Versos del 1 al 4
David organizó su ejército, bajo tres divisiones bajo el liderazgo de Joab, Abisai e Itaí de Gat.
Él sabía que el comandante debía estar afuera, en la batalla, ya no quería repetir el error anterior de no salir a la batalla, cuando debió haberlo hecho (2 de Samuel 11,1).
El pueblo alrededor de David, tuvo tres razones para no permitirle ir a la batalla con el resto del ejército:
Porque su vida era más valiosa “vales tanto como diez mil de nosotros”, podía traer reservas si se requería, “será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad” y porque ellos entendían, que sería difícil para David pelear contra su propio hijo Absalón.
David fue sabio, se sometió al buen consejo de los que lo rodeaban y no renunció a su liderazgo.
Ellos estaban dispuestos a exponerse al peligro y a sacrificarse, por el beneficio de su rey.
Esta devoción a David, es un ejemplo para los que creemos, en ser devotos al Rey de reyes, Yeshúa Ha Mashiaj.
Verso 5
David quería, que todos supieran que Absalón debía ser capturado vivo, sin maltratarlo, dio esta orden en presencia de todo el pueblo.
Versos del 6 al 8
Los que eran leales a David, pelearon contra Israel, porque fueron seducidos por el carisma y poder de Absalón.
El experimentado liderazgo de David y de sus capitanes, les dio la victoria, tomando lugar en el terreno, donde la experiencia y el valor de cada soldado, contaba más que los números.
Esta frase implica, que YEHOVAH DIOS peleó por David de forma inusual, los soldados leales a Absalón, parecieron ser “tragados” por el bosque.
Se asume, que cuando el ejército fue derrotado, se dirigieron a los bosques, cayeron en pozos, pantanos, quedando atrapados, cortados por los hombres de David, el Caldeo, Siriaco y Árabe, afirman que fueron devorados por bestias salvajes en los bosques.
Versos del 9 al 17
La vanidad de Absalón, lo puso en batalla contra del sabio consejo de Ajítofel (2 de Samuel 17, 1-14).
Absalón, no se veía como un gran general, cabalgando en un mulo, él era reconocido por su apariencia y su suntuoso cabello (2 de Samuel 14, 25-26).
Lo que antes fue su gloria, ahora fue su maldición.
Absalón se enredó literalmente con su propio cabello, entre los frondosos árboles del bosque.
Cuando se le reportó a Joab, se preguntó por qué el hombre no mató a Absalón inmediatamente y el hombre respondió que no lo hizo, por obediencia y fidelidad a David.
Joab, insistió en que daría dinero y promoción, al que matara a Absalón “Me hubiera placido darte diez siclos de plata y un talabarte”. Sin embargo, se rehusó a hacerlo.
El “talabarte militar”, era el ornamento principal de un soldado, altamente valorado en todas las naciones antiguas, un generoso regalo de un cacique hacía otro.
Joab no titubeó al matar a Absalón, a pesar que sabía que David le había ordenado no hacerlo, estaba convencido que era lo mejor para David y para Israel en justicia y sin misericordia.
“Absalón solo recibió lo que merecía”, era un asesino, traidor y violador. Joab sabía, que David era generalmente indulgente hacia sus hijos y nunca castigaría a Absalón.
Había visto, las acciones de falta de disciplina de David hacia sus hijos. Por los mejores intereses del reino, su mano se levantó para asesinar a Absalón.
Podríamos decir, que Joab estaba en lo correcto, pero no estaba bien. Estaba en lo correcto entender, que era mejor para David y para todo Israel, que Absalón muriera.
No estaba bien al desobedecer al rey David, la autoridad designada por YEHOVAH DIOS, que estaba sobre él.
Por lo que vivió David con el rey Saúl, vemos que YEHOVAH DIOS puede lidiar con aquellos que están en autoridad y no necesitamos desobedecerle, a menos que sea ordenado por las Escrituras o por una conciencia limpia.
La acción de Joab fue vil, desleal y cobarde asesinato.
Absalón recibió lo que se merecía y Joab tendría que responder, por lo que hizo ante YEHOVAH DIOS y eventualmente ante David (1 de Reyes 2, 5-6).
