Mosqueteros de Yehovah

Tobías Capítulo 11

Versos del 1 al 4

Rafael le comenta a Tobías, cuan necesario es adelantarse para dos propósitos fundamentales, que son dar honra al Padre y preparar un lugar para recibir a la esposa.

Ambas prerrogativas son cumplidas por Yeshúa:

1. Cuando le dice a Maria (Mirian) de Magdala “no me toques primero debo ir a presentarme a mi Padre”.

Esto es primero comunicar en honra “he hecho lo que me has ordenado en cuanto a buscar los talentos que tenías ahorrado”.

2. Lo otro, he cumplido con tu mandato de tomar esposa en yugo igual de nuestra parentela, según la Ley de YEHOVAH DIOS dada a conocer por Moisés.

“He pagado con mi vida por ella le he liberado del demonio que la poseía, ahora bajo Pacto de sangre la Ekklesía es mía”.

Sabemos muy bien que el estado en que dejaron a los Padres de Tobías, era un ardiente deseo que realizará toda la encomienda lo antes posible y que nada lo retrasara de volver de su viaje para entregar cuentas a su padre.

Cabe destacar, que el ángel le recuerda no olvides la hiel del pez para el remedio de la ceguera de tu padre.

Rafael había dicho al padre “pronto YEHOVAH DIOS te sanará y todavía esa labor no había sido completada”.

Versos del 5 al 9

No obstante, la madre estaba en continua expectativa, con su mirada puesta en el camino por donde habría de recobrar la presencia de su hijo, empollando con anhelo ese momento triunfal.

Al instante con gran gozo comunica a su esposo Tobit, la llegada de su amado hijo unigénito en compañía del hermano fiel Azarías, quien cumplió su palabra de llevarlo y luego traerlo de vuelta a la presencia de su Padre.

Gran Júbilo se desató en el corazón de la madre quien no contuvo su alegría, celebrando el haber recobrado a su hijo sano y salvo.

Versos del 10 al 15

Concretamente el ansioso anciano ciego Tobit, tropieza con todo a su paso por la prisa en querer reencontrarse con el unigénito amado que lleva su mismo nombre.

Sin embargo, es su hijo Tobías quien lo alcanza estando todavía en la entrada al patio de su casa y sin tiempo que perder aplica el remedio, tal cual como el ángel le había indicado, se desprendió la catarata de ambos ojos como una tela fina y Tobit recuperó la vista.

Ahora el padre quien forzosamente había perdido la vista, para no ver las abominaciones que sus compatriotas exiliados llevaban a cabo de espaldas a la Ley de YEHOVAH DIOS, abría sus ojos delante de su hijo justo en señal profética de la restauración de la Comunión del Altísimo con su pueblo.

Consiste un acto automático en la vista del justo glorificar a YEHOVAH DIOS, por ser fuente gloriosa para la bendición de todo el que es salvado por el ejercicio de la conversión.

Conclusivamente, había mucho por lo que celebrar, todos los objetivos fueron cumplidos, el hijo trae consigo la cosecha de los talentos sembrados por el padre, se a casado y está de vuelta triunfante en la casa del padre.

Versos del 16 al 18

Tobit proclamó una gran Fiesta (ensayo) para todos los Judíos en Nínive, como un acto profético del regocijo y la Paz reinante en la futura Fiesta del Banquete de Bodas de Yeshúa Ha Mashiaj con la Ekklesía.

“Bienvenida Amada Hija bienvenida a tú casa amada Ekklesia de Yeshúa Ha Mashiaj, son palabras que sin dudas todos nosotros aguardamos escuchar”.

Ahora es el padre quien da Gloria y Honra al hijo, testimoniando su éxito en fidelidad en el cumplimiento de la ardua y difícil tarea encomendada.

Todos los invitados a la boda se alegran con el padre por las hazañas del hijo, quien se presenta victorioso junto a su esposa santa.

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