Mosqueteros de Yehovah

2 Reyes Capítulo 4

Versos del 1 al 7

Inicialmente, la escritura nos presenta a esta mujer, la esposa viuda de uno de los hijos de los profetas, tenía deudas y ningún medio para pagarlas.

El sistema legal en Israel no permitiría aquí declararse en bancarrota, ella tenía que dar a sus hijos como siervos temporales a su acreedor, como pago por sus deudas.

A pesar de lo inhumano que esto pudiera parecer, el acreedor estaba dentro de sus derechos, porque la Ley Mosaica permitía esclavizar al deudor y a sus hijos a más tardar hasta el año del Jubileo, para poder así pagar la deuda con trabajo.

Hay evidencia aquí que esta vasija no era un suministro grande para la cocina, sino una vasija más pequeña, que se utilizaba solo para el aceite para ungimientos.

Eliseo hizo que esta mujer se comprometiera en “Obediencia”, con la provisión de YEHOVAH DIOS.

El pedir vasijas prestadas, de esta manera daba pie a preguntas incómodas, pero ella, hizo como la Palabra de YEHOVAH DIOS, que a través de su profeta, se lo ordenó.

Eliseo le dijo a la mujer que tomara lo que tenía, una vasija de aceite, todo lo que tenía y que lo echara en Fe sobre las vasijas prestadas.

Mientras ella hacia esto el aceite milagrosamente siguió saliendo de la vasija original, hasta que todas las vasijas prestadas estuvieron llenas. Al final, ella tenía mucho aceite.

El milagro fue dado de acuerdo a la medida de su Fe, previa al pedir vasijas prestadas.

Ella pidió suficientes vasijas prestadas como para que el exceso de aceite fuera vendido y proveyera el dinero para pagar la deuda al acreedor y para proveer para el futuro.

Si hubiera pedido más, más le hubiera sido provisto, si hubiera reunido menos, menos le hubiera sido provisto.

Versos del 8 al 17

Esta notable relación entre Eliseo y la mujer Sunamita inició cuando la mujer buscó hacer algo por el profeta.

Eliseo no buscó nada de esta mujer, ella eventualmente lo empezó a invitar insistentemente a que comiese como un invitado de su hospitalidad.

La mujer Sunamita, entonces, buscó hacer más por el profeta. Con la aprobación de su marido, construyeron un cuarto para que Eliseo se quedara en sus frecuentes viajes sobre esa área.

Para esta mujer estéril, la promesa parecía muy buena para ser verdad. El estigma asociado con la esterilidad era duro en el mundo antiguo y este hijo prometido sería la respuesta al anhelo de su corazón y eliminaría el estigma de la esterilidad.

La mujer que tan generosamente había provisto cosas materiales para el profeta de YEHOVAH DIOS, ahora era bendecida por el YEHOVAH DIOS del Profeta, Bendecida mucho más allá de las cosas materiales.

Versos del 18 al 37

Este era el hijo otorgado por una milagrosa promesa, en recompensa al fiel servicio de la mujer Sunamita.

El niño murió trágicamente en las piernas de su madre, después de un breve tiempo de aflicción.

Esto pone a prueba la Fe de la mujer, quien se preparó para la resurrección del niño, no para su funeral.

La mujer Sunamita no quería que Eliseo se enterara de su pena a través de su ayudante Guejazí.

Ella quería que el hombre de YEHOVAH DIOS lo escuchara de sus propios labios y sintiera su pena.

Eliseo parecía desconcertado de que esta mujer, por quien posiblemente el oraba con frecuencia, estuviera en una crisis que le fuera oculta.

En vez de ir él mismo directamente, Eliseo envió a su siervo Guejazí con su báculo o bastón.

Esto parece seguir el patrón anterior en el ministerio de Eliseo, no hacía cosas por la gente directamente, sino que le daba la oportunidad de trabajar con YEHOVAH DIOS y que confiaran en ÉL por sí mismos.

YEHOVAH DIOS le dijo a la alianza de reyes que cavaran estanques (2 de Reyes 3, 16).

YEHOVAH DIOS le dijo a la viuda que juntara vasijas y que echara el aceite ella misma (2 de Reyes 4, 1-7).

Puede ser que la mujer Sunamita haya fallado bajo esta prueba, porque pensó que el poder para sanar estaba más conectado con Eliseo mismo y se negó a abandonar su presencia, “no te dejaré”.

El niño no fue sanado por el toque del báculo, aunque hipotéticamente el niño pudo haber sanado solo con el báculo, si la Sunamita hubiera recibido esta promesa con Fe total.

YEHOVAH DIOS sanó al hijo de la Sunamita en respuesta a la oración de Eliseo, quien oró siguiendo el ejemplo de su mentor Elías (1 de Reyes 17, 20-23).

Aunque los milagros en su mayoría eran hechos en un instante, algunas veces eran hechos por grados, como aquí y en 1 de Reyes 18, 44-45 y Marcos 8, 24-25.

Versos del 38 al 41

La hambruna mencionada en el Vs 38 pudiera ser la de siete años de 2 de Reyes 8, 1-3.

Eliseo experimentó la responsabilidad especial de ayudar en esta situación, porque les dijo a los hombres que reunieran los ingredientes para el potaje y ellos recogieron las uvas silvestres que envenenaron el potaje.

No había nada inherentemente purificador en la harina que Eliseo puso en la olla. La verdadera purificación fue una obra milagrosa de YEHOVAH DIOS.

Versos del 42 al 44

Estos habían sido traídos a Eliseo como panes de Primicias Vs 42. Normalmente estas porciones eran reservadas para YEHOVAH DIOS (Levítico 23, 20) y los sacerdotes Levitas (Números 18, 13; Deuteronomio 18, 4-5).

Debido a que la religión del reino del norte era apóstata, los panes habían estado siendo llevados por su dueño, al que él consideraba ser el verdadero depósito de la verdadera doctrina de YEHOVAH DIOS en Israel.

Es un milagro, que anticipó el milagro de Yeshúa Ha Mashiaj de alimentar a los 5.000, Eliseo ordenó que una pequeña cantidad de pan fuera servida a los cien (100) hombres.

YEHOVAH DIOS prometió no solo proveer, sino proveer más allá de la necesidad inmediata. Eliseo confió en la promesa de YEHOVAH DIOS, actuó en base a ella y vio la promesa milagrosamente cumplida.

“¿Qué pueden hacer estos pocos panecillos para alimentar a cien hombres?”, Ellos olvidan que YEHOVAH DIOS puede multiplicarlos.

Ustedes limitan al Santo de Israel. ¿Ustedes creen que él necesita nuestros números? ¿Ustedes creen que él depende de la fuerza humana?.

Olvidamos con frecuencia que nuestra debilidad, es una mejor arma para YEHOVAH DIOS que nuestra fortaleza

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1 comentario en «2 Reyes Capítulo 4»

  1. Este capítulo ha sido de gran deleite y provecho para mi. Ha retado mi fe a ser ejercitada con diligencia porque es esto lo que desata el poder de YEHOVAH sobre nuestras vidas!!!!

    “Si hubiera pedido más, más le hubiera sido provisto, si hubiera reunido menos, menos le hubiera sido provisto.”
    “El niño no fue sanado por el toque del báculo, aunque hipotéticamente el niño pudo haber sanado solo con el báculo, si la Sunamita hubiera recibido esta promesa con Fe total.”

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