte de Miriam, la hermana de Moisés, (2) el pecado de Moisés al golpear la peña en el desierto, el cual le impidió entrar hacia la Tierra Prometida y (3) la muerte de Aarón, el hermano de Moisés.

Moisés fue peculiarmente un varón de DIOS y el hombre de YEHOVAH DIOS, escogido por DIOS, inspirado por DIOS, honrado por DIOS y fiel a DIOS en toda su casa, él bien merecía el nombre el cual se le da aquí.

Verso 1

YEHOVAH DIOS el refugio y protección de Su pueblo, el título indica que esta es una oración de Moisés, casi certeramente escrita durante los años en el desierto, de camino a Canaán.

En todos esos años Israel vivió en constante necesidad de refugio, abrigo, y protección, más que sus tiendas y ejércitos, Israel tenía a DIOS como su refugio, su morada y protección.

Moisés entendió que la ayuda de YEHOVAH para con Su pueblo no comenzó con el éxodo de Egipto, desde los comienzos de su peregrinaje bajo el patriarcado de Abraham hasta los días de Moisés, YEHOVAH DIOS ha sido su refugio, su habitación y protección.

No es cosa buena decir de cualquiera sin hogar, espiritualmente hablando ese no necesita jamás ser el estado del creyente.

Nosotros tenemos nuestro hogar en ÉL y el hogar debe ser un lugar donde descansamos, donde podemos ser nosotros mismos, donde el amor y la felicidad dominan, todo esto debe de marcar nuestra relación con YEHOVAH DIOS.

Verso 2

El origen eterno de YEHOVAH DIOS. En el desierto, en el viaje lento hacia Canaán, Moisés vio los montes en el horizonte y reflexionó en la verdad que YEHOVAH DIOS era antes de aquellos montes.

Fue YEHOVAH DIOS quien formó la tierra y el mundo, antes de que cualquier cosa existiera YEHOVAH DIOS era.

Desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura (desde el siglo y hasta el siglo) ÉL existe, independiente de toda Su creación.

Verso 3

El juicio del DIOS eterno, Moisés ha visto ciertamente el juicio de YEHOVAH DIOS volver al hombre hasta ser quebrantado, lo vio con el impío Egipto y con la desobediencia de Israel.

El DIOS eterno quien creó todas las cosas ha sido y es un DIOS que debe de ser temido de una manera apropiada y debe de ser respetado por el hombre. ÉL toma interés en los asuntos de los hombres y ejercita Su santo juicio.

Este no era un llamado al arrepentimiento, era un mandato para que el hombre se volviera hacia el polvo del cual fue tomado, un eco de Génesis 3, 19b “porque eres polvo, y al polvo volverás”.

Versos del 4 al 6

La percepción del tiempo por parte de YEHOVAH DIOS y nuestra percepción del tiempo.

Al haber introducido la idea que YEHOVAH DIOS es un ser eterno, viviendo fuera del tiempo, sin un comienzo o un final, Moisés de manera poética repite, “mil años para ti son como un día, un ayer, un momento de la noche”.

Desde la perspectiva eterna de YEHOVAH DIOS, los días y los años y cada milenio pasa rápidamente, para Moisés e Israel en el desierto el tiempo parecía pasar lentamente, pero Moisés sabía que esta no era la perspectiva de DIOS, desde la perspectiva de DIOS, mil años son como sueño.

Moisés utilizó muchas ilustraciones poéticas para describir a DIOS y el tiempo, a la vista de DIOS mil años son como el día que pasó, como una vigilia de la noche, como un torrente de agua, como una noche de sueño.

Él añade esta ilustración, “que mil años son como la hierba que crece en la mañana y que a la tarde es cortada y se seca”. La perspectiva de YEHOVAH DIOS sobre el tiempo que pasa es muy diferente a la nuestra.

Versos del 7 al 8

El juicio de YEHOVAH DIOS sobre sus pecados abiertos y secretos.

En la primera sección de este Salmo Moisés conectó las ideas de la naturaleza eterna de DIOS y Sus juicios sobre el hombre, en esta sección ambas ideas son repetidas.

El DIOS que está sobre el tiempo y ve mil años como si fueran ayer, ciertamente tiene el derecho y la autoridad de juzgar a la humanidad, especialmente a Su propio pueblo.

