Verso 1a
En este periodo de los Jueces, Israel perdió el eslabón crítico en su liderazgo piadoso.
Moisés fue el gran líder utilizado por YEHOVAH DIOS para sacarles de Egipto, Josué fue el asistente de Moisés y el gran líder utilizado por YEHOVAH DIOS para meterlos en la tierra de la promesa.
Pero Josué no señaló ningún líder después de él, para que guiara a toda la nación.
Ellos estaban en un lugar crítico, donde debían confiar más intensamente en YEHOVAH DIOS, más que antes.
YEHOVAH DIOS nos da maravillosos líderes humanos, para su obra en esta tierra y siempre es difícil para el pueblo de YEHOVAH DIOS cuando esos líderes humanos salen de la escena.
En tal situación, podemos vivir en el pasado, deseando que el líder aún estuviera con nosotros.
Durante el periodo de los Jueces, el cual duró cerca de trescientos cuarenta (340) años, no hubo un cargo permanente en el liderazgo de la nación.
Israel no tenía rey, ni presidente, ni un primer ministro en la tierra, solamente YEHOVAH DIOS en el cielo.
Pero en los tiempos necesarios y apropiados YEHOVAH DIOS sacó adelante a un líder para la nación.
Por la mayor parte estos líderes se levantarían, harían su trabajo y luego regresarían a la oscuridad.
Requería que el pueblo de Israel, mantuviera una confianza real y permanente en YEHOVAH DIOS.
Estos libertadores nacionales no eran elegidos y no llegaban al liderazgo a través de una sucesión real.
Tenían un don especial de parte de YEHOVAH DIOS, para el liderazgo de sus tiempos, el pueblo de YEHOVAH DIOS reconocía y respetaba ese don.
Cuando este libro utiliza el término de juez, no quiere decir que alguien se sienta en una corte y decide los asuntos legales, la palabra Hebrea “shaphat” es un líder heroico.
La palabra Hebrea “Shophetim” significa “hacerlo derecho para gobernar”, es exactamente lo que estos hombres hicieron.
El pueblo de Israel se enfrentó a grandes obstáculos. Ellos estaban rodeados por personas, que vivían en la peor terrible inmoralidad e idolatría, haciendo que esto fuera una tentación constante hacia los mismos pecados.
Las vidas idólatras de los Cananeos, que vivían alrededor de Israel estaban enfocados principalmente en tres cosas: dinero, sexo y tener una relación con YEHOVAH DIOS basado en mis términos, en lugar de los términos de YEHOVAH DIOS.
Después de la muerte de Josué, el Libro de Jueces nos muestra un tiempo confuso, difícil y oscuro.
Por esta razón, muchos descuidan a los Jueces y tienen a este tiempo como el “oscurantismo” de la historia de Israel.
Pero si desatendemos este libro, se desatiende el amor y la gracia de YEHOVAH DIOS para corregir a Su pueblo.
Lo que encontramos en cuanto al hombre en Jueces es deprimente, pero lo que hallamos sobre YEHOVAH DIOS, es maravilloso.
Por parte del humano, es una historia de desobediencia y desastre, sin embargo, del lado Divino es de liberación y dirección continua.
Sin embargo, hay un punto de vista en la cual el libro puede ser visto, el cual lo hace invaluable, es una historia notable sobre la paciencia de YEHOVAH DIOS hacia los Israelitas.
Allí, hallamos muchas señales de las instancias de su justicia y misericordia mostradas de una forma alternada, el pueblo pecaba, eran castigados, se arrepentían y hallaban misericordia.
Nos encontramos con esto en cada página y estas cosas están escritas para nuestra advertencia.
Ninguno debe presumir, YEHOVAH DIOS es justo, ninguno necesita desesperarse YEHOVAH DIOS es misericordioso.
Versos del 1b al 2
Aquí ellos hicieron lo correcto, la cosa que Josué hubiera querido que ellos hicieran.
Al ya no estar Josué, ellos no quedaron sin un líder, simplemente fueron llamados a renovar su “confianza” en YEHOVAH DIOS.
Cuando Israel buscó a YEHOVAH DIOS, ÉL los guio. Este es un patrón consistente a través del Libro de los Jueces.
YEHOVAH DIOS nunca falló en librar y ayudar al pueblo cuando ellos le buscaban.
Yeshúa Ha Mashiaj expresa la misma idea en Lucas 11, 9 “Y yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen y hallaran; llamen, y se os abrirá”.
