Mosqueteros de Yehovah

Nehemías Capítulo 9

Verso 1

Después que el muro fue terminado y funcionando, que el pueblo hubo escuchado y obedecido la Palabra de YEHOVAH DIOS, que el Ruaj Hakodesh estaba haciendo una obra significativa en las vidas de las personas, ahora hay una convocatoria de arrepentimiento humilde.

El ayuno mostró su bajo y humilde estado. Ellos se consideraron a sí mismos tan pobres delante de YEHOVAH DIOS que no tenían comida.

También querían decir, “estamos tan afligidos por nuestro pecado que la comida no parece importante”.

Con “cilicio”, era vestir una tela áspera, como un saco de yute. Una vez más, esto era para mostrar su completa pobreza de espíritu delante de YEHOVAH DIOS.

También querían decir, “estamos tan afligidos por nuestro pecado, que las comodidades normales de la vida no tienen importancia”.

Tomaron pequeños puñados de tierra y los echaron sobre sus cabezas, era también para mostrar su humilde estado delante de YEHOVAH DIOS y decir “estamos tan afligidos por nuestro pecado que las comodidades normales de la vida no tienen importancia”.

Verso 2

Vemos una asamblea para apartarse, aquellos que eran de descendencia pura de Israel vinieron y confesaron el pecado de su nación, confesaron sus pecados y las iniquidades de sus padres.

Era importante, tenían que darse cuenta y admitir su falta a los lineamientos de YEHOVAH DIOS.

¿Cómo pecamos? La palabra pecado viene de la idea “errar al blanco.” En un torneo de tiro con arco, si uno no daba al blanco en el lugar indicado, ellos decían que habían “pecado”.

Un pecado puede errar al blanco por un centímetro o puede errar por diez kilómetros, pero de cualquier forma seguía siendo un pecado.

Pecamos cuando hacemos lo que YEHOVAH DIOS nos dijo que no hiciéramos, ya sea en su Palabra, en nuestra consciencia o mediante una autoridad física o espiritual.

No todos los pecados son los mismos, pero todo el pecado es pecado.

Arrepentirse por las iniquidades de sus padres, también era importante, porque tenían que admitir que no solo eran pecadores, sino que lo eran por herencia, venían de ancestros pecadores.

Aspecto especialmente importante en Israel, donde había una tradición de glorificar a sus antepasados.

No debe parecer extraño que después de semejantes victorias, tanto con la construcción como espiritualmente, hubiera un arrepentimiento tan humilde.

Muestra que el arrepentimiento no es algo que terminamos una vez que venimos a Yeshúa Ha Mashiaj, es algo que crece conforme nos acercamos a Yeshúa.

Verso 3

Una asamblea para escuchar la Palabra de YEHOVAH DIOS y adorarle, el humilde arrepentimiento y confesión de pecado hubieran sido una obra incompleta sino hubiera sido por la lectura de la Palabra de YEHOVAH DIOS y la adoración.

YEHOVAH DIOS no nos muestra nuestro pecado solo para que lo confesemos humildemente, sino para que podamos enderezar y andar en lo que es correcto delante de ÉL.

Este quebrantamiento de corazón los ha llevado a venir humildemente delante de YEHOVAH DIOS y escuchar su Palabra.

Un primer paso seguro para el avivamiento es el quebrantamiento de corazón.

Versos del 4 al 5a

Los que dirigían a la congregación, se menciona a los levitas y líderes reunidos para guiar al pueblo en su humilde confesión.

No debería sorprendernos o experimentar sensación de fracasados, si debemos ser guiados a confesión y arrepentimiento.

Evidentemente, estos ocho hombres no hicieron la siguiente oración todos al mismo tiempo.

Fue escrita y se turnaron, orando espontáneamente en sucesión y según la tradición, Esdras hizo esta oración.

La siguiente oración se considera la oración más larga de la Biblia y sin embargo sólo toma seis minutos y medio decirla. La oración no necesita ser larga para ser gloriosa y efectiva.

Versos del 5b al 6

Alabanza al DIOS de toda la creación. Después de animarlos a alabar, Esdras dio una razón para hacerlo, porque este es el gran YEHOVAH DIOS que lo hizo todo.

Ver a la gloria de la creación de YEHOVAH DIOS nos da una razón para alabarlo, para humillarnos  y confiar en ÉL.

Algunas veces nosotros queremos nuestras propias razones, pero YEHOVAH DIOS nos da bastantes de sus propias razones.

Versos del 7 al 8

Alabanza a YEHOVAH DIOS que escogió a Abraham e hizo un Pacto con él y sus descendientes.

Esto le dice a YEHOVAH DIOS “Señor, Tú prometiste esta tierra a Abraham y a sus descendientes ¡y ahora aquí estamos! Tu promesa ciertamente es verdadera”.

