Mosqueteros de Yehovah

Salmos Capítulo 18

Este es un Salmo extenso y solamente hay tres Salmos más extensos en toda la colección (78, 89 y 119). La extensión está bien aplicada con el tema, así como está descrito en su título.

El mismo título es extenso, con uno que le excede en el Salterio (Salmo 60), al Músico Principal.

“Salmo de David, siervo de YEHOVAH DIOS, el cual dirigió a YEHOVAH DIOS las palabras de este cántico el día que le libró de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl”.

En el título David nos dice a quien se le escribe el Salmo, a DIOS mismo, quien es el Músico Principal. Nos cuenta otra cosa de sí mismo, que debemos de considerarle siervo de YEHOVAH DIOS.

Nos cuenta la ocasión por la que se escribió el Salmo y quizás posiblemente lo que sucedió inmediatamente después de la muerte de Saúl (1 Samuel 31; 2 Samuel 1), también del periodo que le sigue a la entrega del trono a David (2 Samuel 2-5).

Este Salmo es virtualmente el mismo Salmo que David cantó al final de su vida, así como fue registrado en 2 Samuel 22.

Es probable que David compuso este canto mientras fue joven, sin embrago, en su vejez pudo voltear con gran gratitud y cantar de nuevo este canto, viendo toda su vida.

Versos del 2 al 4

David alaba al DIOS que le ha librado, era una declaración hecha en una temporada de gran triunfo, donde David decidió amar al Señor, quien le libró de una manera tan maravillosa.

Fue tomado del pastoreado y ungido para ser el futuro rey de Israel, vivió aproximadamente unos 20 años como un fugitivo y como un hombre que había perdido todo.

Perdió su seguridad, su familia, su carrera, sus derechos, su conexión con el pueblo del Pacto de YEHOVAH DIOS, sus comodidades y de tiempo en tiempo perdió su relación cercana con el Altísimo.

A pesar de todo, permaneció firme hacia su Señor y supremo Juez, en su momento, libró a David y cumplió la promesa hecha hace mucho tiempo en su unción.

David sabía que de antemano YEHOVAH DIOS era verdadera roca inamovible, pero lo sabía por fe.

Ahora David cantaba desde la perspectiva que conocía esto por experiencia de una manera más grande que nunca.

Cuando David dijo, “YEHOVAH DIOS, roca mía” es porque una roca ayudaba a los antiguos Judíos de varias maneras.

· Podía proveer una sombra esencial, siempre necesitada bajo el despiadado sol y el calor del desierto (Isaías 32, 2).

· Podía proveer protección y amparo bajo sus grietas y brechas (Éxodo 33, 22; Proverbios 30, 26).

· Podía proveer de un lugar firme para estar de pie y pelear, en contraste con arena movediza (Salmo 40, 2).

David conocía el triunfo de la fortaleza de DIOS sobre una extensa prueba. Muchas personas caen bajo el extenso escrutinio de una temporada o prueba y David casi cae (1 Samuel: 27, 29 y 30).

Él vio a su DIOS y su fortaleza, promesa expresada después por medio de Pablo “Esfuércense en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6, 10).

Mientras David amontona nombres honrosos a YEHOVAH DIOS podemos contar nueve solamente en los primeros versos, tenemos el sentimiento de una inundación de alabanza y emoción por parte de David.

Él no puede decir lo suficiente sobre lo que YEHOVAH DIOS es y las grandes cosas que ha hecho.

Es revelador que David pueda hablar tan elocuentemente sobre su Señor y lo que DIOS ha hecho, significa que él conocía al Altísimo y que había experimentado a YEHOVAH DIOS.

En estos nueve títulos, vemos lo que YEHOVAH DIOS ha hecho por David:

· Su fortaleza, aquel que le daba poder para sobrevivir en contra de sus enemigos y derrotarlos.

· Su roca, indica en lugar de resguardo, seguridad y una posición firme.

· Su castillo, un lugar de fortaleza y seguridad.

· Su libertador, le dio la salida de escape.

· Su DIOS, su “Juez fuerte”, no solamente objeto de adoración, sino “aquel que fortalece su alma”.

· Su fortaleza, utiliza una palabra Hebrea diferente al verso 2 “fuente”, procedente, “origen”.

· Su escudo, quien defiende tanto su cabeza como corazón.

· Su fuerza, lo cual significa su fuerza y defensa.

· Su alto refugio, torre fuerte o refugio en donde podía ver al enemigo desde una gran distancia y estar protegido de su adversario.

En los Salmos anteriores David clamaba a YEHOVAH DIOS en tiempos de intensa crisis, ahora clama al Altísimo con la misma fuerza para alabarlo por Su liberación.

