Mosqueteros de Yehovah

Salmos Capítulo 119. Parte II Versos del 49 al 96

G. Zayin: El Poder de la Palabra de DIOS para Consolar y Fortalecer.

Versos del 49 al 50

La Palabra de DIOS da consuelo, el Salmista entendió que YEHOVAH DIOS jamás podría olvidar Su Palabra, al hablar en la manera de los hombres, este era un ruego para que DIOS cumpliera las promesas declaradas en Su Palabra.

DIOS quiere que Su pueblo ruegue por Sus promesas declaradas hacia ÉL en oración.

De nuevo, el Salmista entendió que esta es la confianza y la esperanza en la Palabra de YEHOVAH DIOS, la cual no debería de tomar crédito por su propia grandeza o genio espiritual, llegó debido a que el Altísimo obró en él, para que esperara en Su Palabra.

Cuando el Salmista recordó cómo la Palabra de DIOS, de manera fiel y poderosa le había vivificado en el pasado, entonces él halló consuelo en su actual aflicción.

Todos deberían recordar que la Palabra de DIOS vivifica, el predicador no le da vida.

No es como si una pobre y muerta Palabra de DIOS estuviera sin vida hasta que un maravilloso predicador llegue y sople vida hacia ella, pero, la Palabra de DIOS vivifica, especialmente a los predicadores muertos.

Versos del 51 al 52

La Palabra de DIOS le añade fuerza al consuelo, en esta sección y en las anteriores, la idea es que el Salmista es avergonzado y reprochado por su amor y confianza en la Palabra de DIOS, estos soberbios que se burlan miran al Salmista y su dedicación en la Palabra de DIOS y se burlan de él.

Casi notamos un desafío por parte del Salmista no importa que tan grandes sean las burlas que lleguen por parte de los soberbios, se mantendrá fiel a YEHOVAH DIOS y Su Palabra.

Cuando es retado para disminuir su confianza y certeza en la Palabra de DIOS por los escarnecedores soberbios, el Salmista sabiamente respondió al incrementar su confianza en la Palabra de DIOS y así se consoló a sí mismo.

Versos del 53 al 56

Describiendo el consuelo y la fuerza que la Palabra de DIOS trae, cuando el Salmista pensó en los inicuos, aquí, probablemente los soberbios que le tenían y otros que confiaban en la Palabra de DIOS en la gran burla, hacían que él se indignara, reconoció el gran pecado de ellos, “abandonan tu Ley”.

Aquí el Salmista dice que la Palabra de DIOS, “tus estatutos”, le hacen cantar con alegría y confianza, aquellos que conocen el poder de cantar la Palabra de DIOS tienen un gran consuelo en la casa donde son extranjeros.

Era verdadero, tanto literal como de manera figurada, en la oscuridad de la noche, cuando los temores y ansiedades a menudo se suben a nosotros, el Salmista halló consuelo en el Nombre del Señor, revelado hacia él por la Palabra de DIOS.

Consuelo real en las noches figurativas que los creyentes puedan enfrentar.

Esta es una declaración gloriosa y triunfante de parte del Salmista, el poder, bondad, confort y fuerza de la Palabra de DIOS no solamente eran ideas o teorías para él.

Una Fe que ha llegado por la Palabra de DIOS (Romanos 10, 17) puede decir correctamente “Por lo menos esto me quedará” (vs 56a).

El Salmista disfruta este triunfo, no solamente debido a que él conoce la Palabra de DIOS, sino porque él también la obedece “haber guardado tus ordenanzas” (vs 56b).

No es que el Salmista proclamara una obediencia perfecta (vs 57 al 58 y posteriores), pero una vida generalmente vivida en fidelidad a la Palabra de DIOS.

H. Het: Apresurándome hacia DIOS con Todo Mi Corazón.

Versos del 57 al 58

Lealtad proclamada y se pide misericordia, estas son las Palabras de un alma satisfecha, el Salmista está satisfecho con la porción recibida y esa porción es YEHOVAH DIOS mismo.

Esta promesa sería un voto vació sin el poder de YEHOVAH en la vida, la cercana conexión con DIOS que recibe y disfruta como una porción también le da la fuerza para guardar sus Palabras.

Aquí el Salmista entendió tanto la urgencia de buscar y agradar a YEHOVAH DIOS y la incapacidad de poderlo realizar de manera completa.

Este es una contradicción aparentemente bendita y gloriosa, la petición de piedad o por misericordia nunca está basada en derechos o el merecerlo, pero aquí el Salmista habla como aquel que espera piedad según la promesa de la Palabra de DIOS.

