Mosqueteros de Yehovah

Santiago Capítulo 1

Introducción

Santiago en Griego: Iakobos, en Hebreo: Ya`Akov, Traducciones Antiguas: Jacobo.

Con respecto al autor hay muchos Santiago en el Nuevo Testamento, dos de ellos pertenecen al círculo cercano de los 12 discípulos de Yeshúa: Marcos 3, 16-19.

1. Hijo de Zebedeo.

2. Hijo de Alfeo.

Pero esta carta viene del Santiago pariente de Yeshúa: Marcos 6, 3

1. Inicialmente Santiago había rechazado a Yeshúa como Mesías (Juan 7, 5),

2. Aunque no anduvo con Yeshúa, al ser su familiar conocía Su Integridad y Su Carácter.

Más adelante creyó en Yeshúa Resucitado (1 Colosenses 15, 7). Versos que hace la distinción entre Santiago y sus Apóstoles

3. El se volvió el líder clave en la iglesia de Jerusalén (Hechos 12, 17; 15, 13; 21, 18; Gálatas 2, 12),

4. Llamado una de las “columnas” de esa iglesia, junto con Pedro y Juan (Gálatas 2:,9).

5. También conocido como Santiago el justo por su devoción a la justicia.

6. Fue martirizado 62 d.C., de acuerdo al historiador judío del primer siglo Josefo.

A diferencia de Santiago Apóstol que fue martirizado entre el 41-44 d,C.

7. Comparando el vocabulario de Santiago en la carta que se escribió la cual está registrada en Hechos 15,13 con el que se encuentra en la epístola de Santiago corrobora el hecho de que fue el autor de esta epístola.

Esta carta pudo ser uno de los primeros libros del Nuevo Testamento en ser escrito, entre el año 45 y el 48 d.C.

Dirigida a las doce tribus de Israel esparcidas por todo el mundo (Santiago 1, 1).

Aparentemente Santiago se preocupaba por todos los judíos convertidos al cristianismo que antes habían formado parte de la congregación de Jerusalén, pero ahora residían en otras partes del mundo.

Ahora ya se estaban saliendo de la gracia, dependiendo demasiado de la Fe, olvidando las obras de la Fe, confiando mucho en el dinero.

Su dispersión se incrementó después de:

El Martirio de Esteban (Hechos 7, 54–8, 3).

Durante la persecución bajo Herodes Agripa I (Hechos 12, 1–2).

El historiador Josefo describe la situación de esta manera: “Ahora estos judíos han emigrado a todas las ciudades, y es difícil encontrar un lugar en el mundo habitado que no haya admitido a este grupo de hombres, y que no sea posesión de ellos” (Antigüedades, XIV, VII).

Esta carta fue escrita desde Jerusalén.

Trasfondo Histórico del Libro de Santiago, junto con las epístolas de Pedro, Juan, y Judas, forma parte de las llamadas epístolas generales, debido a que no están dirigidas a ninguna iglesia cristiana en general. Si no que atañen al carácter del Cristianos.

Mientras que Pablo atiende situaciones especificas de cada uno de los pueblos, estas cartas atañen a todos los pueblos porque tienen que ver con la norma moral y ética del Cristiano, lo que resulta en la demostración práctica de la Fe. La carta contiene muy poca doctrina.

Tiene varios temas, dirigidos a llevar una vida cristiana, exhortaciones, dirigidas al carácter. Expresados en discursos breves llenos de metáforas y frases cortas, contenidas en 54 órdenes.

Tiene un énfasis práctico, que destaca no el conocimiento teórico, sino la conducta piadosa.

Él usó por lo menos treinta referencias a la naturaleza (algunas “onda del mar” 1, 6; “serpiente” 3, 7; y “el cielo dio lluvia” 5, 18).

La sabiduría de Santiago recibe influencia de dos fuentes:

1. Enseñanza de Yeshúa acerca de la vida en el Reino de Yehovah Dios: citando el sermón de monte: Mateo capítulos del 5-7.

2. El libro de proverbios, especialmente los capítulos del 1-9.

Principales temas tratados en este libro: Dividido en 7 partes.

