Job Capítulo 2

Versos del 1 al 3

YEHOVAH DIOS se jacta otra vez sobre su siervo Job, en estos versos.

Indica una vez más que Satanás y ciertos seres angelicales, tanto caídos como fieles, tienen de alguna manera acceso abierto a la presencia de YEHOVAH DIOS en el cielo, como se ha mencionado.

El dialogo registrado aquí era completamente desconocido para Job, aunque tal vez, si él era el autor del libro, más adelante YEHOVAH DIOS le reveló esta conversación celestial detrás de escena.

Seguramente como Job aún mantenía su integridad, también Satanás su vanidad, jactándose de que venía de visitar su propiedad.

Hasta este punto, este segundo dialogo registrado seguía el mismo patrón mostrado en Job 1, 6-8. YEHOVAH DIOS usó la repetición para recalcarle a Satanás el fracaso de su primer ataque contra Job.

Esto muestra que tanto YEHOVAH como Satanás entendían que el ataque solo podía llegar a Job porque DIOS lo permitía. Aunque YEHOVAH no envió activamente a los Sabeos, Caldeos, el fuego o el viento, ellos solo pudieron haber llegado por Su permiso.

La idea no es que no había causa en YEHOVAH o Satanás, ambos tenían algo que deseaban probar y establecer en todo el asunto. Sin embargo, no había ninguna causa pecaminosa en Job que provocara las calamidades que le sucedieron.

Versos del 4 al 6

En estos versos la respuesta de Satanás, donde afirmaba que Job no blasfemó contra YEHOVAH solo porque temía que, si lo hacía, le traería castigo personal de parte del Altísimo.

Satanás sostenía que el problema con los ataques anteriores era que ninguno de estos tocaba a Job directamente, sino solo las cosas cercanas o fuera de Job, su familia y sus posesiones.

En la cultura antigua de Job, “piel por piel” era un término de negocios que significaba cambiar “una piel por otra”.

El diablo está acusando a Job de estar dispuesto a arriesgar la piel de sus hijos y ganado con tal de proteger la propia.

Cada piel por si misma, ganado, criados, hijos podía ser fácilmente apartada por él mismo, para salvarse en una piel entera, para mantenerse completo.

Cuando llegó a este punto, Abraham traicionó a su esposa para salvar su vida. David renunció a su cordura para salvar su vida.

Pedro negó a Yeshúa para salvar su propia vida. Ciertamente hay algo de verdad en la expresión, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.

Satanás insistía en que si el ataque fuera hecho directamente contra Job. Si alguna calamidad cayera sobre el cuerpo de Job, entonces Job ciertamente blasfemaría contra YEHOVAH.

El dolor puede debilitar nuestra resistencia y hacer que todo se vea y se sienta peor de lo que realmente es. Más de una persona ha resistido la tragedia solo para desmoronarse ante el ataque del dolor.

Con esto YEHOVAH otra vez “bajó el cerco” que protegía a Job, pero no lo eliminó por completo. Satanás recibió autorización más grande para atacar a Job, pero no autorización ilimitada.

Versos del 7 al 8

Job es afligido con dolorosas y repugnantes llagas, en estos versos, esta enfermedad tenía el objetivo específico de llevarlo a un punto de desesperación que lo llevaría a maldecir a YEHOVAH.

No nos sorprendemos de que el ataque contra Job fuera severo, sarna maligna y masiva desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.

Se ha debatido la naturaleza exacta de la dolencia de Job. Algún tipo de dermatitis aguda que se extendía a todas partes desarrolló infecciones con piel ennegrecida (Job 30, 28), despellejada (Job 30, 30) y pústulas que hacían erupción constantemente (Job 7, 5b), las cuales manifestaban el prurito y la purulencia resaltada (Vs 7).

Una de las maldiciones que YEHOVAH prometió a un desobediente Israel fue, “YEHOVAH te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna y con comezón de que no puedas ser curado” (Deuteronomio 28, 27).

Podría ser la misma aflicción de la que sufría Job, también nos recuerda que tenía toda razón para sentirse maldecido por YEHOVAH y también parecía así a otros.

Cual fuera el diagnóstico exacto para la condición de Job, si se tomaban en cuenta juntos, sus problemas médicos eran considerables. Otros pasajes en este Libro nos cuentan más de lo que Job sufrió:

· Dolor intenso, “La noche taladra mis huesos, y los dolores que me roen no reposan” Job 30, 17.

· La piel pelada y oscurecida “Mi piel se ha ennegrecido y se me cae” Job 30, 30a.

· Llagas llenas de pus “Mi carne está vestida de gusanos y de costras de polvo, mi piel hendida y abominable” Job 7, 5b.

· Anorexia, emaciación “Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos” Job 19, 20.

· Fiebre “Y mis huesos arden de calor” Job 30, 30b.

