2 Crónicas 36 El pueblo de Israel fue llevado cautivo por Nabocudonosor, la ciudad de Jerusalén fue sitiada por más de 18 meses y destruyó, el Templo (la casa de Dios, lugar de comunión con Dios) y las murallas (edificaciones de protección) y puertas incendiadas.
Su sufrimiento físico y emocional fue muy duro, pero la destrucción del templo les destrozó el corazón, Dios levantó a dos hombres para reconstruir, a Zorobabel el Templo y a Nehemías las Murallas y Puertas. Hoy te levanta a ti como restaurador de Muros (Comunión con Dios) y Puertas espirituales.
Salmo 1251 “Los que confían en el Señor son como el monte Sión, que permanece inconmovible para siempre. 2 Jerusalén está rodeada de montañas: así rodea el Señor a su pueblo, desde ahora y para siempre”.
¡Nosotros somos intercesores! Debemos defender y albergar la gloria de Dios que hay en nosotros, como templos de Dios, con muros de obediencia, fe, esperanza y amor. Somos Espíritu, alma y cuerpo. Hay una lucha por controlar los pensamientos.
Vemos que las ciudades antiguas generalmente estaban rodeadas de murallas (muros, fortalezas) para su defensa militar, que representan protección, separación y establecimiento de límites de su territorio, para protegerse de sus enemigos, estos tenían puertas en donde los guardias controlan la entrada. Los muros representan la protección, parámetros, límites y autoridades puestos por la palabra de Dios que protege nuestro pensamiento y comunión con él, evita la invasión de quien viene a robar, matar y destruir.
Los sentidos, son nuestras puertas naturales que permiten el contacto con el medio ambiente externo. ¿Quién controla nuestras puertas? ¿Cómo están nuestras puertas?
Génesis 3, 6-7. Salvación-Esclavitud-JESUCRISTO SALVACIÓN-Nueva Jerusalén. Estamos expuesto al mundo, la carne, el diablo, constantemente estamos recibiendo dardos del enemigo que intentan colarse por las puertas (sentidos) y dañar nuestro muro (pensamiento, comunión con Dios), por lo tanto, es nuestra responsabilidad controlar la entrada (sentidos naturales de la carne).
Los dardos son armas hechas de cañas huecas llenas de material que arde fácilmente, se prendían fuego y disparadas mediante arcos contra los muros encienden los tejados de las casas dentro. Sabemos que en Jesucristo somos hechos nuevos, pero nuestro pensamiento debe transformarse y renovarse, para que nuestro estilo de vida, corazón, planes y propósitos sea ajustado a la palabra de Dios, debemos estar tan empapado de su palabra, que ella sea la que establezca límites y todo lo contrario a ella no lo debemos dejar entrar en nuestro pensamiento.
¿Cuál es la principal arma que tenemos?
Efesios 6, 16-17 “Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios”. ç
Fe es creer y creer es obedecer su palabra. El escudo del soldado podía ser de metal o piel, el de metal el soldado lo pulía bien y cuando el sol le dada al escudo el enemigo quedaba cegado por el brillo que salía de él y si era de piel este había que mojarlo bien en agua y dejarlo bien empapado para que cuando el enemigo tirara los dardos, el agua del escudo los apagara.
Debemos estar tan impregnados de la palabra de Dios, ella debe ser muestro alimento que protege nuestro entendimiento, para reflejar su luz y debemos estar tan mojados, bañados o sumergidos en ella que cuando el dardo llegue se apague rápidamente. Ejemplo Jesús tentado en el desierto Mateo 4,1-11.
Es nuestra responsabilidad estar despiertos, vigilantes, Dios hizo su parte (ya pagó), hagamos nosotros la nuestra “He pasado junto al campo del perezoso y junto a la viña del hombre falto de entendimiento, y vi que todo estaba lleno de cardos, su superficie cubierta de ortigas, y su cerca de piedras, derribada”
Proverbios 24, 30-31. Por ello, debemos mantener y velar con diligencia, revisar constantemente nuestras puertas.
NO somos responsables que se pare un pájaro en nuestra cabeza, pero sí que haga nido en ella. El enemigo persiste y aprovecha tu debilidad.
Nehemías en el capítulo 3 se encarga de restaurar (volver a ser lo que era en su principio, en el origen, el edén, mente renovada, comunión con Dios, obediencia, fidelidad).
Revisar si están agrietadas nuestras puertas, si tienen fisuras, hay que inspeccionarlas para repararlas, aunque no se haya derrumbado, debemos ser diligentes para mantenerla en buen estado.
3.1. Ovejas
Sacrificio del Cordero de Dios sin pecado que murió por nosotros dándonos salvación, siempre está abierta ¿Oímos y obedecemos su voz? ¿Nos ofrecemos como sacrificios vivos? Juan 10, 27
3.3. Pescado
Somos discípulos, apóstoles, testigos y testimonios de su amor ¿Ejercemos el llamado de ser pescadores de hombres? ¿Vivimos en el mandato de amor? Mateo 28, 19
3.6. Vieja
Jesús es la Puerta, es el camino la verdad y la vida, y nadie viene al Padre sino es por él, es a través de él que entramos. ¿Reconocemos a Jesus como nuestro Salvador? Santiago 1, 21
3.13. Valle
Humillado para ser exaltado, ¿Somos humildes para luego ser ensalzados? Santiago 1, 12
3.14. Muladar
Mantenernos limpios para agradarle, ¿Sacamos la basura contraria a su palabra? Puerta contraria a las ovejas, ¿Renovamos nuestra mente constantemente? 1 Juan 1, 9
3.15. Fuente
El Espíritu Santo ¿Es nuestra única fuente que nos baña, limpia, y transforma? ¿Nos dejamos conducir por él? Salmo 119,112
3.26. Aguas
Palabra de Dios. Era la única parte del muro que no tenía que repararse, es la séptima puerta, su palabra nos limpia de adentro hacia afuera. ¿Somos oidores o hacedores? ¿Nos sometemos a la autoridad de la Palabra? ¿Aplicamos sus normas, es nuestro alimento, guía cotidiana? Juan 7, 38-39
3.28. Caballos
Es la fuerza, debemos estar preparados en todo momento, guerra espiritual, ¿Te mantienes sobre la roca firme cuando llegue la tormenta? ¿Persistes? Romanos 2, 6-7
3.29. Oriental
Esperanza del regreso de Jesús, está frente al lugar santísimo, ¿Estar preparado? ¿Consideras que esta vida es temporal y la verdadera conocerlo a El? 1 Tesalonicenses 4:16-17
3.31. Vigilancia
Juicio, encuentro con él en comunión, día en que todo habrá de ser puesto en la luz ¿Estas preparado para la convocación eterna con el Señor? ¿Eres frío o caliente? ¿Oveja o cabrito?
Romanos 14, 10
Isaías 58, 12
Los tuyos reconstruirán las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos echados en generaciones pasadas, y te llamarán «Reparador de muros caídos», «Restaurador de sendas para habitar»
El pueblo de Dios llevaban casi 150 años en ruinas, pero eso no limitó a Nehemías.
El se levantó y con la ayuda de Dios reconstruyó esos muros en tan solo 52 días