1. Saludo: 1, 1 Santiago a las 12 Tribus.

2. Pruebas: 1, 2 Hermanos míos.

3. Hacedores de la Palabra: 1, 5 Falta de Sabiduría; 1, 9 El de humilde condición; 1, 12 El que soporta la tentación; 1, 16 Hermanos no erres; 1, 19 Pronto para oír; 1, 22 Hacedores de la Palabra y 1; 26 Si alguno se cree religioso.

4. Favoritismo Fe y Obras: 2, 1 Sin acepción de Personas; 2, 8 Si cumples la ley real; 2, 14 ¿Podrá la ley salvarle?; 2, 18 Tu tienes Fe yo obras.

5. La Lengua y El Mundo: 3, 1 No se hagan maestros; 3, 6 La lengua un fuego; 3, 13 Sabio y entendido entre ustedes; 4, 1 ¿De dónde vienen guerras y pleitos?; 4, 11 No murmuren; 4, 13 Los que dicen.

6. Ricos: 5, 1 ¡Vamos ahora ricos!.

7. Paciencia y Oración: 5, 7 Tengan paciencia; 5, 12 No juren; 5, 13 ¿Alguno afligido?; 5,19 Alguno Extraviado.

Características Distintivas de Santiago.

1. Su inequívoca naturaleza Judía.

2. Su énfasis en la conducta cristiana, caracterizada por las buenas obras y la Fe que obra.

3. Su organización sencilla.

4. Su excelente griego. Hay quienes sobre esta base han puesto en tela de juicio que el autor sea el familiar de Yeshúa.

La objeción, sin embargo, es débil, en vista de la amplia difusión del idioma y la cultura griega en la Palestina.

El contenido de esta carta se puede considerar como la presentación de cuatro evidencias de la verdadera Fe:

1. Los cristianos son instados a perseverar en el sufrimiento con alegría (1, 2–16).

2. A servir espontáneamente como resultado de su Fe (1, 17–2, 26).

3. Son advertidos a hablar sabiamente (3, 1–4, 12).

4. A mostrar buen sentido en las relaciones con otros en sus vidas (4, 13–5,20).

Es uno de los libros del Nuevo Testamento con más características judías:

1. Esta carta contiene más de cuarenta referencias al Antiguo Testamento.

2. Más de veinte alusiones al Sermón del Monte.

3. Usa nombre hebreo para Yehovah Dios en 5, 4 (Señor de Sabaot/ Señor de los ejércitos).

4. Santiago emplea quince veces un saludo común entre los creyentes judíos.

Carácter de Yehovah Dios en Santiago

1. Yehovah Dios es accesible: 4, 8.

2. Yehovah Dios es inmutable: 1, 17.

3. Yehovah Dios es luz: 1, 17.

4. Yehovah Dios cumple sus promesas: 1, 12; 2, 5.

5. Yehovah Dios es uno: 2, 19–20.

El Mashiaj en Santiago.

Santiago solo hace franca referencia al Mashiaj dos veces (1, 1; 2, 1) y, sin embargo, su epístola abunda en referencias a las enseñanzas del Mashiaj.

Esta carta es un perenne recordatorio de que cualquiera puede decir que es cristiano, pero la mejor evidencia de la fe genuina se manifiesta por la manera como uno vive.

Capítulo 1

Verso 1

Saludo. Encabezado típico del género epistolar greco-helenístico, que coloca en una sola frase el remitente con sus títulos: “Santiago, siervo de Yehovah Dios y del Señor Jesucristo”.

El saludo y los destinataros: “a las doce tribus dispersas entre las naciones”.

Siervo de Yehovah Dios es un título común de personajes claves en el Antiguo Testamento: Abrahán, Isaac y Jacob (Génesis 26, 24; Ezequiel 28, 25; 2 Macabeos 1, 2), Moisés (Deuteronomio 34, 5; 1 Crónicas 6, 34; 2 Crónicass 24, 9; Nehemías 10, 30; Daniel 9, 11), David (1 Samuel 23, 10; 2 Samuel 7, 26), Salomón (1 Reyes 3,7), entre otros.