Es triste el decir, que muchos están más apasionados por pedir ayuda, a lo que están para dar gracias en adoración.

La frase “seré salvo de mis enemigos”, no salía siempre de una manera sencilla de parte de David.

No mucho antes de esta gran temporada de victoria, él se dijo a sí mismo: “Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos” (1 Samuel 27:1).

Esto muestra que había un tiempo en que David profundamente dudaba de la victoria final que él ahora disfrutaba, pero también muestra que al final su Fe y Fortaleza en YEHOVAH DIOS, eran mayor que sus debilidades.

Versos del 5 al 7

El peligro que hizo que David clamara al Señor, describió dos amenazas, la amenaza de la muerte y torrentes de perversidad. La abrumadora presencia de la perversidad era una prueba significativa para David.

David era un verdadero guerrero, pero también era de un alma sensible atribulada por las obras y palabras de los impíos.

Fue amenazado con la muerte, “Seol” otra palabra para la “tumba o la muerte”.

La ciudad de Jerusalén ni siquiera estaba bajo el control de Israel en el tiempo que David escribió esto, no fue sino hasta 2 Samuel 5, 6-10.

Pero David sabía que YEHOVAH DIOS tenía un Templo, un Templo celestial el cual era el modelo para el Tabernáculo y para el posterior Templo (Éxodo 25, 9.40) y que el Altísimo escuchaba la oración desde el cielo.

Versos del 8 al 16

La majestuosa liberación que DIOS trajo a David, estuvo marcada por terremotos, la indignación del Justo Juez, humo y fuego y la intervención personal del Todopoderoso cuando cabalgó sobre un querubín y voló.

Cuando un monarca está indignado y se prepara para la guerra, todo su reino está al instante conmovido.

La naturaleza universal aquí representada siente los efectos de su indignación soberana y todos los elementos visibles están desordenados.

David colocó frase tras frase al describir la gran obra del Justo Juez a su favor, de acuerdo a la descripción de David, YEHOVAH DIOS movió el cielo, la tierra y el mar para liberarlo.

Cuando David describió la ayuda que venía a él por medio de terremotos, truenos, tormentas y rayos, claramente utilizó imágenes poéticas de la manera que DIOS liberó a Israel de Egipto, en el Monte Sinaí y durante la conquista de Canaán bajo Josué.

También es totalmente posible que él viera literalmente tales fenómenos enviados de parte de DIOS para protegerle y pelear por él.

Aunque tales eventos no están registrados en 1 o 2 Samuel, recordemos que hubo largos periodos de la vida de David, cuando fue cazado como un fugitivo de Saúl, donde tenemos muy pocas descripciones de eventos y pudo haber experimentado la liberación de DIOS una y otra vez en una variedad de maneras.

La manera en que David describe todo, nos deja ver que creía que esas cosas ocurrieron, así como fueron registradas en la Biblia y vio al mismo DIOS hacer cosas similares por él en su propia vida.

David pudo ver esta vez su liberación completada, en medio de sus pruebas tuvo muchas razones y ocasiones para preguntarse dónde estaba la mano libertadora de DIOS.

La liberación de DIOS siempre es vista con más claridad cuando se mira hacia atrás, el mirar hacia adelante es a menudo solamente visto por Fe.

Versos del 17 al 20

David sentía que se ahogaba cuando la mano fuerte de YEHOVAH DIOS le sacó de las muchas aguas.

Como un hombre bajo un diluvio, David sabía que sus enemigos eran muy fuertes, sin embargo, el Altísimo podría librarlo.

La mano fuerte de YEHOVAH DIOS no solamente sacó a David de las aguas, sino que le puso en un lugar seguro, se agradó que YEHOVAH DIOS lo escogió, lo ungió, preparó y de Su maravillosa misericordia sobre él (Salmo 17, 7).

También David se agradó porque vivió una vida recta, de manera que se explicará en los siguientes versos.

Versos del 21 al 25

El Justo Juez libró a David debido a su justicia, durante su largo periodo de aflicción debajo de Saúl, David fue retado a responder de maneras injustas.

Tuvo muchas oportunidades de herir a Saúl como un asunto de defensa propia, pero David se condujo a sí mismo con justicia y sabía que YEHOVAH DIOS le había premiado debido a ello.

Esta no era una declaración de una perfección sin pecado por parte de David, de hecho, un año más o menos antes de la muerte del Rey Saúl, pasó en alguna medida comprometida en el área espiritual y moral (1 Samuel: 27, 29 y 30).

