Versos del 1 al 2
YEHOVAH DIOS ayuda mandando profetas a que continúen el trabajo nuevamente.
Las palabras del profeta Ageo hacia la comunidad de los exiliados que regresaron es encontrado en el Antiguo Testamento en el libro que está bajo su nombre. El corazón de su profecía se comunica en Ageo 1, 2-10.
Los dos profetas que proclamaron su mensaje en Jerusalén aparecieron de la gran depresión.
No se confirmaron en la cresta de una ola o un renacimiento religioso, como sus voceros para darle expresión.
Algunas de las profecías de Zacarías, también están grabadas para nosotros en el libro de Zacarías.
Las profecías de Ageo eran un estímulo directo para que regresaran rápidamente a la construcción del Templo, las profecías de Zacarías iban directamente a la condición espiritual de los exiliados que habían regresado.
El nombre Zacarías significa “El Señor Recuerda” y es el nombre adecuado para un profeta de restauración.
Este profeta fue llamado a animar y movilizar al Templo de YEHOVAH DIOS, para cumplir la obra que ellos comenzaron, pero perdieron el impulso para terminarla.
Él los animó directamente diciéndoles acerca del cuidado que YEHOVAH DIOS tiene por ellos y por mantener la Presencia del Mesías en sus mentes.
trabajaba con otros, notablemente Ageo, Zorobabel y Esdras, les avisó de las consecuencias de abandonar la obra de YEHOVAH DIOS y se enfatizó en que YEHOVAH DIOS quiere hacer una obra a través de Su pueblo.
El trabajo de estos profetas era efectivo y ayudaba al pueblo a reordenar sus prioridades y resumir el trabajo de la reedificación del Templo, comenzaron a reedificar la casa de YEHOVAH DIOS.
Este verso también nos indica que su trabajo fue más allá de solo profetizar, ellos también participaron y ayudaron con la reconstrucción del Templo.
Darío llegó al trono en tiempo de conflicto y dificultad.
Por consecuente, los judíos de Jerusalén comenzaron la obra, sin recibir ningún permiso de él e hicieron todo esto cuando él estaba demasiado ocupado, peleando por su trono como para atender los problemas de un pueblo chico y distante.
Versos del 3 al 5
YEHOVAH DIOS ayuda protegiendo la obra y permitiendo que continúe.
Tatenay gobernador del otro lado del río, puesto por el Rey de Persia para gobernar sobre la provincia la cual incluía Judea.
Él y sus compañeros querían saber por qué la obra del Templo y del muro se habían terminado.
Hay algo que mencionar del nombre de Tatenay probablemente y oficio en un grabado babilónico de 502 a.C. el cual habla de “Ta-at (-tan-ni) gobernador de Ebernari”, del otro lado del río.
Ellos también preguntaron “¿Cuáles son los nombres de los hombres que hacen este edificio?”. Entonces, de manera educada, se les fue dado el nombre de los hombres.
Esto fue registrado por Esdras para demostrar que no había ni la más remota rebelión sobre los judíos que habían regresado.
De ninguna manera estaban intentando revelarse ante las autoridades del Rey de Persa.
Le bendición de YEHOVAH DIOS estaba sobre ellos, para que la obra, fuera resumida bajo la respuesta de los profetas de YEHOVAH DIOS, no tuvo que detenerse casi en cuanto se inició.
El trabajo continuaba y esta bendición fue una confirmación de la mano de YEHOVAH DIOS sobre Sus profetas.
Esto era bueno por dos razones. Primero, la naturaleza de la burocracia y el servicio postal lento significaba que el trabajo podía continuar por un tiempo.
Segundo, ellos podían orar y confiar en que YEHOVAH DIOS guiaría al Rey Darío a tomar una decisión favorable.
Verso 6
La dirección de la carta, como un buen administrador, Tatenay no solo envió la carta a Darío, también guardo una copia la cual logró llegar al registro de Esdras.
Versos del 7 al 17
En estos versos vemos el mensaje de las cartas. En esta carta, Tatenay parece relatar la situación justamente desde su perspectiva. Sin prejuicio ni malicia, él le cuenta el asunto al Rey Darío.
Las piedras grandes tal vez despertaron un sospecho en Tatenay, le hicieron preguntarse a el mismo si los Judíos estaban construyendo un Templo o una fortaleza.
Esto lleva a muchos a pensar que Sesbazar en realidad es otro nombre para Zorobabel y que Tatenay usaba este nombre porque sería más probable de aparecer en los registros, que en un futuro serian buscados.
Respetuosamente, Tatenay preguntó al Rey Darío que investigara el asunto, para determinar si la reedificación del Templo y Jerusalén era sancionado realmente.