“Del Señor Jesucristo” es una antigua fórmula de profesión de Fe del Nuevo Testamento (Hechos 2, 36; Filipenses 2, 11; 1 Corintios 8, 6).

Los destinatarios son las “doce tribus”, una expresión que en la Biblia se refiere a los hijos de Jacob y simbólicamente designa el pueblo de Yehovah Dios.

Santiago la adopta para referirse al nuevo pueblo de Yehovah Dios constituido por las comunidades cristianas “dispersas entre las naciones”.

El término dispersión o diáspora designa desde el Antiguo Testamento a las comunidades que viven fuera de Palestina (Juan 7, 35; 1 Pedro 1, 1) e implica una condición social (sometimiento-exclusión) y espiritual (expuesto a tentaciones).

Es una carta dirigida a todos los cristianos excluidos y tentados por el imperio de turno para que resistan y se mantengan fieles y esperanzados en el triunfo definitivo del proyecto de Yeshúa.

Versos del 2 al 8

Paciencia y sensatez. El primer capítulo es una breve presentación o síntesis de los temas que el autor quiere tratar en su carta.

Al mejor estilo sapiencial, Santiago comienza un tema, lo abandona y lo retoma posteriormente.

Por ejemplo, comienza con el tema de la prueba (vs 2), pasa a temas como la Fe, la paciencia, la sensatez y la sabiduría (vs 3-11), y en los versos 12-15 retoma el tema de la prueba.

Al decir “hermanos míos”, Santiago da a su carta un tinte familiar y se coloca al mismo nivel de sus interlocutores.

La alegría en medio del las pruebas muestra la difícil situación espiritual que padecían las comunidades.

El tema de la prueba, que aparece tres veces en los doce primeros versos (2. 3. 12), es un llamado para tomar conciencia y optar por el proyecto de Yehovah Dios que libera.

Las pruebas tienen dos aspectos positivos: son motivo de alegría cuando son consecuencia de la opción por Yeshúa y son una gran oportunidad de madurar en la Fe.

Prueba y Fe son la escuela donde crece la paciencia o perseverancia activa.

La Fe perseverante tiene como meta la perfección, que se alcanza cuando se une la opción por los pobres y el seguimiento de Yeshúa (Mateo 19, 16-22).

Para vencer la prueba es necesario pedir a Yehovah Dios sabiduría (vs 5-8; el tema se retoma en 1, 16-18; Sabiduría 9, 6).

Esta sabiduría no consiste en saber muchas cosas, sino en ponerse los lentes del Evangelio para tomar conciencia y salir airosos en el “desierto” de las tentaciones espirituales, dispuesto a crear vida, alimentarla y protegerla.

Versos del 9 al 11

Pobres y ricos. La riqueza, sobre la que el autor volverá en 2, 1-9 y 5, 1-6, es otra de las tentaciones que amenaza a las comunidades.

Tanto el de condición humilde, el pobre excluido económicamente, como el rico son llamados “hermanos”.

Aunque la exhortación es opuesta: al pobre lo invita a sentirse orgulloso de su pobreza, en el sentido de no dejarse llevar por la codicia, y así será exaltado (1 Samuel 2, 7; Lucas 1, 52; Isaías 40, 6-8).

En cambio, al rico, a quien dedica los versos 10-11, lo invita a humillarse, esto es, a volver al Yehovah Dios de la vida y de los pobres, para que pueda encontrar la alegría de Yehovah Dios (4, 10).

Llamar a ambos hermanos significa que Santiago no excluye a nadie, pero presenta unas exigencias que, de no asumirse, harán que los mismos ricos se autoexcluyan (Mateo 19, 16-30).

La metáfora de la flor reafirma que Yehovah Dios siembra por igual, pero si la flor “rica” no se humilla, si no abandona la codicia y la injusticia, se marchitará en lo que más le duele: sus negocios.

Todos los que pongan su vida al servicio de la riqueza empobrecen y desvirtúan el proyecto de Yeshúa en las comunidades.