Versos del 59 al 60

Una vida dirigida hacia la Palabra de DIOS, el tiempo que pasaba en la Palabra de DIOS le dio al Salmista una reflexión sobria acerca de sus caminos, da la perspectiva interna necesaria para dirigirse hacia la dirección correcta.

Ya, una vez sobre el camino correcto “readecuaré mis pasos”, ahora el Salmista podría apresurarse en el camino para obedecer.

Versos del 61 al 62

Fidelidad hacia la Palabra de DIOS en la adversidad, el Salmista fue atacado y afligido por adversarios; pero éstos no pudieron hacer que se olvidara o dejara la Ley de DIOS.

El corazón y la mente del Salmista están tan llenos de agradecimiento y apreciación hacia DIOS, que su sueño es interrumpido por estos pensamientos sublimes.

Versos del 63 al 64

La amistad con aquellos que son amigos de la Palabra de DIOS, el Salmista disfrutaba de un compañerismo especial entre aquellos que honran y guardan la Palabra de DIOS, “que observan tus ordenanzas”.

Al haber experimentado este amplio compañerismo, el Salmista sintió la bondad de DIOS llenando la tierra, esta experiencia de la misericordia incrementó su deseo de conocimiento y obediencia “enséñame tus preceptos”.

De nuevo vemos el curso de un ciclo sin fin, la búsqueda de DIOS en y a través de Su Palabra conduce hacia la satisfacción y bendición.

I. Tet: La Palabra de DIOS Trae Beneficio de un Tiempo de Aflicción.

Versos del 65 al 66

Una oración de alabanza y petición, esta sección comienza con una nota de gratitud, el Salmista se halla agradecido por el buen trato de YEHOVAH DIOS hacia él y que esto ha llegado “de acuerdo a tu Palabra”.

Esta es la oración de sabiduría de una vida bendecida, al haber recibido este buen trato de parte de YEHOVAH DIOS, el Salmista entendió la necesidad de vivir en buen sentido y sabiduría.

Las bendiciones le fueron dadas a él para que viva una vida de manera sabia y obediente para la gloria de DIOS.

Él quería que DIOS le enseñara porque él en realidad creía en los mandamientos y Palabras de DIOS, si en verdad creemos en Su Palabra, entonces querremos que ÉL nos enseñe a vivir de manera sabia y obediente.

Versos del 67 al 68

La bondad de DIOS se ve aún en la corrección, el Salmista aquí habla de lecciones aprendidas de la manera difícil.

Hubo un tiempo donde él era más propenso a estar descarriado de la Palabra de DIOS, y la vida sabia fue revelada allí, pero, bajo una temporada de aflicción, él ahora estaba dedicado a la Palabra de DIOS.

Esta es una línea importante y preciosa para seguir el reconocimiento de la aflicción y del bien que ha hecho en la vida, muestra que el Salmista no se amargó o sintió resentimientos hacia YEHOVAH DIOS por la aflicción que le llevó a ser más obediente.

Versos del 69 al 70

Deleite en la Ley de DIOS a pesar de los ataques de los adversarios, al leer del carácter piadoso y humilde del Salmista, casi es impactante el oír que tiene enemigos quienes han forjado mentira en contra de él.

Pero él explica como esto es posible, ellos son los soberbios, quienes sin duda están condenados en su consciencia, tienen rencor de su vida de humildad, obediencia y dócil delante de DIOS.

Las mentiras de los soberbios no distrajeron o desanimaron al Salmista, se dedicó hacia una mayor obediencia y honor para con YEHOVAH DIOS, pidiendo el ser obediente hacia ÉL con todo su corazón.

Su corazón lleno de sebo “paralizado y ciego”, no era bueno para su salud física o espiritual, sus corazones estaban apagados, no tenían sensibilidad, se ahogan en lujurias y excesos, en contraste, el Salmista halló regocijo en la Palabra de DIOS.

Versos del 71 al 72

Apreciación por la bondad de DIOS en la temporada de la aflicción, el salmista repite la idea anteriormente mencionada en esta sección (vs 67).

Esta repetición es una manera efectiva para comunicar un énfasis, aflicción, traída bajo la sabiduría y guía de la Palabra de DIOS, genuinamente fue algo bueno en su vida.

Esta es una extensión lógica de la línea de pensamiento del versículo anterior, si el Salmista entendía que aún el problema podría ser bueno si le enseñaba la Palabra de DIOS, si era más valioso que su comodidad, entonces también es posible el decir que es más valioso que las riquezas “oro y plata”.

J. Yod: Confianza en el Creador y Su Palabra.

La estrofa de “yod” representa la pequeña letra Hebrea la cual Jesús señaló como una “jota” en Mateo 5,18 “Hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”.