Cuando le pedimos a YEHOVAH DIOS y le buscamos con sinceridad, debemos de esperar que ÉL nos contestará.
Su respuesta puede llegar de una forma que no esperamos, pero debemos de esperar, llegará.
YEHOVAH DIOS señaló que la tribu de Judá, la tribu de la cual saldría el Mesías, debía de liderar el camino en esta batalla.
Judá también era la tribu más grande y fuerte. En este caso, el plan de YEHOVAH DIOS tenía un sentido militar también.
Bajo el liderazgo de Josué, Israel había quebrantado la espalda de la fuerza militar Cananea, pero faltaba que cada tribu de manera individual fuera y poseyera lo que YEHOVAH DIOS les había dado.
Versos del 3 al 7
Los líderes de la tribu de Judá, actuaron aquí con sabiduría. Al asociarse con otra tribu, el trabajo era más fácil.
Aquí las tribus funcionaban de la misma manera, que YEHOVAH DIOS quiere que la iglesia funcione, como un cuerpo, donde cada parte del cuerpo, ayuda a las otras partes.
Las tribus de Judá y Simeón eran hermanos de sangre (Génesis 29, 33-35) y se representan de manera uniforme al actuar en una relación cercana.
Al buscar a YEHOVAH DIOS, obedeciendo su dirección y trabajando juntos como un cuerpo, siempre produce un gran resultado.
Su éxito fue sencillo de verse, YEHOVAH DIOS entregó a todos sus enemigos en sus manos.
El lugar que ellos conquistaron era llamado Besec y el líder de esta ciudad era Adoni-Besec, el cual significa “Señor del Relámpago”.
Este era un enemigo con un nombre temible, pero Judá y Simeón, no obstante, le derrotaron.
La palabra apresaron en este Vs 6, expresa un encuentro hostil. Los ejércitos de Judá y Simeón no solamente se encontraron con Adoni-Besec.
Su castigo hacia Adoni-Besec puede parecer cruel, pero es simplemente justicia.
Él había hecho lo mismo a setenta (70) reyes y ahora le habían cortado los pulgares de sus manos y pies.
El castigo hizo que Adoni Besec fuera inútil como guerrero, ya no podía ser un problema para Israel como un militar.
Era la costumbre entre aquellos Romanos, que no les gustaba la vida militar el cortarse sus propios pulgares, para que no fueran convocados al ejército.
Algunas veces los padres cortaban los pulgares de sus hijos, para que no fueran convocados al ejército.
También vemos que Judá y Simeón actuaron de una manera que no fue egoísta.
Ellos pelearon la batalla en un territorio que no les pertenecía directamente a ellos.
La ciudad de Bezec estaba muy al norte de las tierras tribales de Judá.
Versos del 8 al 20
Aquí se registra que la ciudad de Jerusalén cayó delante de Judá. Fue ocupada por un tiempo, Adonai-Besec fue llevado allí y murió, pero después volvió a caer hacia los Jebuseos en el Vs 1.
Bajo el liderazgo del rey David, Israel conquistó de nuevo la ciudad, unos cuatrocientos (400) años después (2 Samuel 5, 6-10).
La ciudad de Jerusalén, es una de las ciudades más antiguas del mundo, al ser ocupada casi de una manera continua por un periodo de cinco mil (5.000) años.
Judá también conquistó Hebrón, la ciudad le fue dada a Caleb, quien era fiel a su familia (Josué 15, 13-19).
Hebrón era la antigua ciudad de Abraham y la ciudad que desanimó a los diez (10) espías infieles de tomar la tierra prometida en los días de Moisés, debido a que los hijos de Anac vivían allí (Números 13, 22-23).
Vs 9 describe tres grandes divisiones geográficas de Israel:
1. Las montañas, o más literalmente, la región montañosa, “la cual describe la zona montañosa entre Jerusalén y Hebrón”.
2. El Neguev, el cual es la zona Sur, esta es “el área semiárida entre Hebrón y Cades-Barnea”.
3. El llano, algunas veces llamada el “Shelphelah” de la palabra Hebrea “región de las faldas de las colinas que van de norte a sur entre la planicie costera y la cordillera central”.
La oración de Acsa, fue un buen ejemplo, porque se dio cuenta que lo que recibió anteriormente, no tenía utilidad sin fuentes de agua.
