Mosqueteros de Yehovah

Hechos de los Apóstoles Capítulo 1

Introducción

El libro de los Hechos comienza con el Rey Yeshúa resucitado instruyendo a sus discípulos acerca de la vida en su reino.

Les promete que el Espíritu pronto vendrá y los sumergirá en Su presencia personal.

Esto cumple una de las esperanzas clave de los profetas del Antiguo Testamento: Que, en el Reino Mesiánico, la presencia de YEHOVAH Dios, Su Espíritu, vendría y establecería su residencia entre su pueblo en un nuevo templo y transformaría sus corazones.

El libro de los Hechos ha sido considerado siempre como la segunda parte y complemento del tercer evangelio, y así se comprende todo su sentido y finalidad.

Ambas partes de la obra han salido de la pluma del mismo autor, a quien la tradición antigua identifica como Lucas.

Fue escrito entre los años 60 al 63 d.C, y sus destinatarios inmediatos son paganos convertidos, simbolizados en el “querido Teófilo” (amigo de YEHOVAH), el mismo del tercer evangelio, a quien el autor dedica su escrito.

El título no refleja exactamente el contenido del libro, éste se centra, casi con exclusividad, en los Hechos de dos apóstoles, pioneros de la primera evangelización de la Iglesia: Pedro y Pablo.

Alrededor de ellos, toda una galería de personajes y acontecimientos, con los que el autor teje su narración, recorre las páginas de este bello documento del Nuevo Testamento.

Carácter del Libro. Es fundamentalmente una narrativa de misión, la primera de la Iglesia, prolongación de la misma misión de Yeshúa.

Sólo así se comprende que el verdadero protagonista de la obra sea el Ruaj Hakodesh prometido y enviado por Cristo a sus seguidores, que es el alma de la misión.

Es quien impulsa la Palabra o el Mensaje evangélico a través del protagonismo secundario de Pedro, Pablo y del gran número de hombres y mujeres, cuyos nombres y gestas, gracias a Lucas, forman ya parte de la memoria misionera colectiva de la comunidad cristiana de todos los tiempos.

No en vano se ha llamado a los Hechos el “evangelio del Ruaj Hakodesh”.

Este carácter misionero hace que sea de un género literario único.

En clave espiritual, presenta una historia que era ya bien conocida por las comunidades cristianas a las que se dirige Lucas 30 o 40 años después que ocurrieran los hechos que narra.

Su finalidad es presentar la aventura misionera que comenzó en Jerusalén y que llegó hasta el centro neurálgico del mundo de entonces, Roma.

Presentando los respectivos itinerarios misioneros, sus sufrimientos por el Evangelio y el martirio de Pablo y Pedro como un camino de fidelidad, de servicio y de identificación con la Palabra de YEHOVAH Dios, siguiendo las huellas de Yeshúa.

El mismo Espíritu que animó y sostuvo a aquellas primeras comunidades cristianas, sigue presente y operante en la Ekklesía de hoy, impulsando, animando y confortando a los testigos del Evangelio de nuestros días.

Hechos nos interpela con la misma llamada a la conversión y al seguimiento de Yeshúa en una fraternidad que no conoce fronteras donde se vive ya, en Fe y en Esperanza, por la salvación que Yeshúa nos trajo con su muerte y resurrección por la obediencia a la Palabra de YEHOVAH.

Finalmente, es un libro que nos da la seguridad de que la Palabra de Salvación, impulsada por el Espíritu, no será nunca encadenada ni amordazada porque lleva en sí el aliento del poder y del amor salvador de YEHOVAH.

Estructura del libro:

Introducción (Hechos 1,1-11)

I) La Iglesia en Jerusalen (Hechos 1,12-5,42)

1. La primera comunidad (Hechos 1,12-2,47)

2. Actividad apostólica de Pedro y Juan (Hechos 3,1-5,11

3. Testimonio y persecución de los apóstoles (Hechos 5,12-42).

II) De Jerusalén a Antioquia (Hechos 6,1-12,25)

1. El grupo de los helenistas (6,1-8,3)

2. Evangelización de Samaría (Hechos 8,4-9,31)

3. Pedro confirma la misión a los paganos (Hechos 9,32-11,18)

4. Evangelización de Antioquía (Hechos 11,19-12,25)

III. De Antioquia a Roma

1. Evangelización de Chipre y Asia Menor (Hechos 13,1-15,35)

2. Evangelización de Grecia (Hechos 15,36-21,14)

3. El camino hacia Roma (Hechos 21,15-28,31)

Capítulo 1 

Verso del 1 al 2

Prólogo. Con este breve prólogo, Lucas enlaza el presente libro al tercer evangelio, como si se tratara de la segunda parte de una gran obra.