Pero a pesar de todo David mantuvo un núcleo de integridad hacia YEHOVAH DIOS, y fue corregible a pesar de sus sentimientos y lo más importante, no falló en la prueba, obtener el trono por medio de matar o socavar a Saúl.

David resistió la gran tentación de destituir a Saúl y tomar el trono prometido a él por medio de la violencia o la intriga.

Esta era la consistente expresión de justicia por la cual el Señor le recompensó, dándole a David un trono que no le podía ser quitado.

David aquí simplemente testificó de su consciencia limpia, lo cual es una cosa buena y maravillosa.

Un hombre piadoso tiene una consciencia limpia y sabe que es recto ¿Debe negar su propia consciencia y despreciar la obra del Espíritu Santo, haciéndose de manera hipócrita a si mismo peor de lo que es?.

Versos del 26 al 28

Un principio permanente de cómo YEHOVAH DIOS trata con el hombre, consiste en que el Justo Juez a menudo trata al hombre de la misma manera que el hombre le trata a ÉL y a los demás.

“Con el misericordioso te mostrarás misericordioso” (Mateo 7, 2).

La naturaleza humana quiere usar una pequeña medida de misericordia con los demás, pero espera una gran medida de misericordia de parte de YEHOVAH DIOS.

Yeshúa Ha Mashiaj nos dijo que esperemos la misma medida de parte del Altísimo, así como nosotros lo damos a los demás.

Note que aun los misericordiosos necesitan misericordia, ninguna cantidad de generosidad hacia los pobres o perdón hacia los enemigos, puede colocarnos más allá de la necesidad de misericordia.

Levítico 26, 23-24 nos promete tal cosa “Y si con estas cosas no fuesen corregidos, sino que persisten conmigo en oposición, yo también procederé en contra de ustedes, y los heriré aún siete veces por sus pecados”.

YEHOVAH DIOS ama el dar gracia a los humildes y de la misma manera, resistir a los soberbios (Santiago 4, 6; 1 Pedro 5, 5).

Estos son los desvalidos, quienes nos encuentran frecuentemente en los Salmos, no solamente como los “afligidos” aquí mencionados, sino, traducidos de una manera mejor, a “los pobres”.

Por ejemplo, Salmo 10, 2, “humilde” en el Salmo 22, 25, “al pobre” (Salmo 35, 10) y “los pobres” (Salmo 68, 11).

Versos del 29 al 31

El poder presente y futuro de DIOS para David, ahora se mueve de un agradecimiento gozoso por el pasado hacia una confianza por el futuro.

El mismo YEHOVAH DIOS que le trajo al trono le daría el entendimiento necesario para gobernar y para alumbrarle en sus tinieblas.

Esto da las oraciones por victorias pasadas y gracias a YEHOVAH DIOS por la fortaleza presente.

Se pudiera pensar que después de algunos 20 años de vivir como un fugitivo de Saúl, David simplemente estaría agotado.

Pero el Altísimo le dio poder y se sintió tan fuerte como para cumplir acciones sobrehumanas.

David habló de las grandes cosas que podía hacer mientras recibía poder de YEHOVAH DIOS, consideró la perfección de Su camino y el carácter acrisolado de Su Palabra.

Literalmente probada en el fuego ha permanecido en todas las pruebas y jamás ha fracasado a aquellos que le han rogado delante de su autor.

David pudo decir “acrisolada la Palabra de YEHOVAH DIOS” de su experiencia personal.

La Palabra dada a David, que sería el siguiente rey de Israel, además de cientos de promesas pequeñas, había sido probada como cierta.

Muchos no conocen esto de su propia experiencia, debido a que nunca se han permitido el ponerse en una situación en la que DIOS debe probar Su Palabra como Verdad.

David conocía la verdad de esto gracias a las extremas circunstancias de su vida.

Versos del 32 al 37

YEHOVAH DIOS le da a David fuerza y habilidad, por lo que celebraba la realidad del DIOS de Israel en contra de las ilusiones de los dioses de las naciones.

Los Filisteos, los Moabitas, los Edomitas y todo el resto tenían a sus dioses, pero solamente YEHOVAH es DIOS.

Vanos eran los ídolos del mundo antiguo, Baal y Júpiter, como vanos son aquellos de los tiempos modernos, placer, honor y ganancia.

Estos dioses no pueden otorgar contentamiento o hacer que sus devotos sean felices abajo, mucho menos pueden liberarlos de la muerte o abrir las puertas eternas arriba.

David conocía de experiencia el poder de YEHOVAH DIOS dado hacia él y también de la habilidad para utilizar tal fuerza.

Esta habilidad era como la habilidad que tenían las ciervas, las cuales pueden correr sin esfuerzo sobre las alturas.