La ciudad de las palmeras, era otro nombre de la ciudad de Jericó.
Los ceneos se fueron de allí a Arad, una ciudad fuera del desierto Judío, al oeste de Masada y del Mar Muerto.
Sefat tampoco está muy lejos de allí, Gaza y Ascalón estaban de ida hacia la costa y después se convirtieron en fuertes palestinos.
Tenían carros herrados, tan impresionante como fuera la victoria de Judá, sin embargo, fue incompleta.
Ellos no pudieron derrotar, a las naciones que tenían la tecnología militar más reciente, carros herrados.
Esto hablaba más de falta de confianza por parte de Judá en YEHOVAH DIOS, que en la superioridad militar Cananea.
Los carros no eran ningún problema para el pueblo de YEHOVAH DIOS, cuando tenían plena confianza en ÉL (Éxodo 14, 7-29; Josué 11, 1-8; 1 Reyes 20, 21).
Su actitud debió ser, como aquella reflejada en Salmos 20, 7 “Éstos confían en carros, y aquéllos en caballos. Mas nosotros del nombre de Yehovah nuestro Dios tendremos memoria”.
La victoria de Caleb sobre los hijos de Anac, muestra lo que un Israel seguro podía lograr.
Los hijos de Anac eran hombres grandes y guerreros feroces (Números 13, 33; Deuteronomio 9, 2).
Pero con la ayuda de YEHOVAH DIOS, Caleb los derrotó, como también lo está registrado en Josué 15, 13-14.
Como si fuera para reprenderles, ellos tuvieron un incidente único para la vindicación del poder de YEHOVAH DIOS y eso lo leemos en el Vs 20.
Caleb el gran anciano quien aún vivía, el único sobreviviente de los que habían salido de Egipto, había obtenido Hebrón como su porción, anciano, cuando sus huesos estaban secos y fijos, mató a los tres hijos de Anac, aún tres poderosos gigantes y tomó posesión de su ciudad.
En esta manera el poder de YEHOVAH DIOS fue asegurada y vindicada de la calumnia que Judá trajo sobre ella.
Verso 21
Se presenta un caso donde la batalla ya se había ganado Vs 8, la tribu de Benjamín simplemente debía de entrar en lo que ya era de ellos, tomaría su esfuerzo, pero la batalla había terminado, Jerusalén les pertenecía.
El jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy, hasta el tiempo del escritor del Libro de los Jueces, la tribu de Benjamín fracasó en echar a los Jebuseos, por lo tanto, vivieron en un peligro militar y espiritual constante.
Versos del 22 al 26
Esta es una interesante y extraña combinación de las dos tribus que salieron de José, Efraín y Manasés en un grupo, la casa de José.
Podemos darle el crédito de su victoria, a su efectivo uso de espionaje militar, pero la verdadera razón era, que YEHOVAH DIOS estaba con ellos.
Dejaron ir, a aquel hombre con toda su familia, parecía que ellos usaban los eventos que rodeaban a Rahab y la conquista de Jericó, como un patrón (Josué 3 y 6), un patrón exitoso.
Versos del 27 al 29
Al principio hubo focos de Cananeos, estás tribus no fueron capaces de sacarlos de la tierra.
Pero cuando las tribus crecieron para ser lo suficientemente fuertes, ellos se comprometieron con los Cananeos y pensaban, que los podían utilizar para su ventaja, hizo al cananeo tributario.
La historia que aquí se da, revela que mientras la obra comenzó con fervor, gradualmente se fue debilitando.
YEHOVAH DIOS estaba con Judá y resultó en Victoria. YEHOVAH DIOS estaba con José y Betel fue tomada.
Manasés, Efraín y todos los demás se debilitaban en la obra y los Cananeos fueron dejados en la posesión.
De la misma manera, cuando alguien comienza su vida espiritual, quizás no sean lo suficientemente fuerte en YEHOVAH DIOS para lidiar con las cosas que ve y que necesita cambiar.
Pero mientras crecen en el Amor y Piedad en YEHOVAH DIOS, no deben de ser flojos en lidiar con esas áreas.
Nunca debemos de hacer un tratado de paz con nuestros pecados, debemos estar determinados en arrojarlos.
Israel debió de llevar en mente, que ellos no tenían ningún derecho allí y que YEHOVAH DIOS estaba listo para sacarlos, para que su pueblo no tuviera que hacerles peleas, sino simplemente perseguir un enemigo que huye.