Así, la historia de la naciente Iglesia los Hechos queda firmemente enraizada en el ministerio de Yeshúa, el evangelio.

El libro lo dedica a Teófilo, el mismo “querido Teófilo” a quien está dedicado el evangelio (Lucas 1, 3).

“Teófilo” significa en lengua griega “amigo de YEHOVAH”. Todos somos “teófilos” y para todos nosotros escribió Lucas su relato.

Versos del 3 al 5

Promesa del Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo en Hebreo). Antes de comenzar a relatar la historia de la Iglesia, Lucas nos presenta dos etapas intermedias de preparación de los discípulos, una de 40 días en la que Yeshúa resucitado actúa en la comunidad.

Y otra, previa a la venida del Ruaj Hakodesh, que los discípulos dedican a la oración. Entre ambas etapas relata la Ascensión de Yeshúa al cielo.

El tiempo de la primera etapa lo cifra en 40 días, vemos los 40 días de Moisés en la montaña (Éxodo 24, 18; 34, 28).

Los 40 días de Elías peregrinando al monte de YEHOVAH (1 Reyes 19, 8) y los 40 días de las tentaciones de Yeshúa en el desierto (Lucas 4, 2).

Tiempo, de prueba, de duda, de discernimiento y de Fe.

Por esa situación pasaron también los discípulos, todavía desconcertados por el acontecimiento de la resurrección.

Se presentó vivo a los discípulos durante 40 días en diferentes lugares y ocasiones y les continuó hablando acerca del Reino de Yehovah. Algunas ocasiones en las que Yeshúa se mostró a sus discípulos fueron: María Magdalena (Mateo 28,1-10); Once discípulos (Mateo 28,16-20); A siete de sus discípulos, cuando estaban pescando en el Mar de Galilea (Juan 21, 1-9), y A dos de sus discípulos, iban caminando por el Camino que lleva hacia Emaús (Lucas 23,13-32)

Hechos resalta que Yeshúa es una persona viva, el mismo a quien acompañaron por los caminos de Palestina y que fue ejecutado en una cruz, está ahora con ellos, resucitado.

Yeshúa les deja un encargo y una promesa: el encargo de que no se alejen de Jerusalén y la promesa de que dentro de poco serán bautizados con el Ruaj Hakodesh.

Les ORDENÓ que NO SALIERAN esperaran la PROMESA DEL PADRE, hace referencia a la venida del Consolador, el Espíritu Santo.

No fue sugerencia, fue una orden enfática, un mandato que debían obedecer, un imperativo para la Ekklesia en buscar y depender del Ruaj Hakodesh.

Las tribulaciones, persecuciones y angustias por la que atravesaría en los próximos años necesitaban de esa investidura de poder divino para resistir y permanecer firmes en su Fe, llevando a cabo la Gran Comisión.

Versos del 6 al 11

Ascensión de Yeshúa. Lucas es el único autor del Nuevo Testamento que escenifica la exaltación de Yeshúa con una imagen visual de subida al cielo (Lucas 24, 51).

Durante los 40 días antes mencionados, quedó claro que Yeshúa estaba vivo y que era el mismo que ellos habían conocido y con quien habían compartido la experiencia inenarrable de su vida.

Pero ésta era sólo una cara de la resurrección.

La otra cara la explica Lucas con la ascensión: la presencia de Yeshúa entre nosotros sigue siendo real, pero distinta.

La nube que lo oculta mientras subía al cielo no nos está indicando su ausencia, sino una forma distinta de su presencia.

De aquí en adelante, Yeshúa estará presente entre nosotros a través de su Espíritu, cuya misión en la comunidad es ser memoria permanente y dinámica para que no olvidemos lo que dijo y lo que hizo.

Los discípulos no comprenden y especulan sobre la restauración inmediata de la soberanía de Israel (vs 6).

Los discípulos hablan de la restauración política y terrenal de Israel, la liberación de la opresión romana. Yeshúa tenía claro que su misión era establecer un reino espiritual, los discípulos constantemente insistían con la misma idea, por profecías en el A.T. sobre la obra del Mesías que se levantaría y les daría salvación y libertad, Isaías 61, 1-3.

La respuesta que les da Yeshúa en el vs 7, es que nmo les tocaba a ellos saber esas cosas todavía, luego, sin dar más explicaciones al respecto, retoma el tema central de esa última reunión: el Bautismo del Espíritu Santo. Isaías 46, 10

¿Qué promesa les dio Yeshúa a los discípulos? la tenemos en el vs 8. Romanos 8, 2; el Ruaj Hakodesh circuncida nuestros corazones para estar en Comunión con el mismo Espíritu. Isaías 32, 15, Ezequiel 36, 26-27; Joel 3, 1-2.

