Este Salmo continúa con el tema y el tono de los Salmos que lo rodean, usa frases que muchos usan en otros Salmos o pasajes de las escrituras hebreas.
La mente del salmista está saturada de viejos dichos, que él encuentra ahora con un nuevo significado debido a las recientes experiencias.
No es original pero está ebrio en el espíritu de sus predecesores y palabras que para otros eran anticuadas y frías, ahora resplandecen para él y parecen haber sido hechas para sus labios.
El salmo contiene muchas alusiones a otras partes del Antiguo Testamento, todas las cuales han sido moldeadas en un maravilloso himno.
Los efectos de su juicio son declarados, Sus adversarios destruidos, Su Gloria es revelada, Su Pueblo está lleno de Gozo.
Verso 1
Un llamado a regocijarse en el reinado de YEHOVAH DIOS.
Como en los Salmo 93 y 97 empiezan repentina y maravillosamente, con la proclamación del gobierno de YEHOVAH, ÉL no es un ídolo inútil o una deidad local.
YEHOVAH DIOS no es pasivo, tampoco es el “relojero” que creó todas las cosas y luego las abandona, ÉL reina, es el DIOS de Abraham, Isaac y Jacob activamente planea, actúa y gobierna sobre el universo.
El reino de YEHOVAH DIOS trae alegría a toda la tierra, podemos imaginarnos una deidad malvada u oscura cuyo reinado traería terror.
Donde hombres y demonios tienen espacio para ejercitar su malvada voluntad, aun así entre más obvio es el reino de YEHOVAH, hay un mayor regocijo, que se extiende a las muchas costas y los lugares más lejanos.
Versos del 2 al 6
La grandeza del Señor sobre la creación.
El salmista pudo haber tenido en mente la aparición de YEHOVAH DIOS en el monte Sinaí, que estaba marcada por una gruesa nube en la montaña y el humo de un horno (Éxodo 19, 16-20).
El trono de YEHOVAH DIOS no está basado en derechos hereditarios, en el engaño, en el soborno o en la sangre de la conquista.
El cimiento de su trono no es nada más, que la justicia y el juicio, esta es la razón por la que la tierra se puede regocijar con su reino (verso 1).
Esta es una descripción poética del mismo tipo de fenómeno que sucedió en el monte Sinaí (Éxodo 19, 16-20).
Recuerda lo que YEHOVAH DIOS hizo ahí y usa las mismas ideas, para describir una futura demostración de la presencia soberana de DIOS, delante del Señor de toda la tierra, cuando todos los pueblos verán su Gloria.
Versos del 7 al 9
Instruyendo a las naciones de la grandeza de YEHOVAH DIOS.
Considerando la grandeza y la maravilla de YEHOVAH, aquellos que sirven a las imágenes de talla deberían de avergonzarse.
Poéticamente hablando, incluso los dioses de las naciones se postrarán.
Toda la tierra se beneficia de la grandiosa y maravillosa revelación de YEHOVAH DIOS, pero su pueblo está especialmente alegre, Sus justos juicios hacen a las hijas de Judá alegrarse.
Previamente el salmista habló de YEHOVAH DIOS y del mundo, aquí él gira su atención hacia DIOS directamente, alabándolo y adorándolo como exaltado sobre todos los dioses.
Versos del 10 al 12
Instruyendo al pueblo de YEHOVAH DIOS acerca de su justa liberación.
A pesar de la transición aparentemente abrupta, el salmista sensiblemente conecta la aparición de YEHOVAH DIOS cuyo mismo trono está cimentado en la justicia, con un corazón que su pueblo también tendrá.
Puede ser que este mandamiento sea uno de los más comúnmente rotos por el pueblo de DIOS.
Encontramos demasiado fácil el ser demasiado amoroso o expresar un amor retorcido, que parece demostrar tanto amor al Señor y amor y aceptación por las cosas que ÉL odia.
El salmista describe muchas maneras en las que YEHOVAH DIOS bendice y protege a su pueblo.
· Se preocupa por sus almas.
· Los libra de los impíos.
· Envía luz delante de su camino.
· Les da su alegría.
Consideren la grandeza de YEHOVAH DIOS y su bondad para su pueblo, es apropiado para ellos el alegrarse en ÉL.
La alegría no debe de estar primordialmente en lo que nos da, sino en el Señor mismo, con muchas acciones de gracias, incluso alabando la memoria de Su Santidad.