Verso 1
Este era un mes especial en el calendario espiritual de Israel. Mes séptimo celebraban el Día de la Expiación, Fiesta de las Trompetas y Fiestas de los Tabernáculos.
Este era un acto de obediencia alentador entre los exiliados que regresaron, en un tiempo de pocos recursos y gran trabajo por hacer, se tomaron el tiempo y dinero para observar los comandos y reunirse en Jerusalén para los grandes festejos.
Versos del 2 al 3
El Altar es reconstruido en un cimiento antiguo.
Josué y Zorobabel, eran los líderes en el proyecto de reconstrucción, comenzando su trabajo con la construcción del altar afuera del Templo en el monte de Jerusalén.
Fuera del escombro del Templo destruido y de sus canchas, ahora estaba un altar listo para recibir sacrificios de parte del pueblo como un conjunto y de individuos quienes traían sus ofrendas.
Es muy importante el hecho que edificaron el altar en Jerusalén, en la misma tierra donde una vez habían habitado.
En la mente Judía, solo había un lugar en donde el altar y el Templo podía estar, en el Monte Santo de YEHOVAH DIOS (Salmo 2, 6; 99, 9) en Su Tierra Santa (Zacarías 2, 12).
Josúe era el nieto de Seraíasel sumo sacerdote, condenado a muerte por Nabucodonosor, 2 Reyes 25, 18.21.
Este Jeshúa o Josué fue el primer sumo sacerdote después del cautiverio.
Mucho antes de que pudieran reconstruir el Templo, sabiamente comenzaron por construir el altar para holocaustos y otros sacrificios.
Ellos edificaron el altar es lo primero que hicieron porque era lo más fácil y rápido que podían construir. Comenzamos un buen trabajo cuando hacemos lo que podemos.
Al edificar este Altar anunciaban formalmente su presencia y proclamaban su intención de reconstruir el Templo.
Al colocar el altar sobre su base, encontraron los cimientos viejos del altar anterior y construyeron el altar nuevo exactamente sobre el mismo lugar del viejo, las cuales se remontaban al altar de David en la era de Arauna (2 Samuel 24, 16-19).
La posición central del Altar, establecido sobre sus cimientos antiguos fue esencial para ellos, como lo es para nosotros.
Nosotros tenemos un altar (Hebreos 13, 10), la cruz de Yeshúa Ha Mashiaj, puesto sobre los cimientos antiguos. El altar era para ellos, lo que la cruz es para nosotros.
Versos del 4 al 6
Esta Gran Fiesta, una de las tres fiestas mayores de YEHOVAH DIOS, celebraba la fidelidad de YEHOVAH DIOS hacia Israel durante su viaje por el desierto de Egipto hacia la Tierra Prometida.
Durante esta Fiesta a las familias de Israel, gobernadas por YEHOVAH DIOS, se les ordenó como pacto perpetuo el “acampar” en tiendas temporales, recordándose cómo vivieron los antepasados durante el éxodo.
En este contexto, cuando regresaban a ciudades destruidas, estaban forzados a vivir de esta manera hasta que se pudiera reconstruir propiamente. La Fiesta de los Tabernáculos tenía un significado muy especial para los judíos que habían regresado a Judea.
La Luna Nueva marca el primer día del mes y es un día santo (Números 28, 11-15).
Verso 7
Los preparativos para la reconstrucción del Templo.
Una vez que comenzó la restauración del Altar de sacrificios, siguieron con el montaje y contratando a los trabajadores que necesitaban para construir el Templo.
Los árboles de cedro del Líbano eran legendarios por su madera excelente.
Esto significa que querían usar el mejor material en la construcción y el mismo material que Salomón uso cuando se hizo el primer Templo (1 Reyes 5, 6), aunque ellos tenían mucho menos recursos que Salomón.
Conforme a la voluntad de Ciro rey de Persia, este permiso no solo era el permiso legal para construir el Templo, sino que también incluía apoyo económico de la tesorería real.
Demostrando que se utilizaba dinero de los gentiles para comprar el material del Líbano gentil, para construir el segundo Templo.
El Templo de Salomón uso material gentil y trabajadores gentiles, YEHOVAH DIOS dirigió la construcción del segundo Templo, para que se construyera con cooperación de los gentiles.
Versos del 8 al 11
Gran gozo y alabanza mientras comienza el trabajo, el trabajo parecía iniciar lo más pronto que se pudo, teniendo en cuenta los preparativos logísticos descritos en Vs 7.
Significativamente, esta cita fue llamada la casa de YEHOVAH DIOS en Jerusalén antes que el Templo fuera edificado y mientras el templo actual estaba en ruinas.
La Ley de Moisés mandaba que los Levitas comenzaran con su servicio a los treinta años de edad (Números 4, 1- 47).
David cambió el inicio de partida para que los Levitas sirvieran a los veinte años de edad (1 Crónicas 23, 24). Bajo el liderazgo de Zorobabel y Josué, adoptaron la práctica revisada por David.
Después que los albañiles del Templo de YEHOVAH DIOS echaron los cimientos, se presenta una escena memorable.
Los sacerdotes eran vestidos en sus ropas, los músicos estaban listos para que alabasen a YEHOVAH DIOS con instrumentos y alabanzas y ellos cantaban, alabando y dando gracias a YEHOVAH DIOS en una presentación organizada.
En general, la descripción combina con la ceremonia masiva y elaborada dedicada para el Templo que hizo Salomón (2 Crónicas 5, 13), excepto que en circunstancias mucho más humildes.
Era una ocasión apropiada y llena de gozo. Desde la destrucción del primer Templo bajo la conquista Babilónica, no había un lugar propio para hacer los sacrificios y alabanzas para la gente de Israel.
Otro paso importante se había tomado en el proceso difícil y largo, de la reconstrucción de alabanza y servicio Bíblico a YEHOVAH DIOS.
Esta vez, no había un Arca, ni gloria visible, tampoco había un Templo, solo unos comienzos y eran muy pequeños.
Pero YEHOVAH DIOS está entronado en las alabanzas de Israel y esto podía ser tan glorioso como lo que hizo Salomón.
Versos del 12 al 13
Las reacciones mescladas entre el pueblo, los líderes de edad avanzada que habían visto el primer templo lloraron en alta voz al ver los cimientos del nuevo Templo, nunca se podría comparar con la gloria del primer Templo.
Después de todo, el Rey Salomón había gastado la moderada cantidad estimada de $5 a $8 billones en la construcción del primer Templo.
También recordaron el horrible fin del primer Templo y estos combinados con el gozo de la restauración, formaron sentimientos encontrados en estos hombres de edad avanzada.
En contraste, los más jóvenes, que no tenían ningún recuerdo del primer Templo, solo se llanaban de gozo al ver este paso tan importante en la restauración del Templo y su alabanza.
“Los gritos de alegría se mezclaron con el llanto”, esta expresión demuestra la profundidad de los sentimientos encontrados entre el pueblo.
Esta escena debió haber sido muy interesante, todo un pueblo, una parte llorando en voz alta con tristeza y la otra gritando con gozo, ambos al mismo tiempo y en ambas partes se sentía el mismo interés.