En vez de preocuparse por la restauración de Israel debían ocuparse de otra cosa, el Espíritu Santo estaba por venir para continuar la tarea iniciada por Yeshúa en la tierra y dotar a los discípulos de poder sobrenatural, capacitándolos para ser testigos eficaces en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.

Termina el relato presentándonos a los discípulos, como pasmados, mirando al cielo y a unos personajes vestidos de blanco que les reprochan: “¿Qué hacen ahí mirando al cielo?” (vs 11).

Los discípulos, luego, regresan a Jerusalén. Allí les espera el duro trabajo de la evangelización inicial.

¿Mientras Yeshúa se elevaba, que promesa le dieron los ángeles?

Vs 9 al 11 Mientras Yeshúa hablaba con ellos, a la vista de todos, fue elevándose hasta perderse en medio de una nube, Yeshúa subió al cielo con su propio cuerpo resucitado. Vinieron a anunciarles que así como Yeshúa se fue, un día volvería, esperanza de mantenerse en santidad y razón para estar preparados para su regreso, para los primeros cristianos y lo para nosotros hoy, Romanos 5, 5 y 1 Tesalonicenses 4, 16-18.

¿Cuántos discípulos estaban reunidos cuando Yeshúa fue llevado arriba?

1 Corintios 15,6 Más de 500 discípulos que lo habían seguido durante su ministerio terrenal. Recordemos para la Ley Civil, basta el testimonio de dos personas para confirmar algo. ¡Aquí hay más de 500 personas!

Versos del 12 al 14

Primer informe sobre la comunidad de Jerusalén. Éste es el primero de los sumarios o resúmenes que Lucas presenta en los Hechos.

Lucas nos presenta aquí el núcleo original de la Iglesia constituida por tres grupos: los once, las mujeres y la familia de Yeshúa.

Lo mismo que al inicio de su evangelio, sitúa en un lugar destacado a María, dice escuetamente que estaba allí.

El libro de los Hechos nos va a demostrar que no había, en el primer grupo de discípulos, absolutamente ninguna discriminación entre hombres y mujeres ante las responsabilidades de llevar adelante la misión de Yeshúa.

Con este primer informe comienza la segunda etapa de preparación para la venida del Espíritu y va a estar dedicada a la oración. Durará nueve días.

Vs 12 Los discipulos venían de las proximidades de Betania de presenciar la Ascensión de Yeshúa, venían desde el Monte de los Olivos, el cual está situado directamente al este de Jerusalén, y se dirigían hacia Jerusalén.

Distaba de Jerusalén “camino de un Shabbat” o “camino de un día de reposo”, es decir, poco menos de 1 kilómetro, distancia que al judío le era lícito caminar en día de reposo sin quebrantar la Ley. La Latinoamericana especifica el tiempo en el vs 12 “que dista de la ciudad como media hora de camino”

En el vs 13 nos muestra que fueron al aposento alto, en el cual vivían los 11 discípulos. Posiblemente el mismo donde se hizo la última cena, que pertenecía a la madre de Juan Marcos (Hch 12,12), donde estaban perseveraban “íntimamente unidos” en la oración.

Se evidencia que están obedeciendo la instrucción, ellos después de un año de discipulado con Yeshúa, saben que la obediencia, rinde frutos de bendición y del Poder sobrenatural del reino. Ejemplo Lucas 5, 4-11, cuando Yeshúa dice a Pedro: “navega mar adentro, y echen las redes”. Por obedecer Pedro obtuvo una pesca sobrenatural, contra todo conocimiento de pesca que él tenía.

¿Quiénes estaban presentes y qué comenzaron a hacer?
Vs 14. “Estaban los 11 discípulos, “con las mujeres” (posiblemente las esposas de los discípulos), María la madre de Yeshúa y sus parientes.

Los parientes de Yeshúa, quienes no creían en Yeshúa como el Mesías hasta luego de su resurrección (Juan 7, 5). Yeshúa se presentó a Jacobo (Santiago) luego de la resurrección (1 Cor 15,7).

Este grupo de discípulos “perseveraban unánimes en oración y ruego”, teniendo presente la orden de Yeshúa de que “esperasen la promesa del Padre” (Hch 1, 4). En obediencia, cumplen la orden de Yeshúa de permanecer en Jerusalén.

