Mosqueteros de Yehovah

Números Capítulo 12

Verso 1

Esta mujer casada con Moisés no parece ser la hija del sacerdote de Madián. Si este fuera el caso, habría sido llamada madianita.

La última vez que según la escritura se mencionó a Séfora, primera mujer de Moisés a quien había conocido durante su exilio en el desierto, antes de la salida del pueblo de Egipto, fue cuando su padre la trajo a Moisés al monte Sinaí (Éxodo 18, 2).

No se sabe si regresó con su padre a su hogar o si había muerto. La Biblia no nos dice nada de quién es esta esposa etíope.

Al parecer, ésta es otra mujer que Moisés había tomado como esposa. Trayendo a María y Aarón un pretexto para que traten de cuestionar la autoridad de Moisés.

Verso 2

Por ser la hermana mayor de Moisés, María podía decir: “Bueno, Y Moisés quién se cree que es, si solo hace algún tiempo él era sólo un pequeño bebé en la cesta y yo le cuidaba”.

Ella, se pudo haber preguntado, donde estuviera si no le hubiera protegido, en esta escena también está Aarón, Sumo Sacerdote, hermano mayor quien secundó la actitud de María, un asunto estrictamente de familia.

Verso 3

Es interesante notar que Moisés, al igual que nuestro Señor Yeshúa Ha Mashiaj eran humildes.

Recordemos, que ante YEHOVAH DIOS, la mansedumbre no es una debilidad.

La mansedumbre consiste en Obediencia a YEHOVAH DIOS y en una sumisión a Su voluntad.

Verso 4

En este asunto de familia, Moisés no llevó a Josué consigo, no hubo toque de trompeta, ni se menciona que las personas aguardaran, lo que YEHOVAH DIOS le diría a Moisés.

Versos del 5 al 9

YEHOVAH DIOS dice que es ÉL quien escoge a los profetas y Moisés es mayor que los demás.

Para YEHOVAH DIOS, MOÍSES es más fiel que todos Sus siervos. Por ello, trataría con él de una manera diferente, que como se relacionó con cualquier otro profeta.

YEHOVAH DIOS trató con Moisés, de una manera directa y notamos que esto es verdad al estudiar el Antiguo Testamento.

Por otra parte, YEHOVAH DIOS se apareció en sueños a Abraham y se reveló en sueños a José, pero trató con Moisés cara a cara.

Dice que Moisés es diferente a todos los demás. En Deuteronomio 18,18 dice:

“Un profeta como tú les levantaré en medio de sus hermanos; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande”.

Aquel profeta que sería como Moisés, es Yeshúa Ha Mashiaj.

Versos del 10 al 14

Los dos hermanos se habían portado con una gran insensatez. María contrajo la lepra, enfermedad que le vino como severo castigo de YEHOVAH DIOS y esto les demoró a todos allí en el campamento.

Moisés, demostrando su actitud bondadosa y su actitud de perdonar, oró entonces a YEHOVAH DIOS por ella.

Pero, aunque el YEHOVAH DIOS la sanó, tuvo que ser excluida del campamento por siete (7) días.

Y el pueblo no podía seguir en su marcha, mientras ella estuviera expulsada del campamento.

Versos del 15 al 16

Nos podemos preguntar ¿por qué no fue atacado Aarón por la lepra?

La respuesta es que por ser Aarón Sumo Sacerdote si hubiese contraído la lepra, no podía haber ejercido el Sacerdocio.

Entonces, Israel no habría tenido ningún intercesor para interponerse entre ellos y YEHOVAH DIOS.

Por ello, en esta ocasión YEHOVAH DIOS, no utilizó este asunto de familia para juzgarle.

Aarón imploró a Moisés Vs 11: “¡Ah! Señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado”.

El castigo fue causado por los celos de los dos, pero María era la que había tomado la iniciativa, vemos que su nombre es mencionado en primer lugar y el verbo “habló”, Vs 1, en el hebreo, está expresado en la forma femenina, traduciéndose “ella habló”.

Así, Aarón no había sido el líder de esta rebelión, sino solo un seguidor.

Aarón era débil y manejable, característica que también observamos en Éxodo 32, en relación con el grave incidente del “becerro de oro”.

Los pecados de la envidia y los celos habían surgido en el corazón de María y YEHOVAH DIOS la castigó justamente.

Y en cuanto a nosotros hoy, haríamos bien en hacer nuestra la oración del rey David, hombre consciente de sus debilidades y pasiones, dirigió a YEHOVAH DIOS la siguiente oración, Salmo 139, 23-24:

“23 Examíname, oh YEHOVAH DIOS, mira mi corazón, ponme a prueba y conoce mi inquietud; 24. fíjate si es que voy por mal camino y condúceme por la antigua senda”.

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