Versos del 12 al 18

La prueba. El verso 12 es una bienaventuranza que une el amor y la vida.

El amor a Yehovah Dios se demuestra soportando las pruebas y Yehovah Dios lo premia con “la corona de la vida” (Apocalipsis 2, 10).

Yeshúa soportó las pruebas por fidelidad al Padre y por obedecer llenó de amor a la humanidad; por eso, Yehovah Dios cambió su corona de espinas por una corona de resurrección.

Cuando un creyente resiste las pruebas por amor a Yehovah Dios, pasa de una resistencia pasiva a una resistencia activa. Los versos 13-18 son una reflexión teológica revolucionaria para la época y para nuestros días: Yehovah Dios no tienta a nadie, ni hace mal las cosas.

Santiago recupera un bello legado bíblico consignado en los dos primeros capítulos del Génesis.

En Génesis 2, 7 se cuenta que el ser humano fue hecho de barro, signo de su fragilidad, pero al mismo tiempo recibe de Yehovah Dios el soplo de vida.

Yehovah Dios nunca “sopla” tentaciones, sino vida; sin embargo, cuando el ser humano se deja llevar sólo por el barro, despreciando el soplo del Espíritu de Yehovah Dios, cae en la trampa de sus propios deseos ambición, codicia, que lo precipitan al pecado y a la muerte.

El ser humano es libre de optar por el bien o por el mal, por la vida o por la muerte.

Que Yehovah Dios todo lo hizo bueno y perfecto (vs 16-17) es la misma tesis del primer relato de la creación: “Y vio Yehovah Dios que era bueno” (Génesis 1, 4. 12. 18. 21. 25. 31).

A partir del verso 18 entra en escena la fuerza de la Palabra de Yehovah Dios, que es Palabra de verdad y de creación.

El uso del pronombre de la primera persona del plural: “nos”, es una clara referencia a las comunidades cristianas, por lo que esa Palabra de verdad, generadora de vida, se refiere al Evangelio de Yeshúa, que convierte a los cristianos en primicias de la creación (Romanos 8, 23).

Si los cristianos somos fruto de una Palabra de vida y de verdad, el mundo debería estar sembrado de semillas de vida y de verdad, no de codicia y ambición.

Versos del 19 al 27

Oír, hablar y cumplir. No basta conocer la Palabra, es necesario ponerla en práctica (Mateo 7, 24-27; Lucas 8, 21).

Santiago continúa dando claves que ayuden a tomar conciencia del verdadero proyecto de Yehovah Dios y para ello, acude a un triple dicho de origen sapiencial que resalta el escuchar, el cuidado para hablar y la lentitud para enojarse (Eclesiástico 5,9-15; Proverbios 10,19).

La justicia de Yehovah Dios se concreta en el amor, la libertad y la vida en abundancia; la ira, que suele ir acompañada de palabras y acciones agresivas, debe ser superada porque rompe el amor.

A partir del verso 21 se vuelve al tema de la Palabra generadora de vida bajo la metáfora de la siembra.

La Palabra de Yehovah Dios necesita un terreno limpio de impurezas y maldades, que permita escucharla con generosidad, sin afanes ni resistencias, y que produzca frutos reconocibles en la práctica de la vida (Mateo 13, 1-9; Tito 3, 14).

La coherencia entre la Palabra de Yehovah Dios y la vida es una gran preocupación de Santiago que también debería seguir preocupando a los cristianos de hoy.

Oír la Palabra de Yehovah Dios y no practicarla es como el que necesita siempre el espejo para saber quién es; sin él pierde su identidad.

El tema central de los versos 26-27 es la religiosidad. Santiago distingue entre la religiosidad falsa y la verdadera.

Uno de los aspectos que falsean la religión es el desenfreno de la lengua: calumnia, murmuración, chisme, entre otros.

En cambio, la religión verdadera está íntimamente ligada a la práctica de la Palabra de Yehovah Dios, simbolizada en el cuidado de los huérfanos y las viudas (Isaías 1, 10-20; Jeremías 7).

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