La expresión “perseveraban juntos” es preferida por Lucas para destacar la unidad de la comunidad en la oración, en su manera de pensar y en su forma de actuar (Hechos 2, 46; 4, 24; 5, 12; 8, 6).

Ya, desde aquí, nos señala algunas de las características fundamentales a las que toda comunidad cristiana debe aspirar.

Versos del 15 al 26

Elección de Matías y primero discurso de los muchos que contiene el libro de los Hechos.

Pedro dirige la elección del sustituto de Judas, pero es la comunidad la que debe hacer la presentación del candidato.

Era necesario que en el momento de la constitución de la Ekklesía el número de los Doce apóstoles, símbolo de la universalidad de la nueva comunidad de los discípulos de Yeshúa, fuera completado después de la traición y muerte de Judas.

Los símbolos jugaban un papel muy importante en la cultura religiosa de aquel tiempo.

Pedro se levantó como líder natural de los 120 creyentes y comenzó a hablar de lo sucedido con Judas, quien se había ahorcado a causa del remordimiento por haber traicionado a Yeshúa, y sus repercusiones.

Pedro citó la profecía de David en Salmos 109,8-9 para recordar a los creyentes que la traición de Judas no fue una situación imprevista, sino parte del plan de Yehovah, anunciada de antemano en el Antiguo Testamento.

Zacarías 11,12-13. Profecías Mesiánicas, cumplidas en Yeshúa, relacionada con la muerte:
33. Sería vendido por 30 monedas. Verso 12
34. El Dinero sería arrojado al Templo. Verso 13
35. El dinero por la muerte del Mesías sería para comprar un campo. Verso 13

La comunidad es consultada y los candidatos presentados de acuerdo a las condiciones que señala Pedro: que hubiera acompañado a Yeshúa durante su vida pública y que hubiera sido testigo de su resurrección.

Todo se hace en un ambiente de oración.

¿Cuántos discípulos había en ese lugar? ¿Cuántos había en la ascensión? ¿Por qué habrá sido?

Vs 15. Había 120 discípulos en el aposento alto. Según vemos en 1 Corintios 15,6 en el momento de la ascensión, en el Monte de los Olivos, había más de 500 discípulos.

De la multitud que presenció el espectáculo de la ascensión y el Cristo resucitado, sólo 120 decidieron obedecer a Yeshúa y procurar la llenura del Espíritu Santo en el aposento alto, “en lo secreto”.

Esto nos muestra una realidad, y es que, aunque la llenura del Espíritu está al alcance de todos, no todas las personas están dispuestas a buscarla y esperarla.

Hch 1, 18-19 relata la muerte de Judas ¿Cómo fue que murió? Compara con Mateo 27, 3-10.

Vs 18 dice “cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron”, mientras que Mateo 27, 5 dice “salió, y fue y se ahorcó”. Lucas en Hechos dice que cayó de cabeza y Mateo dice que se ahorcó, cada evangelista da su perspectiva, dice lo que vio y oyó.

Ambos relatos podrían ser complementarios (es decir, luego de haberse ahorcado pudo haber caído). Lo que queda claro es que se Judas se suicidó por la culpa.

Vs 21-22., nos muestra los dos requisitos requeridos para quien sería el sucesor de Judas:

1) Haber permanecido fiel a Yeshúa, junto a sus discípulos desde el inicio de su ministerio hasta el fin y

2) haber sido testigo de su resurrección.

Pedro sabe que la restitución de Israel viene a través de las 12 tribus de Jacob y que solo se edificaría la Ekklesia sobre el cimiento que es Yeshúa y sobre Él la promesa del Logos que en Abrahán seria benditas todas las razas de la tierra.

Un testigo no es cualquiera, es uno de adentro, es uno que ha tenido Comunión, es uno que entiende los niveles de Pacto. El que no honra el pacto, no permanece fiel y no es testigo, por tanto, cae en infidelidad y libertinaje.

Vs 23. La asamblea propuso a dos: José y Matías.
En oración pidieron a Yehovah que les muestre su voluntad, echaron suerte sobre ellos y la suerte cayó sobre Matías, quien se unió a los 11 apóstoles para acompañarlos en su tarea (Vs 26).

La elección por suerte era un método bíblico para saber cuál era la voluntad de Yehovah, sobre todo en el Antiguo Testamento (Levítico 16, 8; Josué 17-21 (para la repartición de la tierra); 1 Samuel 14, 42). Es la única vez que se usa este método en el Nuevo Testamento.

Entendamos que aquí la elección no es a través de un método al azar, es una elección por mayoría simple, es un voto entre ellos, por decisión de Yehovah, influenciados por el Ruaj ha Kodesh, ellos permanecían en oración, cortados y apartados.

