Mosqueteros de Yehovah

Esdras Capítulo 4

Versos del 1 al 2

La oferta a una Alianza peligrosa.

Judá no estaba completamente deshabitada en las dos generaciones del cautiverio.

Había una descendencia remanente de los más pobres y bajos de la tierra que se había abandonado en el exilio, combinados con los pocos que se habían movido a un área grande y desolada.

Estas personas no estaban felices que Judá y Benjamín habían regresado a Judá y por eso, ellos eran enemigos.

Estos son los Samaritanos primitivos, los que fueron traídos a las tierras del reinado de Israel actual, después de la caída hacia los asirios, quienes se casaron entre sí con los que quedaron del exilio.

En las dos generaciones del exilio después de la caída del reino de Judá, también se habían expandido un poco a la tierra de Judá.

Los samaritanos continuaron como un pueblo hasta los tiempos del Nuevo Testamento.

Ya que los samaritanos tenían una conexión con el pueblo de Israel, su fe era una combinación de la Ley y rituales de la Ley de Moisés y varias supersticiones.

El ruido de la ceremonia de dedicación al final de Esdras 3, tomó la atención de estas personas dispersas, señalándoles que los judíos que habían regresado se tomaban muy enserio el restablecimiento de su presencia permanente en Judá.

Estos Samaritanos, querían ser compañeros en la construcción del Templo, pero aun así no dejaban de ser enemigos. Querían ayudar en la construcción del Templo para arruinarlo o para manejarlo a su conveniencia.

Su conducta posterior era tan amargamente malhumorada, que fueron llevados a pensar que ellos debían tener alguna intención egoísta desde el principio.

La propuesta de unirse para construir el Templo era de interés política, porque en las ideas antiguas la cooperación en la construcción de un Templo era incorporación a una unidad nacional.

El cálculo, sin duda, era que los que habían regresado del exilio podían unirse con samaritanos de los cuales había mayor cantidad, prontamente serian absorbidos entre ellos.

Verso 3

Zorobabel reúsa su oferta correctamente, es muy importante ver que su respuesta fue unificada. Todos los que habían regresado del exilio habían acordado en dar esta respuesta a los samaritanos.

Unidos en una sola voz, rechazaron la ayuda de los samaritanos. Hicieron esto sabiendo que tenían permiso, hasta el mandato del Rey Ciro y sabían que carecían de recursos humanos y financieros.

Era un importante paso de Fe el rechazar la asociación, que pudo haber sido de mucha ayuda.

En circunstancias débiles o de inicio al construir, hay una tentación muy seria de aceptar cualquier ayuda e ignorar los peligros de asociaciones imprudentes e impías.

Hombres de Fe han cometido este error a menudo y se han asociado con otros que no comparten su Fe y por lo tanto, en el sentido más profundo se oponen a sus empresas.

Estos líderes no fueron engañados, ellos ya habían detectado el peligro.

Versos del 4 al 5

Esta respuesta al rechazo de asociarse reveló sus intenciones malvadas.

Si no podían atacar el trabajo a través de una alianza destructiva, tendrían que atacar la obra desalentando a los trabajadores, causándoles problemas y cabildeando contra ellos en la corte del Rey Ciro.

“Desalentar” literalmente significa “debilitar las manos”, un modismo hebreo (Jeremías 38, 4).

Esta sección desde el verso 4 al 23 es una visión amplia de la Resistencia del samaritano para trabajar en la reconstrucción del Templo y la ciudad de Jerusalén, extendiéndose hasta los tiempos de Nehemías.

Es una sección en sí misma, interrumpiendo un poco el flujo del texto.

Si quitamos esta sección y simplemente leemos desde el verso 3 al verso 24, podemos ver que el trabajo en la reconstrucción del Templo, fue interrumpida por varios años durante el reinado de Ciro rey de Persia y hasta el reinado de Darío rey de Persia.

Hay otros dos reyes descritos en este capítulo, Asuero es Jerjes, quien reinó entre 485 y 465 a.C. y Artajerjes I quien reino entre 464 y 424 a.C.

Aun después de que el Templo fue terminado bajo Zorobabel, los samaritanos continuaron ejerciendo oposición al trabajo de la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén y esta resistencia continua sigue siendo brevemente relatada en la sección de Verso 4 al 23.

Verso 6

La Resistencia bajo el reinado de Asuero (485-465 a.C.). Los adversarios samaritanos contra el pueblo de Judá, buscaron detener el trabajo de esta manera al mal influenciar al rey en contra de los trabajadores.