· Depresión “Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre” Job 7, 16 y “Mis entrañas se agitan, y no reposan, Días de aflicción me han sobrecogido. Ando ennegrecido y no por el sol” Job 30, 27-28.

· Llanto “Mi rostro está inflamado con el lloro” Job 16, 16a.

· Falta de sueño “Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré?” Job 7, 4.

· Pesadillas “Entonces me asustas con sueños y me aterras con visiones” Job 7, 14.

· Aliento pútrido “Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer” Job 19, 17.

· Dificultad para respirar “No me ha concedido que tome aliento” Job 19, 18.

· Problemas de visión “Y mis párpados entenebrecidos” Job 16, 16b.

· Dientes podridos “he escapado con sólo la piel de mis dientes” Job 19, 20.

· Apariencia macilenta “Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron” Job 2, 12.

· Llagas inflamadas y dolorosas sobre todo su cuerpo “sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza” Job 2, 7.

· Comezón intensa “para rascarse con él” Job 2, 8.

· Esta condición duró meses “Quién me volviese como en los meses pasados” Job 29, 2 y “Así he recibido meses de calamidad” Job 7, 3.

Job lidiaba con su dolorosa aflicción con lo mejor de su habilidad y luego se sentó en un lugar de lamento.

En medio de ceniza probablemente significa “en el basurero de la ciudad” donde se quemaba la basura, Job se sentó en una pila quemada.

Versos del 9 al 10

Job mantiene su integridad ante su esposa en estos versos, vemos que la esposa de Job se ha convertido en un ejemplo de una esposa cruel, incomprensiva y de lengua mordaz.

Sin embargo, se deben hacer algunas concesiones considerando sus pérdidas en los pocos días anteriores. Ella también perdió a sus hijos, su riqueza y no debería ser juzgada tan duramente.

Esta fue una reprimenda sabiamente expresada de Job para su esposa. Él no la acusó de ser una fatua, sino de hablar como cualquiera de las mujeres fatuas, indicó que esto no era característico de ella.

Ella cree que YEHOVAH DIOS ha tratado mal a Job y merece una maldición. Job no encuentra nada malo con lo que le ha sucedido.

Job muestra una vez más su sabiduría en esta respuesta. Él reconocía que YEHOVAH no nos debe bien, lo da como un regalo que nosotros debemos recibir.

De la misma manera si la adversidad llega a nosotros y somos lo suficientemente sabios podremos ver que incluso en la adversidad puede haber un “regalo” que deberíamos aceptar.

Esta es otra declaración notable para crédito de Job, quien no pecó en su respuesta ni para YEHOVAH DIOS, ni para su esposa.

Versos del 11 al 13

Se nota la consolación de los amigos de Job en estos versos, donde se introduce a tres notables amigos de Job.

Sus nombres eran Elifaz, Bildad y Sofar. Estos hombres vinieron a Job cuando más lo necesitaba.

“Habían convenido en venir juntos”, muestra que ya eran conocidos, su intención era buena y noble, fueron para estar con él, para compartir su dolor y para llevarle algo de alivio a Job.

Las llagas dejaron a Job con una apariencia horrible y desfigurada. Al verlo, sus tres amigos instantáneamente se sintieron llenos de pena y duelo, como si alguien hubiera muerto.

Esta fue una maravillosa muestra de consuelo y causa común con Job. Compartieron de su estado afligido, actuando como si hubieran sido afligidos de una manera similar. No le ofrecieron ninguna expresión sino solo su compasiva presencia.

Siete días y siete noches era el tiempo usual para hacer duelo por los muertos (Génesis 50, 10; 1 Samuel 31, 13) y por lo tanto apropiados por los hijos de Job, que estaban muertos, por el mismo Job, que de cierta manera estaba muerto aunque viviera.

A partir de este punto en el Libro de Job comienzan 3 capítulos de discusión entre Job y sus amigos.

Sin embargo, toda esa discusión debe ser puesta en el contexto de amor y preocupación genuinos que estos amigos tenían por Job, había un sentido en el que ellos se habían ganado su derecho a hablar debido su sacrificial muestra de compasión.

Mientras que es verdad que al final Job sufrió mucho más a manos de estos amigos que por los ataques de los enemigos, aun así, se le debe dar algo de reconocimiento a la bondad de estos hombres.

· Se les debe admirar porque vinieron a Job.

· Se les debe admirar porque lloraron con Job

· Se les debe admirar porque se sentaron en silencio con Job durante siete días.

· Se les debe admirar porque deseaban lo mejor para Job y fueron persistentes en desear y hacer lo que ellos creían mejor para él.

· Se les debe admirar porque dieron su opinión sobre Job y su condición él mismo, en vez de hablar sobre él con otros.

Ellos creían que él sufría por crímenes pesados, al verlo sufrir mucho no deseaban añadirle a su angustia con vituperios o reproches. El mismo Job fue quien rompió el silencio.