Mosqueteros de Yehovah

Salmos Capítulo 69

Este Salmo tiene por título, “Al músico principal, sobre Lirios. Salmo de David”.

Como el Salmo 45, este Salmo es sobre Lirios. La frase pueda referirse a la hermosura en general de la composición a la tonada o sobre un instrumento de seis cuerdas conocido como el Sosannim, según la traducción literal del Hebreo.

Quizás no haya ningún salmo en todo el salterio en el sentido de tristeza profunda o más intenso que este.

El alma del cantor se derrama a sí misma en un abandono sin constricción hacia el abrumador y terrible dolor el cual lo consume.

Versos del 2 al 4

Ahogándose en una inundación de problemas, hubo muchas ocasiones en la vida de David donde esta oración fue necesitada porque estaba a punto de ahogarse “las aguas me llegan hasta el cuello” o alma.

Siglos después, el Hijo de David ayudó a un discípulo que se ahogaba y clamaba, “Sálvame” (Mateo 14, 30).

En otros Salmos David se regocijó de haber sido puesto sobre la roca (Salmo 40, 3), aquí está en la posición opuesta, hundiéndose en el lodo y en el cieno profundo, donde no puedo hacer pie.

David había desgastado toda la energía en su clamor mientras esperaba para que YEHOVAH DIOS le rescatara.

Verso 5

El problema descrito por David, ya que vivió bajo mucho estrés al saber que habían muchas personas simplemente que le odiaban y sin causa.

Es difícil para nosotros el creer que un hombre tan piadoso y maravilloso como David sería odiado tanto, esta es la naturaleza humana y fue aún más evidente en el odio sin causa dirigido a Yeshúa Ha Mashiaj, el Gran Hijo de David.

Yeshúa específicamente se refirió a este Salmo en el verso 5, cuando habló con Sus discípulos en la noche anterior a Su crucifixión.

“Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron” Juan 15, 25.

Entre aquellos que odiaban a David estaban los que fueron más allá con sus sentimientos de odio hacia los esfuerzos activos para destruirle, fijaban la destrucción de David, eran poderosos.

La injusticia fundamental de la miseria de David incrementó su sentido de desesperación.

Versos del 6 al 13

Viviendo con la desaprobación constante del hombre.

En muchos de los Salmos David proclamó su inocencia comparada a sus adversarios, en este salmo, confesó sus pecados y fallas, apelando a la misericordia de YEHOVAH DIOS.

La preocupación de David no era solamente el efecto de lo suyo sobre sí mismo, sino especialmente del efecto que tenía sobre el pueblo de YEHOVAH DIOS.

El pensar en la vergüenza hacia aquellos que buscan a DIOS era doloroso para David.

Entre los otros problemas causados por el pecado de David, también debió lidiar con las relaciones dañadas con sus hermanos.

También fue rechazado y se habló mal de él debido a su celo por YEHOVAH DIOS y Su casa.

David estaba feliz de identificarse a sí mismo con YEHOVAH DIOS, contándolo como un honor el llevar la desaprobación de aquellos que desaprobaban a YEHOVAH DIOS.

El Apóstol Pablo referenció el verso 10 de este salmo al hablar de la naturaleza sacrificial de Yeshúa en Romanos 15, 3, porque ni aún Cristo se agradó a sí mismo, antes bien, como está escrito: “los insultos de los que te insultan caen sobre mí”.

“Mas que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo” (verso 5), cuando se arrepintió, entonces las personas desaprobaron eso.

David se convirtió en el blanco de los escarnios y desaprobación de casi todos, desde los líderes de la ciudad hasta los borrachos de la ciudad.

Versos del 14 al 16

La apelación hacia DIOS, con la constante desaprobación de los hombres, David de manera natural y con sabiduría se volvió a YEHOVAH DIOS.

Buscaría al Altísimo y haría su oración a aquel que escucharía por la abundancia de su misericordia.

Con una repetición poética, David regresó a la ilustración de que él se ahogaba, pidiéndole a YEHOVAH DIOS que le rescatara de aquellos que le aborrecen.

Versos del 17 al 19

Pidiendo por una liberación rápida, apelando a DIOS debido a su amor leal, misericordia, “hesed”, David de nuevo pide por la multitud de las piedades de DIOS.

Al presentarse a sí mismo ante DIOS como Su siervo en angustia, David esperó apelar a la compasión de YEHOVAH DIOS.

Versos del 20 al 22

El ruego por compasión a YEHOVAH DIOS continuaba, especialmente debido a que David llevó mucho de esto en su lealtad hacia DIOS (verso 10b).

David le pidió a YEHOVAH DIOS ayuda debido a que no hubo nadie que le ayudase.

En lugar de ayuda David halló crueldad de parte de sus enemigos, ellos le dieron cosas amargas para comer “hiel por comida” y le dieron a beber vinagre.

Versos del 23 al 29

Pidiendo la derrota de sus enemigos, David se dolió bajo el escarnio de aquellos que se sentaban cómodamente mientras él estaba en miseria, oró para que su tranquilidad se convirtiera en una trampa.

Los enemigos de David tenían una visión distorsionada cuando le miraban, oró para que dicha distorsión se volviera en una ceguera permanente.

David le pidió a YEHOVAH DIOS que cumpliera una serie de maldiciones sobre sus enemigos, terminando con el deseo para que ellos fueran traídos del libro de los vivientes y no sean escritos entre los justos.

Esta línea es referenciada dos veces en el Nuevo Testamento. Jesús la citó con tristeza sobre Jerusalén (Mateo 23, 38) y Pedro la citó como una descripción de la desolación de Judas (Hechos 1, 20).

Versos del 30 al 34

Levantando al pobre y humilde, David no solamente oró por la caída de sus enemigos, también le pidió a YEHOVAH DIOS que lo rescatara de ahogarse en el cieno de los hombres odiosos y que lo estableciera en alto.

Moviéndose hacia una confianza mayor, el Salmista hizo voto de alabar y exaltar a DIOS por Su rescate. La alabanza sincera honró a DIOS aún más que un sacrificio de animal.

La prueba del Salmista no sería desperdiciada, se convertiría en una lección hacia los otros que buscan a YEHOVAH DIOS y les mostraría como vivirá su corazón.

Versos del 35 al 37

La conclusión triunfante, tan bajo como comenzó el Salmo, vuela hacia la mayor alabanza al final.

Los cielos y la tierra no son lo suficientemente grandes para dar alabanza a DIOS como Él lo merece.

Los mares y todo lo que se mueve en ellos pronto le traerán alabanza.

La visión es elevada por encima de los problemas de un solo hombre, ahora David oraba por la bendición de una Jerusalén y Judá, para que habiten en ella y la posean.

Despreciado por sus enemigos, David sabía que él y otros que aman Su Nombre heredarían la tierra y habitarían en ella.

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