En el desierto, Moisés y el pueblo de Israel se sintieron consumidos por el furor de YEHOVAH DIOS y estaban turbados por Su ira, debió ser notable para Moisés el ver a toda una generación derretirse en el desierto, muriendo bajo el juicio del Justo Juez.

El juicio de DIOS llegó en contra de Su pueblo debido a sus maldades, cuando el DIOS eterno y santo los vio y los consideró, la respuesta fue Su ira y furor. Moisés entendió que la ira de DIOS en contra de SU pueblo no fue sin razón o sin causa.

No era únicamente sus maldades obvias, sino también son yerros secretos los cuales DIOS miraba, tales yerros no eran secretos delante de DIOS y Su juicio.

Versos del 9 al 10

La fragilidad del hombre entendida en contra de la eternidad de DIOS, con poder y poesía Moisés comparó la naturaleza eterna del DIOS santo con la naturaleza frágil, temporal, del hombre pecador.

“YEHOVAH DIOS permanece para siempre, pero muchos días declinan a causa de tu ira y acabamos nuestros años como un pensamiento”.

Moisés vivió hasta los 120 años de acuerdo con Deuteronomio 31, 2 y 34, 7. Él no dijo esto ya sea como una promesa o un límite, sino como una estimación poética de lo largo de la vida.

El énfasis está en lo pasajera que es la vida, aun cuando alguno dure más de la norma de los setenta años, el final de todo esto es molestia y trabajo.

Moisés describió lo corto y a menudo fútil del sentido de esta vida, el profundo clamor parece anticipar temas importantes en Eclesiastés.

Conectó la idea de una vida relativamente corta y frustrante al echo del justo juicio de DIOS, él especialmente vio y vivió esto en el desierto.

Verso 12

Orando por sabiduría, cuando Moisés consideró la frágil naturaleza de la humanidad y el justo juicio de DIOS, esto le hizo preguntarle a YEHOVAH por la sabiduría para entender lo corto de la vida.

“Enséñanos” significa que esta “sabiduría debe de ser aprendida”, no es automática, la mayoría de las personas viven con poca consciencia de que la vida es corta y que sus días debieran de ser contados.

Los jóvenes especialmente a menudo piensan que sus días no tienen fin y se esfuerzan poco en pensar en lo que está más allá de esta vida.

El aprender a contar nuestros días nos dará al corazón sabiduría, no solamente para la mente, sino para el corazón también.

Versos del 13 al 17

Orando por misericordia y bendición, este Salmo de Moisés considera cuidadosamente el juicio de DIOS.

La respuesta de oración de dicha consideración es un ruego hacia YEHOVAH DIOS, por SU presencia, por Su compasión y por Su misericordia, “el hesed de YEHOVAH”, Su pacto real de amor.

En el verso 3 YEHOVAH DIOS le habló a la humanidad en juicio, diciéndoles que se “devuélvanse al polvo”. Ahora, en oración, Moisés le pide al Altísimo que “vuelva”, es como si Moisés le dijera al pueblo de DIOS, “si continúan en pecado se convertirán al polvo, su única esperanza es que DIOS se vuelva a ustedes.”

Moisés le pidió a YEHOVAH DIOS que no retardara en traer Su presencia, compasión y misericordia hacia Su pueblo, era una pregunta audaz, casi acusando a YEHOVAH DIOS de tardarse en Su ayuda.

Entendió que la verdadera satisfacción no estaba arraigada en el dinero, la fama, el romance, el placer o el éxito, esta es satisfecha con la misericordia de DIOS, Su bondad fiel y de pacto hacia Su pueblo.

Muchos fueron los días de su aflicción, Moisés pidió que los días de su alegría también fueran muchos, esperaba que los días de alegría fueran tan largos que la Gloria de YEHOVAH DIOS sería evidente aun sobre sus hijos.

Anteriormente en el Salmo, Moisés habló del pueblo de YEHOVAH DIOS como en ser consumidos y turbados, oró para que la gracia del Todopoderoso intercambiara esa miseria por Su propia luz.

La luz de YEHOVAH nuestro DIOS es gran belleza, es imposible pensar de un nivel mayor de belleza o bondad.

El aspecto final de la bendición por la cual Moisés oró fue por la permanencia de la obra del pueblo de YEHOVAH DIOS. Sin esta bendición, nuestra obra y su efectividad pasan rápidamente y son de poco impacto.

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