Nuestras elecciones deben ser basadas en el conocimiento de las muchas promesas de la Palabra de Yehovah, la guía de Yehovah a través de la Palabra y del Ruaj Hakodesh, quien “nos guía a toda verdad” (Juan 16,13).

Vs 25. Dice que Judas cayó del ministerio a causa de su propio pecado, por su falta de arrepentimiento. “lugar que le correspondía” se refiere al destino que le correspondía por su pecado de robo y gravísima traición al Mesías.
Nos deja una gran enseñanza respecto a la necesidad de Santidad y Arrepentimiento de quienes conformamos la Ekklesia del Señor, para que podamos permanecer firmes en su gracia (2 Tim 2, 1).

HAY RELACIÓN DIRECTA DE CÓMO VIVIMOS Y EL LUGAR QUE VAMOS A OCUPAR EN LA ETERNIDAD, CUMPLIÉNDOSE A CABALIDAD EL PRINCIPIO ESPIRITUAL DE SIEMBRA Y COSECHA.

• Judas gozaba de una posición, que le permitía tener Comunión con el sanedrín, conocía su oficio de escriba y de relacionarse con Yeshúa, moviéndose en dos aguas.
• Se debe tener claro que Judas no es víctima, el sabe muy bien lo que está haciendo, aunque escrito estaba que iba a ser entregado, necesariamente no tenía que ser él.
• ¿Quién de ustedes está dispuesto a ser el anticristo, para que el plan de Yehovah de cumpla?
• Judas es un intelectual que ha visto el Poder sobrenatural de Yeshúa y no se convirtió, sino que alimentó su concupiscencia.

Entiendan que el arrepentimiento es natural en uno que cae en pecado sin querer, pero el que cae consciente, No se arrepiente, cuando hay premeditación: NO HAY INOCENCIA PROBABLE.

Según Hechos 1,25 ¿Por qué “cayó Judas”? ¿Qué lección nos deja para la vida? 1 Timoteo 4, 16.

Judas cayó por transgresión, por pecado no arrepentido.

La Biblia nos enseña que la “transgresión” o el pecado de Judas era la avaricia, siendo el tesorero del equipo ministerial de Yeshúa, robaba dinero de la bolsa o los fondos necesarios para que los Doce llevaran a cabo su ministerio.

La práctica o aceptación del pecado serán siempre un lastre en nuestra vida que no nos permitirá florecer en ningún aspecto del Reino de Yehovah y si no cortamos a tiempo y no nos despojamos de él, podemos perder todo lo que tenemos físicamente y espiritualmente, también nuestra Salvación. Hebreos 12,1-4

Por eso Pablo advierte a su discípulo Timoteo: 1 Timoteo 4, 16 “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”

No podemos dar por sentado que no seremos tentados o que no caeremos en tentación. Por tanto:
1. No tener premeditación del mal.
2. No tener concupiscencia con el mal.

Judas no tuvo cuidado de sí mismo, por el contrario, tuvo confianza en sí mismo, confío en sus propios planes, confío en hacer su propio destino y tuvo su cosecha de corrupción y muerte, por No Caminar en la Palabra de Yeshúa.

1 Timoteo 4, 16 “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” En este verso hay tres elementos importantes

1. Consejo: Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina
2. Mandato: persiste en ello
3. Promesa: pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.”

Si a alguien no le tengo confianza es a mí mismo, por ello:

• Debo predicarme la Palabra de Yehovah a diario, poniéndolo a Él en Alta Estima, para mantenerme en el propósito.
• Cuando se tiene confianza en sí mismo se actúa con ligereza y en ese punto estas en la senda del libertinaje, un ejemplo de ello, es confiar que haces tus tareas a última hora y te salen bien, te digo llegará el tiempo que las dejaras de hacer y te desviaras del propósito.
• Por ello, a diario debemos evaluarnos ¿Qué escucho? ¿Qué veo? ¿En qué estoy procrastinando? ¿Cómo es que no me ha dado tiempo de hacer una reflexión?
• La respuesta es simple “Has cambiado el orden de prioridades y Yehovah y Su Palabra: NO OCUPAN EL PRIMER LUGAR EN TU VIDA.

Por tanto, hay dos variables que debes controlar:
1. Hay que olvidarse de tener Confianza en uno mismo, toda la Confianza es en Yehovah
2. Recordar que el estándar de Santidad, solo se logra a través de ser influenciados por la Palabra de Yehovah y no por el mundo, carne y demonio.

Difunde la Palabra de Yehovah No Contaminada

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