Guezer no le pertenecía a Israel, sino hasta que le fue dado a Salomón por el Faraón (1 Reyes 9, 16).
Verso 30
Cada tribu tenía su propia responsabilidad y sus propias batallas por pelear.
En su batalla particular, la tribu de Zabulón fracasó, en tomar todo aquello que YEHOVAH DIOS le había preparado por porción.
El pueblo de Zabulón pensó. que podía tomar su incompleta obediencia de la obra para su ventaja, especialmente de manera económica.
Ellos fracasaron en apreciar, que el cananeo que habitaba en medio de él, eventualmente le traería hacia una crisis social y espiritual.
Debido a que la crisis no era inmediata, era fácil el pensar que no era real. Pero era certera y solamente una obediencia que confía en YEHOVAH DIOS, les podría librar del ciclo venidero de dicha crisis, la cual registra el Libro de los Jueces.
Versos del 31 al 32
La tribu de Aser, también fracasó en tomar lo que YEHOVAH DIOS les había señalado. Cada tribu que fracasó, hacía que fuera más fácil para que las otras tribus fracasaran.
Del pueblo de Zabulón, leemos que los Cananeos habitaban en medio de él Vs 30.
Pero con Aser fue aún peor, fue Aser quien moró entre los cananeos. Ellos sufrieron un grado peor de un declive social y espiritual.
Mientras que la mayoría de las tribus, fueron capaces de ocupar al menos alguna parte de su territorio asignado, la tribu de Aser parece haber fracasado completamente en desalojar a los Cananeos.
Verso 33
La tribu de Neftalí halló dificultad, para contrarrestar la tendencia de las otras tribus. La derrota de uno, afecta la condición de los demás.
YEHOVAH DIOS nunca tenía la intención, de que Israel conquistara la tierra de Canaán fácilmente, ÉL no tenía la intención de que pasara rápido (Éxodo 23, 29-30; Deuteronomio 7, 22-24).
Aunque YEHOVAH DIOS planeó, que Israel tomara la tierra por medio de una confianza constante en ÉL y en batallas frecuentes, ellos fracasaron en hacer esto y no arrojaron a sus habitantes.
Casi era como si Israel dijera, si no lo podemos tener fácil, entonces no lo queremos.
El pueblo de Neftalí combinó dos facetas de capitulación hacia el enemigo.
En algunas regiones de su territorio vivieron bajo la sombra del dominio Cananeo, en otras regiones pusieron a los Cananeos bajo tributo hacia ellos.
Ambas facetas quedan cortas, del mandamiento e intención de YEHOVAH DIOS para el pueblo Israel.
Versos del 34 al 36
Aquí, vemos al pueblo de YEHOVAH DIOS ser acosado por sus enemigos.
Esto nunca debe suceder, cuando el pueblo de YEHOVAH DIOS está caminando en la fuerza de su Dueño.
Otra vez, en lugar de hacer lo que YEHOVAH DIOS les dijo que hicieran con estos enemigos, arrojarlos completamente, ellos decidieron utilizarlos como mejor les parecía, poner a estos enemigos bajo tributo.
Lo hicieron por pura codicia, la raíz de todo el mal, descuidando el mandato de YEHOVAH DIOS.
El resultado final fue, que los amorreos tenían un límite señalado dentro de la herencia del pueblo de YEHOVAH DIOS.
Era un alojamiento innecesario y peligroso, para los enemigos sociales y espirituales del pueblo de YEHOVAH DIOS.
Hay una peligrosa y seductora forma de pacifismo en la vida del hijo de YEHOVAH DIOS, el cual ignora, la batalla espiritual claramente descrita en Efesios 6, 10-20 y referida por analogía en el Libro de Jueces.
Esta actitud pacifista, felizmente hará paz con el diablo la cual dice básicamente “No heriré tus intereses, si me dejas en la mayor parte en paz”.
Esta actitud de rendición espiritual no es aceptable para el Hijo de YEHOVAH DIOS.
En este periodo, las tribus de Israel, experimentaron una victoria incompleta y se rindieron y alojaron con el enemigo.
Lo que nos hace valorar la Victoria Completa y Gloriosa de Yeshúa Ha Mashiaj por nuestra parte, aún mucho más.
No hubo nada, que se dejara sin completar en la Victoria que Él ganó por nosotros en la cruz y por medio de la resurrección.