Mosqueteros de Yehovah

Tobías Capítulo 6

Versos del 1 al 13

Tobías es salvado por el ángel, al partir seguido del perro, e hizo su primera parada junto al río Tigris. Cuando salió para lavarse los pies, he aquí que un pez enorme se lanzó sobre él para devorarlo.

Veremos cuántos bienes saca YEHOVAH DIOS de este aparente mal. El pez sería el llamado lucio o un esturión.

En el Tigris abundan los grandes peces, cuya repentina aparición puede causar espanto.

Viéndolo Tobías se asustó y dio un gran grito, diciendo: “¡Señor, que me embiste!” El ángel le dijo: “Agárralo de las agallas, y tíralo hacia ti”.

Lo hizo, y arrastrando lo sacó a lo seco, y el pez empezó a palpitar a sus pies.

Entonces le dijo el ángel: “Desentraña ese pez, y guarda su corazón, la hiel y el hígado, pues estas cosas son necesarias para hacer útiles remedios.”

Hizo así, y asó parte de la carne del pez, que llevaron para el camino. Después salaron el resto para que les sirviese hasta llegar a Ragués, ciudad de los medos. En vez de Ragués debe leerse con el griego “Ecbátana” Tobias 3, 7.

Comían el pescado asado tal como lo preparó Yeshúa Ha Mashiaj en Juan 21, 9-13.

Entonces Tobías preguntó al ángel diciendo: “Dime, te ruego, hermano mío Azarías, ¿Qué virtud curativa tienen estas partes del pez, que me has mandado guardar?” A lo que respondió el ángel, y le dijo:

“Si pones sobre las brasas un pedacito del corazón del pez, su humo ahuyenta todo género de demonios, ya sea del hombre, ya de la mujer, de tal manera que no se acercan más a ellos. La hiel sirve para untar los ojos cubiertos de catarata, y sanarán”.

Como a ese humo atribuyó YEHOVAH DIOS la virtud de ahuyentar a los demonios, así la atribuye, al agua bendita, sobre la cual la Iglesia invoca la divina bendición.

Preguntó Tobías al ángel: “¿Dónde quieres que nos hospedemos?” El ángel le respondió: “Aquí vive un hombre llamado Ragüel, pariente tuyo, de tu tribu, el cual tiene una hija llamada Sara, y no tiene otro hijo ni hija fuera de ella.

A ti te tocan todos sus bienes, y tú debes tomarla por mujer; pídesela, pues, a su padre, y te la dará por mujer.”

Versos del 14 al 19

Instrucción sobre el matrimonio

Entonces Tobías respondió y dijo: “Tengo entendido que ella ha sido dada a siete maridos, y que éstos han fallecido; y aun he oído decir que los ha matado un demonio”.

“Temo que también a mí me suceda lo mismo, y que siendo yo hijo único de mis padres, lleve yo su vejez con dolor al sepulcro”.

Entonces le dijo el ángel Rafael: “Óyeme, y te enseñaré cuáles son aquellos sobre quienes tiene potestad el demonio”.

“Son los que abrazan con tal disposición el matrimonio, que apartan de sí y de su mente a YEHOVAH DIOS, dejándose llevar de su pasión, como el caballo y el mulo que no tienen entendimiento; ésos son sobre quienes tiene poder el demonio”.

“Mas tú, cuando la hubieres tomado por mujer, y hayas entrado en el aposento, no llegues a ella en tres días, y no pienses en otra cosa sino en hacer oración en compañía de ella.

En la primera noche, quemarás el hígado del pez, y será ahuyentado el demonio”.

En la segunda noche serás admitido en la unión de los santos patriarcas.

En la tercera alcanzarás la bendición para que de ustedes nazcan hijos sanos.

Yeshúa Ha Mashiaj en sus milagros suele servirse de instrumentos materiales, cuando con un poco de tierra mezclada con su saliva curó al ciego de nacimiento (Marcos 8, 22), el caso de Naamán (2 Reyes 5, 14), Yeshúa Ha Mashiaj cita como milagro (Lucas 4, 23.27).

Pasada la tercera noche, recibirás la doncella en el temor del Señor, llevado más bien del deseo de tener hijos, que de la pasión, para que consigas en tus hijos la bendición reservada al linaje de Abraham.”

Según la Ley (Números 36), las hijas cuyo padre no tenía hijos varones, eran herederas de sus bienes, más debían casarse con un pariente de la familia paterna Rut 4, 4.

El demonio es Asmodeo Tobias 3, 8, uno de los muchos demonios. En cambio el diablo es uno solo “Satanás” (Apocalipsis 20, 2).

No tenía que velar toda la noche, según se ve en Tobias 8, 15.

Si los contrayentes cristianos consideran esto, ¿Cuántos no ambicionarían conquistar semejantes bendiciones aprovechando la lección del Ángel?

¡Qué unión de espíritu para toda la vida no se labraría en esas tres noches de oración! Mateo 18, 19-20; 1 Corintios 7, 5.

Difunde la Palabra de Yehovah No Contaminada

Deja un comentario