David fue tomado por el poder y habilidad de la diestra de YEHOVAH DIOS y fue engrandecido por la benignidad del Todopoderoso.

Versos del 38 al 43

YEHOVAH DIOS le da a David la victoria sobre sus enemigos, tenía en mente aquellos además de Saúl, a quienes no describió en ningún sentido en específico como su enemigo.

David sabía que como Rey de Israel debería enfrentar a los enemigos de las naciones circundantes y aquí celebraba las victorias pasadas que el Justo Juez le dio en contra de sus enemigos.

Peleó como un verdadero guerrero y buscó del todo derrotar a los enemigos de Israel en el campo de batalla.

Apropiadamente creía que YEHOVAH DIOS le daría la victoria sobre estos enemigos.

Versos del 44 al 50

YEHOVAH DIOS establece el trono de David, era más que un asunto de remover a Saúl.

También estaban las contiendas del pueblo, de aquellos que no apoyaron a David de una manera inmediata como rey de un Israel unificado (2 Samuel 2-5).

David también sabía que YEHOVAH DIOS le levantaría no solo como el Rey de Israel, sino como una potencia regional con autoridad sobre las naciones vecinas, las cuales le traían tributo.

Esta promesa tiene un mayor cumplimiento en el Reino del Milenio de Yeshúa Ha Mashiaj, cuando David será el rey sobre el Israel del milenio, el cual será exaltado sobre todas las naciones de la tierra (Isaías 55, 3-5).

Todo esto hizo que David amara y honrara al Señor más que nunca, efectuó alabanzas a YEHOVAH DIOS por las grandes cosas que ÉL hizo.

Verdaderamente había librado a David del varón violento y más notablemente al asesino Saúl, quien le cazaba.

En un nivel, este era David alabando a YEHOVAH DIOS por su liberación y seguridad entre los reinos vecinos.

En un segundo nivel, Pablo cita esto en Romanos 15, 8-12 como la primera de cuatro profecías del Antiguo Testamento, demostrando que la obra de Yeshúa Ha Mashiaj no fue solamente por el pueblo Judío, sino para los Gentiles también.

Podemos luego ver muchas ilustraciones de Yeshúa Ha Mashiaj y Su obra en este Salmo:

· Versos 1-6; sugiere Su muerte “Las aguas de la muerte me envolvían…las redes de la muerte me cercaban, ante mi estaban tendidas trampas mortales”.

· Versos 7-18; sugiere Su resurrección “Mi clamor llegó hasta sus oídos…tiró sus flechas y los dispersó…me libró de enemigos poderosos, de enemigos más fuertes que yo”.

· Versos 19-27 sugiere Su exaltación “Me asaltaron el día en que me iba mal, pero el Señor vino en mi ayuda…con el que es fiel eres fiel, con el que es sin doblez tú eres leal…”.

· Versos 28-42 sugiere Su victoria “Perseguí a mis enemigos, y los alcancé”.

Yeshúa fue lo suficientemente fuerte para correr en contra de la tropa y ser victorioso, los enemigos en contra nuestra eran disciplinados y fuertes, pero Yeshúa fue lo suficientemente grande para destruir el muro de separación.

El muro del pecado que nos separaba de ÉL, cumpliendo la satisfacción de la paga del pecado contemplado en la ley muriendo en nuestro lugar.

· Versos 43-50, sugiere Su reino “Me has hecho cabeza de las naciones… extraños se sometieron a mí… aún me eleva sobre los que se levantan contra mí… Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh YEHOVAH DIOS”.

Verso 51

YEHOVAH DIOS bendice a Su rey ungido, David pudo decir esto con confianza, no solamente a quien YEHOVAH DIOS le dará triunfos, pero más importante que él era Su rey.

David sabía esto porque hizo todo lo que pudo para asegurarse de no tomar o usurpar el trono de Saúl, pero dejó que YEHOVAH DIOS se lo diera en su tiempo.

Por lo tanto, David tenía el bendito beneficio de saber que era el rey de DIOS y que no eran apariencias suyas.

Pensó hacia atrás, unos 20 años, cuando fue ungido por primera vez para el trono que ahora recibió, fue un viaje largo, pero importante, entre el tiempo de la unción y la recepción del trono.

David entendió algo, ya sea por intuición o por Fe, algo sería prometido específicamente para él hasta después.

La promesa era que David y no Saúl, comenzaría una monarquía hereditaria en Israel, y que su descendencia también se sentaría en el trono de Israel.

Esta era la promesa de edificar la casa de David que DIOS explícitamente hizo en 2 Samuel 7, 1-17.

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