Esto demostró un verdadero espíritu emprendedor entre los adversarios del pueblo de YEHOVAH DIOS.

Estaban equivocados, pero ellos eran energéticos y emprendedores en su trabajo equivocado.

Asuero, es el mismo Rey que conoceremos en el libro de Ester. Al mencionarse aquí, simplemente nos hace saber el tiempo que ha trascurrido, el cual todavía no había cesado el esfuerzo del enemigo.

Pero evidentemente nada salió de este atentado diferente de retrasos en la reconstrucción de Jerusalén.

Versos del 7 al 16

La resistencia bajo el reinado de Artajerjes I (464-424 a.C.). Empezando en Esdras 4, 8 y continuando hasta 6, 18, todo está escrito en arameo, en vez de hebreo. Esdras 7, 12-26 también está escrito en arameo.

La carta probablemente fue dedicada a un escriba persa, quien la tradujo y la transcribió al arameo.

Esto indica que el trabajo del cual se quejaban no era el de la reconstrucción del Templo, porque ese trabajo ya estaba terminado.

Esta era una Resistencia hacia el trabajo de la reconstrucción de la ciudad y sus muros.

Sabemos que el Templo fue terminado antes por varias razones.

Una es que sabemos que el mismo Zorobabel quien dio inicio a la obra también la vio terminada (Zacarías 4, 9).

Otra es que algunas personas quienes vieron el glorioso Templo de Salomón, también vivieron lo suficiente para ver el templo de Zorobabel terminado (Ageo 2, 3).

No es necesario enfatizar que los muros y los cimientos son los de la ciudad y no del Templo, pero ambas obras son confundidas a menudo.

Para el reinado de Artajerjes, el Templo ya había estado de pie por medio siglo.

No pagarán tributo, impuesto y rentas, era una mentira y una falsa acusación. Recordaron los pecados anteriores de Jerusalén la ciudad rebelde y mala y los atribuyeron a los exiliados escarmentados que habían regresado.

Acomodaron sus palabras hábilmente para reclamar que estaban apoyando y protegiendo al rey.

Su ataque por medio de la carta fue hábil, llena de mentiras y verdades. Era cierto que Jerusalén era un pueblo con un pasado pecaminoso, aun así, con estos exiliados que regresaron, verdaderamente era el pasado y no el presente.

Sin embargo, esa verdad fue irrelevante por causa de una gran mentira, que los judíos y los obreros de Jerusalén tenían una intención de rebeldía.

Versos del 17 al 23

El rey manda a que se detenga el trabajo hasta Nuevo aviso.

La carta samaritana fue hecha a base de verdades y mentiras, aquí el Rey de Persia se enfocó en la verdad de la carta, el pasado pecaminoso y trágico de Jerusalén.

Artajerjes I notó que en tiempos pasados hubo reyes poderosos en Judá, quienes habían tenido el poder para cobrar impuestos e imponer tributo en sus vecinos.

En su mente, significaba que Judá tenía el potencial para regresar a su poderoso pasado.

“Dominaron en todo lo que hay más allá del río”, es el Éufrates.

Ambos David y Salomón cargaron su dominio sobre este río, 2 Samuel 8, 3 en adelante y 1 Reyes 4, 21, donde está dicho, Salomón reinó sobre todos los reinos desde el río Éufrates, hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto.

La carta de los samaritanos adversarios tuvo éxito. Artajerjes Rey de Persia, probablemente el hombre más poderoso del mundo en ese tiempo, mandó a que se detuviera la obra.

Los adversarios aprovecharon a máximo el decreto de Artajerjes y lo usaron para detener la obra por completo.

Verso 24

El previo en la reconstrucción del Templo en los días de Darío es considerado nuevamente.

A través de los diferentes tipos de tácticas mencionadas por los samaritanos, en el amplio estudio los versos del 4 al 23, estos adversarios lograron interrumpir la obra por más de 15 años.

La frase “así fue”, a simple vista nos apuntaría al verso mencionado anteriormente, pero solo tendría sentido si se retomara del verso 5, el cual fue interrumpido por un gran paréntesis del verso 6 al 23. El tiempo se regresa al de Zorobabel.

“Hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia”, nos demuestra que la obra no se detuvo por siempre.

A pesar de que los adversarios atacaron por medio de asociación subversiva y mintiendo a las autoridades y aunque parecían tener éxito con su segunda táctica, no tuvieron victoria sobre YEHOVAH DIOS y Su pueblo.

Su única Victoria fue retrasarlo pero no derrotarlo.

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