Mosqueteros de Yehovah

Salmos Capítulo 17

El título de este Salmo es “Oración de David”.

No podemos ponerle un marco de tiempo específico de la vida de David, ya que hay muchos puntos posibles en los cuáles éste se conecta con sus circunstancias en general.

Este Salmo es notable por su confianza en YEHOVAH DIOS, su falta de confianza en uno mismo y su gloriosa esperanza celestial.

Versos del 1 al 2

Como es común en los Salmos, David de nuevo ora desde un tiempo de crisis, aquí comenzó a apelar a YEHOVAH DIOS declarando lo justo de su causa.

Creía que YEHOVAH DIOS tenía toda razón para atender su clamor debido a que su causa era justa.

Es enteramente posible que alguien piense que su causa es justa cuando no lo es o que ambas partes en una pelea estén absolutamente convencidas que su causa es justa.

No podemos de una manera automática tomar las palabras de David para nosotros mismos e inmediatamente juzgar nuestra causa como justa.

Aun cuando David estaba convencido en cuanto a lo justo de su causa, también fue honesto para hablar sobre su problema.

La idea es que David no había engañado para que mereciera su problema actual y que no estaba guardando hechos que pudieran socavar su causa.

En Salmo 139, 23-24 David oró “Examíname, oh DIOS, y conoce mi corazón, Pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”.

Esta maravillosa oración, el conocer el corazón propio, sus motivos y pecados escondidos, es la clase de cosa que David oró antes que orara este Salmo.

Viene a YEHOVAH DIOS en Salmo 17 con algo de confianza a través de una consciencia probada.

Ellos tienen la voz de Jacob, pero las manos de Esaú, profesan ser santos, pero en la práctica como Satanás, tienen sus oraciones largas, pero oran de manera corta.

David no quería que la vindicación viniera de sí mismo, en su larga lucha con el Rey Saúl, David tuvo varias oportunidades para arreglar las cosas por sí mismo, pero se rehusó y esperó hasta que la vindicación llegara de la presencia de YEHOVAH DIOS.

Dijo su petición de una manera que pusiera más énfasis sobre la justicia de YEHOVAH DIOS que en su propia causa, creía que su causa era justa, pero habló de una manera que dio más importancia a las cosas que están en rectitud.

Versos del 3 al 4

David invitó a la prueba en los versos anteriores, habla de haberla superado “probarme en el crisol, no hallarás crimen en mí”.

Fue cuidadoso en no hablar de una manera pecaminosa en cuanto a sus crisis, hablar en una manera que pudiera engañar a otros o a sí mismo y promover su propia causa al costo de la justicia de YEHOVAH DIOS.

Esta era una razón del porqué David era bueno en este tipo de fuerte auto evaluación, vivía por las Palabras de los labios del Altísimo, él sabía, amaba y vivía la Palabra de YEHOVAH DIOS.

Fue esta palabra que “probó a David y no halló nada”, dio a David la sabiduría y fuerza para guardarse de las sendas en donde podría volverse violento.

David aprendió y mostró esta lección una y otra vez durante su larga crisis con el Rey Saúl, donde debía protegerse él, su familia y sus hombres, sin volverse a sí mismo en un violento, retorcido y amante de sí mismo, como Saúl.

Verso 5

David sintió que estaba en peligro de caer o resbalar hacia el desastre, necesitaba que YEHOVAH DIOS sostuviera sus pasos, para que sus pies no resbalasen.

La Palabra de DIOS nos señalan una dirección, pero la gracia de DIOS nos habilita para seguir su dirección y esa gracia debe ser obtenida por la oración.

Muestra la significante humildad de la oración de David, quiere ser sostenido, pero solamente en los caminos de DIOS, incluido la oración no articulada, “Señor, si no estoy en Tus caminos YEHOVAH DIOS por favor ponme allí. Quiero estar en Tus caminos, no en los propios”.

Versos del 6 al 9

La calmada confianza de David en medio de su crisis es alentadora, aunque sus problemas todavía no desaparecen, aún tenía confianza en que YEHOVAH DIOS lo oiría cuando él lo invocara.

Esta es la primera aparición es este Salmo de la maravillosa palabra “misericordia”. David pidió que este amor especial fuera mostrado a él por el poder especial de YEHOVAH DIOS “tu diestra”.

La frase “niña de tus ojos” era usada para describir “algo precioso”, fácilmente podía ser lastimado y demandaba protección. David quería ser guardado por YEHOVAH DIOS como si fuera algo muy valioso y aun hasta frágil.

La niña de los ojos es un lugar muy sensible y por lo tanto, muy protegido, la oración en el verso 8 es para que DIOS nos proteja como lo haría con “la pupila de su propio ojo”.

Esta es otra poderosa manera figurativa de hablar, la idea es del cómo una madre ave escuda a sus pequeñuelos de depredadores, de los elementos y de los peligros al juntarlos debajo de sus alas.

Esta manera figurativa también es utilizada en otros Salmos (Salmo 36, 8; 57, 1; 63, 8).

Yeshúa utilizó las mismas palabras ilustrativas para mostrar su amor y cuidado deseado para Jerusalén en Mateo 23, 37.

La amenaza en la vida de David era real, no solamente enfrentaba la opresión lo cual hacía su vida difícil, sino también enemigos que buscaban terminar su vida.

Versos del 10 al 14

David aquí comienza a describir a sus enemigos mortales que se le oponían, eran insensibles con su grosura y hablaban arrogantemente.

Describe a las peligrosas y salvajes acciones, como de bestia de sus enemigos, “le destruirán como un león destruye a su presa”.

Declaró su dependencia en YEHOVAH DIOS para protegerle, no era porque él tuviera miedo de dichos enemigos cual león, de muchacho David había vencido tanto al oso como al león (1 Samuel 17, 33-37).

Todo era porque David necesitaba ver a su enemigo derrotado por la mano de YEHOVAH DIOS, no por su propia mano.

Verso 15

David aquí se coloca a sí mismo en contraste con sus enemigos, quienes buscaban solamente esta vida y no la eternidad.

Estaba confiado, no solamente en la vida después de la muerte, sino en que él un día vería el rostro de YEHOVAH DIOS.

La idea no es solamente de un contacto con YEHOVAH DIOS, sino de un compañerismo sin estorbo con el Altísimo.

David sabía que la transición de esta vida a la siguiente era como despertar, el mundo del más allá era más real y menos de ensueño como el nuestro.

No tuvo un sofisticado entendimiento del cielo, nadie lo tenía en el Antiguo Testamento, pero sabía que cuando viera el rostro de YEHOVAH DIOS por su justicia, despertaría en la realidad del cielo, estaría en la semejanza de YEHOVAH DIOS.

David parecía anticipar lo que Pablo escribiría unos 1.000 años después, porque “a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo” (Romanos 8, 29).

El destino del pueblo de YEHOVAH DIOS debe ser conformado a la imagen del Altísimo, como es mostrado de manera perfecta en Yeshúa Ha Mashiaj, Su Hijo.

La mente estará satisfecha con su verdad, el corazón con su amor, la voluntad con su autoridad, no necesitaremos nada más.

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