El título de este Salmo dice, “Al músico principal, sobre Seminit. Salmo de David”.
El título, como muchos otros en esta sección general del Libro de los Salmos, simplemente comenta la audiencia, el instrumento y el autor del Salmo.
En este Salmo David lamenta las viles palabras de sus adversarios, en contraste alaba la preciosa y limpia Palabra de YEHOVAH DIOS.
Versos del 2 al 3
La desaparición del hombre piadoso y su desafortunado reemplazo, las circunstancias exactas bajo las cuales David escribió este Salmo son desconocidas y pudo haber sido durante muchos periodos de su vida.
Sabía lo que era el sentir que los fieles desaparecían de entre los hijos de los hombres, David era un guerrero y un temible soldado, pero aquí vemos que también debía batallar con el chisme y la murmuración, de habladores ociosos y engañosos.
Se puede aseverar que David hubiera preferido el batallar con espadas y escudos, que estar entre los chismes y murmuraciones que le rodeaban.
En lugar de piadosos, David vio alrededor de él a aquellos que hablaban con una lengua ociosa y aquellos que eran mentirosos de doble cara.
No conocemos las exactas circunstancias de la vida de David que le apuraron a realizar este Salmo, pudo bien haber sido durante el tiempo que estuvo en la corte del Rey Saúl y cuando fue objeto de los celos del rey.
La esencia de los labios mentirosos es que dicen lo que las personas quieren oír. Hay muchos habladores hoy día, aun dentro de la iglesia, esos que conocen la respuesta correcta para cualquier ocasión, pero que hablan sin transparencia u honestidad de corazón.
Constantemente hablan lo que las personas esperan oír o lo que se asume que es apropiado en lugar de lo que realmente piensan, sienten o hacen.
Daniel dice que los labios mentirosos serán la herramienta de aquel impío gobernante que se levantará en los últimos días (Daniel 11, 32).
En el original dice, “Un corazón y un corazón” uno para el templo físico, otro para el mundo, uno para los días de descanso, otro para los días de trabajo, uno para el jefe en trabajo, otro para sus padres.
Un hombre con un corazón es una maravilla, pero un hombre con dos corazones es un monstruo.
Versos del 4 al 6
Un ruego hacia YEHOVAH DIOS para que juzgue a los que hablan impíamente.
David se sintió de alguna manera indefenso en contra de estos destructivos habladores, pero halló refugio en el Señor, a quien apeló para que destruyera la lengua que habla jactanciosamente.
Despreciaba estas lenguas destructivas, no solamente por lo que decían, sino por el orgullo, el cual ocasionaba que fuera muy difícil de detenerlas.
Es como si dijeran libremente, “Nunca podrás hacer que nos detengamos de hablar lo que queramos”.
Para aquel que profesa ser un seguidor de Yeshúa Ha Mashiaj únicamente hay una respuesta a la pregunta ¿Quién es Señor de nosotros? Yeshúa Ha Mashiaj es nuestro Señor y es Dueño de nuestro cuerpo, alma y espíritu.
Fuimos comprados, YEHOVAH pagó como dote de virgen inmaculada por nosotros cuando éramos inmundos esclavos de pecados de muerte a precio de sangre.
Por tanto, estamos obligados como Novia Santa a glorificar a YEHOVAH DIOS con nuestro cuerpo, incluyendo nuestros labios y lengua (1 Corintios 6, 20).
Estos destructivos habladores decían lo que querían, pero no podían detener a YEHOVAH DIOS de decir lo que ÉL deseaba.
De una manera maravillosa y dramática el Señor anunció que actuaría de parte de los pobres y menesterosos, víctimas de los soberbios, quienes no paran de hablar.
David creyó que esta era la Palabra de YEHOVAH DIOS para él, era uno de los pobres y menesterosos anhelando seguridad de estos destructivos críticos y habladores.
Verso 8
En contraste con los labios ociosos, de doble cara, mentirosos y de los labios jactanciosos de los adversarios de David, las Palabras de YEHOVAH DIOS son limpias, como si fueran plata refinada, purificada siete veces.
Las Palabras de YEHOVAH DIOS son santas en sus preceptos, Justas en sus leyes, tienen gracia en sus promesas, sus estatutos son significativos, verdaderos sus relatos e infalibles sus predicciones.
Esto significa que la Palabra de YEHOVAH DIOS puede ser confiable en todo sentido, es buena, limpia y probada profundamente, podemos confiar que YEHOVAH DIOS ha probado Su propia Palabra.
Pero también ha sido probada por estudiantes, eruditos, críticos y escépticos a través de los siglos y la Palabra de YEHOVAH DIOS aún Permanece.
Es como un poderoso yunque que ha gastado incontables mandarrias que han golpeado contra él.
La Biblia ha pasado por el horno de la persecución, crítica literaria, duda filosófica y descubrimiento científico y no ha perdido nada sino aquellas interpretaciones humanas, que se adhieren como si fuera una aleación de un precioso mineral.
La experiencia de los santos la han probado de cualquier manera concebible, pero ninguna sola doctrina o promesa ha sido consumida en el calor más excesivo.
De la misma manera, que la plata enriquece a su propietario, así también la Palabra de DIOS enriquece a sus amantes.
No hay nada más que fortalezca al intelecto, aclare el juicio, amplíe el panorama, limpie el gusto, acelere la imaginación y eduque al hombre entero.
Esta era la declaración de David, de seguridad en la habilidad de YEHOVAH DIOS de preservar Sus propias palabras.
No solamente dio Su palabra a la humanidad, Su providente mano protegió la existencia e integridad de Su Palabra a través de los siglos.
Verso 9
El camino de los impíos, David sabía que la existencia y exaltación de la limpia Palabra de YEHOVAH DIOS no eliminaría a los malos.
Aun existirían y levantarían cerca como pudieran, pero nunca con la certeza de la victoria final.
Podríamos pensar que este Salmo termina de manera opaca, con una nota deprimente.
Pero David tenía una visión realista en su panorama, sabía que aun con la preciosa y limpia Palabra de YEHOVAH DIOS disponible a los hombres, muchos de los hijos de los hombres, todavía van a optar por que la vileza sea exaltada.
La palabra de Yehovah es palabra de salvación para aquel que la busca en ella encuentra fuerza valentía para librar toda persecución o circunstancia de la mano de Yehovah somos mas que bendecidos..