Versos del 9 al 15

Una segunda señal segura de avivamiento, que sigue al quebrantamiento del corazón es la reflexión sobre la bondad de YEHOVAH DIOS.

Cuando nuestro orgullo es expulsado y nuestros corazones se humillan delante de YEHOVAH DIOS, podemos empezar a verlo por quién ÉL es y cuando vemos eso, vemos cómo es YEHOVAH DIOS.

Versos del 16 al 17a

La pecadora respuesta del hombre hacia la bondad de YEHOVAH DIOS , es una respuesta terrible a las grandes y buenas obras de YEHOVAH DIOS para Israel.

YEHOVAH DIOS había sido muy bueno con Israel, más ellos y nuestros padres fueron soberbios.

Nuestro pecado es suficientemente malo, pero considerar que pecamos contra YEHOVAH DIOS que solo nos ha tratado bien es mucho peor.

Esta es una tercera señal segura de avivamiento, reconocimiento de nuestra propia pecaminosidad.

Cuando buscamos humildemente a YEHOVAH DIOS y vemos su bondad, no podemos evitar notar entonces nuestra propia pecaminosidad, la negrura de nuestro pecado resalta contra el resplandor de la pureza y la bondad de YEHOVAH DIOS.

Versos del 17b al 21

La respuesta llena de gracia de YEHOVAH DIOS hacia la rebelión de Israel fue gloriosa.

Indicando que no hay nada que impida que el Altísimo nos perdone, excepto nuestra propia negativa a venir a ÉL a través de Yeshúa.

YEHOVAH DIOS está listo para perdonar, si nosotros estamos dispuestos a recibirlo.

Esta fue la respuesta de gracia de YEHOVAH DIOS a Israel, incluso después de que hicieron un becerro de oro y lo adoraron, aun así, no los abandonó, aun así, siguió proveyendo la nube de día y el pilar de fuego por la noche.

YEHOVAH DIOS siguió guiándolos con su Espíritu, alimentándolos y les dio agua, todo junto no muestra qué tan especial era Israel, sino lo “especial que es YEHOVAH DIOS”.

A menudo nos impresionamos con lo paciente que es YEHOVAH DIOS con el pecador, como de alguna forma refrena su terrible juicio contra esas personas que lo merecen tanto.

Sin embargo, parece que su paciencia hacia nosotros es aún más grande, los que hemos recibido mucho más de ÉL, pero que seguimos actuando como lo hizo Israel.

Versos del 22 al 31

El ciclo de la relación de Israel con YEHOVAH DIOS, inició con YEHOVAH DIOS mostrando su bondad hacia su pueblo “y les diste reinos y pueblos” y con el pueblo de YEHOVAH DIOS siendo bendecido.

Luego, en el tiempo de comodidad y abundancia, el pueblo de YEHOVAH DIOS se alejó de ÉL.

Por ello después, YEHOVAH DIOS trae corrección, una “llamada de atención” para su pueblo.

Como resultado, entonces el pueblo de YEHOVAH DIOS regresó a ÉL.

Entonces, bendecidos y satisfechos, el pueblo de YEHOVAH DIOS se alejaba nuevamente de YEHOVAH DIOS y el ciclo continúa.

Conforme el ciclo continúa, los movimientos de cada ciclo se vuelven más y más profundos, pero YEHOVAH DIOS no cambia.

Versos del 32 al 37

En estos versos vemos una súplica a Dios por intervención, debido a quien YEHOVAH DIOS es y debido a quienes ellos eran “rebeldes y malvados”, necesitaban que hiciera la obra en ellos de salvación de sus enemigos.

Israel, en ese momento, no era una nación independiente, era una provincia del imperio Persa, estaban bajo pesados impuestos y obligaciones Persas.

Ellos le piden a YEHOVAH DIOS que los libere una vez más de esta opresión.

Se observa aquí una buena descripción de lo que trata realmente una verdadera confesión, reconoce que YEHOVAH DIOS está bien y que nosotros estamos mal “más nosotros hemos hecho lo malo”.

La confesión es estar de acuerdo con YEHOVAH DIOS sobre ambas cosas.

Es un momento extraordinario en la vida de un Creyente cuando éste puede levantar la vista al rostro de YEHOVAH DIOS y decir “Sí, YEHOVAH DIOS, Tú estás bien y yo estoy equivocado”, cuando él deja de discutir con YEHOVAH DIOS y deja su controversia.

Y dice, “Señor, sí. He recibido lo que merezco en esta situación. Tú estás bien, y yo estoy mal”.

Esa es la cosa por la que YEHOVAH DIOS ha estado trabajando en su vida y en la mía desde el momento de nuestra conversión.

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