Absalón, aún no moría después de los tres dardos, corazón es una referencia general a la parte media del cuerpo, en vez de un órgano interno específico.
Joab, quería asegurarse de que el cuerpo de Absalón, no fuera conmemorado como inspiración para otros seguidores o futuros rebeldes, el ejército de Absalón estaba en completa retirada.
Verso 18
Absalón, un hombre egocéntrico no tuvo monumento en su muerte, Joab se aseguró de ello, porque Absalón se hizo un monumento en vida.
Él tuvo tres hijos, se infiere que murieron antes que él (2 de Samuel 14, 27).
Versos del 19 al 27
Ajimaas, quería llevarle a David las noticias de la victoria de Israel y de la muerte de Absalón. Joab, no quería que Ajimaas, hijo de Sadoc fuese mensajero de malas noticias.
Pero Ajimaas fue más rápido que el otro mensajero, como el mensajero era alguien que David conocía, asumió que eran buenas noticias “Ese es hombre de bien, y viene con buenas nuevas”.
Versos del 28 al 32
David, debió estar más preocupado por Israel como nación, que por su hijo traidor, su pregunta es un ejemplo de conexión entre padre e hijo, así como la hay entre YEHOVAH DIOS nuestro Padre y sus hijos.
Comparado con el etíope, Ajimaas era un mejor corredor, pero un peor mensajero porque no conocía bien su mensaje, la principal responsabilidad del mensajero, es recibir y dar correctamente el mensaje.
Sin decirlo directamente, el Etíope le dijo a David que Absalón había muerto.
Capítulo 19. Verso 1
La idea Hebrea de “se turbó”, implica un violento temblor del cuerpo. David, se sintió completamente deshecho, cuando escuchó las noticias de la muerte de Absalón.
David, se turbó porque sabía que él proveyó la tierra, donde esta tragedia creció, de su indulgente crianza, del pecado con Betsabé y asesinato de Urías.
YEHOVAH DIOS le prometió a David, “por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. . . He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa” (2 de Samuel 12, 10-11).
Por lo tanto, proveyó la tierra que vino de sus deseos y pasiones, rebeliones más pequeñas contra YEHOVAH DIOS, pero, cuyos pecados y debilidades fueron magnificados en sus hijos.
La pena de David nos muestra, que no es suficiente que los padres entrenen a sus hijos, para ser consagrados, primero deben entrenarse a sí mismos en consagración.
Se deben aprender las lecciones de responsabilidad parental, no solamente en entrenar a nuestros hijos, sino en el temprano entrenamiento de nuestras vidas, por el bien de ellos.
David lloró tanto por Absalón, vio sus propios pecados, sus debilidades y su rebelión exageradas en Absalón, tuvo un “gemido de angustia sobre un hijo muerto”. Cinco veces repite las palabras “mi hijo”.
No es solo la repetición, el padre reconoció la responsabilidad que tenía por su hijo.
Es como si dijera “es mi hijo, sus debilidades son mis debilidades, sus pasiones son mis pasiones, sus pecados son mis pecados”.
David, quería morir en lugar de su rebelde hijo. Lo que David no pudo hacer, YEHOVAH DIOS lo hizo, morir en lugar de pecadores rebeldes.
El llanto de David, es como escuchar el llanto de YEHOVAH DIOS, por sus hijos perdidos, rebeldes y Su deseo de restaurar, de perdonar.
Me enternece el final de este capítulo, porque generalmente pensaría: Absalón murió porque era un hombre perverso y así tenía que ser. Pero vemos aún como el corazón de David es semejante al de YEHOVAH Dios al llorar por Absalón y desear haber podido morir en lugar de él; aunque fuera un hombre perverso y pecador, su condición de Padre buscaba ponerse en su lugar para prodigarle en bien y no el mal. Aún más, esto es lo que hace YEHOVAH por sus hijos, sin importar la condición que tengan, su amante condición ha provisto la redención para que ninguno muera y todos vuelvan a la comunión con Él a traves de YESHUA HA MASHIAJ.
Gloria a YEHOVAH!