Este Salmo simplemente tiene de nuevo como título “Salmo de David”.
Muestra a David, Hijo de Isaí, de nuevo clamando a DIOS y alabándole por haberle escuchado y contestado su oración.
En este Salmo vemos el corazón en algunos diferentes aspectos: El corazón inicuo (verso 3), el corazón que confía y el corazón alegre (verso 7).
Versos del 1 al 2
Pidiendo el ser escuchado por YEHOVAH DIOS, al abrir este Salmo de esta manera, David estaba comenzando con confianza y esperanza.
En Fe, él le dio a YEHOVAH DIOS el título que deseaba que ÉL cumpliera, el ser la Roca de David en la temporada de dificultad actual.
David dijo también esto con esperanza, ya que en ese momento sintió que YEHOVAH DIOS se había desentendido de él.
En sus problemas, David sintió que la tumba estaba cerca, pero si YEHOVAH DIOS no hubiera intervenido, no hubiera vivido mucho tiempo.
La respuesta e intervención del Altísimo, opuesto a mantenerse en silencio, era lo que David necesitaba y deseaba.
David utiliza la técnica poética de la repetición y el paralelismo, para decir en esencia la misma cosa en dos maneras.
Su oración era un clamor hacia YEHOVAH DIOS y su cuerpo era puesto en la postura tradicional de la oración “cuando alzo mis manos”.
Versos del 3 al 5
David pidiendo ser excluido del destino de los impíos, sabía de una manera alegre, que su vida era diferente a los que hacen iniquidad y le pidió a YEHOVAH DIOS que fuera tratado de una manera diferente que los malos.
Cuando David pensó en describir a los malos, comenzó resaltando que eran falsos en sus palabras y escondían la maldad en su corazón.
En su propia temporada de pecado, David echa sobre sí mismo la misericordia de YEHOVAH DIOS y pide ser perdonado de sus obras pecaminosas.
Aquí ora por un juicio duro para ser aplicado a los malvados, así el Altísimo los trate de acuerdo a sus obras malvadas.
Para enfatizar este punto, David repitió la misma idea en cuatro frases distintas:
· “Conforme a su obra”.
· “Conforme a la perversidad de sus hechos”.
· “Conforme a la obra de sus manos”.
· “Dales su merecido”.
Cuando David consideró las obras inicuas de los impíos, también consideró que ellos ignoraban la obra de creación de YEHOVAH DIOS, para David esto era evidencia de aquel que es pecador y está listo para el juicio.
Los inicuos se olvidan de YEHOVAH DIOS, pero ÉL no se olvida de ellos, DIOS promete dar a aquellos que le rechazan lo que merecen.
Versos del 6 al 7
Alabando al Señor, quien escucha la oración.
En su tribulación David clamó hacia YEHOVAH DIOS, ahora alaba a DIOS quien escuchó y contestó su oración, volviéndose la fortaleza y escudo de David.
Aquí añade su voz al testimonio de muchos otros que han encontrado ayuda mientras su corazón confiaba en YEHOVAH DIOS, esto trajo gran regocijo y canto a David.
Versos del 8 al 9
Alabando al Señor quien es la Fuerza o Fortaleza de Su pueblo.
Esta es una bendición dada al corazón que confía en DIOS, ÉL se vuelve su fortaleza, no da simplemente Fortaleza “ÉL es la Fortaleza y el refugio… de su ungido”.
La palabra de ungido “mashiaj” nos recuerdan del Ungido definitivo, Yeshúa el Mesías, Su ungido es el Mesías, por lo tanto, es fuerte y seguro.
David concluye este Salmo con una serie de cortas oraciones pidiéndole a YEHOVAH DIOS, que traiga a Su pueblo lo que ellos necesitan y por lo cual ellos le buscan.
El Salmo comenzó con un ruego por ayuda y rescate personal, pero al término del Salmo, la preocupación de David es por el pueblo del Señor, como un todo.
Lo que fuere que sea estimado para el amado es querido para el amante, no puedes amar al pastor sin tomar un interés propio en todo lo que le interesa a él y especialmente en las ovejas que apacienta y al pueblo de su mano.
Por lo tanto, cuando estás cerca del Señor, casi tienes la certeza de comenzar a rogar por su herencia, diciendo: “Salva a tu pueblo, bendíceles, aliméntalos y levántalos para siempre”.
· Salva: El pueblo de YEHOVAH DIOS necesita rescate y buscan a DIOS por ello.
· Bendice: El pueblo de YEHOVAH DIOS necesita Su bendición y Favor y lo reciben al ser Su heredad.
· Pastoréales: El pueblo de YEHOVAH DIOS necesita Su Cuidado y Dirección, así como un pastor guía a su rebaño.
“Raah” significa tanto “alimentar” como “gobernar”, aliméntales, así como lo hace un pastor con su rebaño, gobiérnales, como un padre lo hace con su hijo.
· Susténtales: El pueblo de YEHOVAH DIOS necesita la presencia constante y sustentante y la necesitan para siempre.
Yeshúa Ha Mashiaj simplemente no solamente nos conduce a pastos verdes y aguas de reposo, nos sustenta, nos pastorea y lo hace para siempre.
Jamás se cansa, aunque imparte un reposo infinito y nunca cesará por ningún momento su cuidado de pastor.