Verso 73 al 74

Rindiéndose a la Palabra del Creador, aquí el Salmista proclama a YEHOVAH DIOS como el Creador, y entendió ciertas obligaciones hacia Justo Juez, porque él fue hecho por las manos de YEHOVAH DIOS.

En su manera de pensar de DIOS como Creador, el Salmista oraba para que pudiera tener “inteligencia para aprender”, reconocía que esto era algo que a menudo se mal interpretaba, podría pedir y esperar el entender tanto a DIOS, como Creador y nuestra obligación hacia nuestro Amo.

Obtenemos mucho entendimiento al considerar a DIOS como Creador y especialmente como el Creador del hombre, cada parte de la creación lleva la impresión de DIOS.

El hombre, solamente lleva su imagen, su semejanza, en cualquier lado vemos sus huellas, sus pisadas, aquí contemplamos su rostro.

“Aprenderé tus mandatos”, el entendimiento de DIOS y hombre, como Creador y criatura, le lleva hacia su humilde relación donde el hombre admite su necesidad de aprender, el aprender la Palabra de DIOS (mandatos) y el recibir Su Palabra como mandamientos de parte de un Creador sabio, amoroso y justo.

En el vs 74 vemos el gusto común de aquellos que temen a DIOS, el Salmista consideraba que su vida recta sería de ánimos para otros que también temieran a YEHOVAH DIOS, era una razón más para escuchar y obedecer al Todopoderoso.

Su vida le pudo dar ánimo y gusto a otras personas justas porque su esperanza y atención estaban puestas en la Palabra de DIOS, sin esta esperanza, su vida justa sería imposible.

Versos del 75 al 77

Consuelo de la Palabra de DIOS en tiempo de aflicción.

Su atención sobre la Palabra de DIOS le ha dado al Salmista una perspectiva sabia y piadosa aún en el tiempo de la aflicción.

Él puede proclamar lo justo de los juicios de YEHOVAH DIOS, aún cuando es afligido.

El Salmista oraba en un fundamento sólido, en base de las promesas hechas en la Palabra de DIOS, con tales promesas, él pidió por gracia o misericordia en su aflicción.

El Salmista correctamente recibió la Palabra de DIOS como algo personal para sí mismo. No solamente fue una Palabra para la humanidad en general o para el pueblo del Pacto, era algo personal, para el mismo Salmista “tu siervo”.

El Salmista oró con el entendimiento de que las tiernas misericordias de YEHOVAH DIOS vinieron a él por medio de la Palabra “Ley” de DIOS.

Al estar cerca de la Palabra de DIOS y al dejar que llenara su vida, él también recibió de las misericordias de DIOS.

Versos del 78 al 80

El contraste entre el soberbio y aquellos que temen a DIOS, el Salmista dijo esto, no solamente en un sentido de la justicia de YEHOVAH DIOS, sino también por un sentido de haber sido agraviado de manera personal.

Estos soberbios son aquellos que le habían calumniado sin causa, por lo tanto, debían ser avergonzados, en contraste con los soberbios, quienes amaban las mentiras, el Salmista amaba y meditaba en la Palabra de DIOS.

El Salmista reconocía la presencia de enemigos soberbios, pero no creía que todos estaban en contra de él o de YEHOVAH DIOS, habían otros que temían a DIOS y él podía hallar compañerismo con ellos.

Ellos tenían mucho en común, ambos eran aquellos los que conocían la Palabra de DIOS y “saben de tus testimonios”.

Mientras que el Salmista se comparaba a si mismo con los soberbios que hablaban mentiras, él aún reconocía su necesidad por una mayor obediencia hacia el Altísimo. Él le pedía a YEHOVAH DIOS, dependía en ÉL para un obediente (íntegro) corazón y vida.

Un deseo válido, el Salmista quería una vida vivida sin ser avergonzado, no era por un sentido de vergüenza interna debido a que uno estuviera bien con YEHOVAH DIOS y sin un sentido de vergüenza pública delante de los ojos de los demás.

Su vida obediente “que cumpla mi corazón sin falla tus preceptos” (vs 80) le conduciría hacia esta vida sin vergüenza.

K. KAF: Desmayo por Aflicción, Vivificado por la Palabra de DIOS.

Algunos escritores señalaron que para los de antaño había a menudo un significado en la forma de las letras Hebreas, tal es el caso aquí.

Esta es la estrofa de “kap”, una letra curveada, similar a un medio círculo y a menudo se tenía en mente, que era una mano extendida para recibir algún regalo o bendición.

Versos del 81 al 82

Buscando consuelo en la Palabra de DIOS, el Salmista da un sentido de desesperación, su alma esta dolida por YEHOVAH DIOS, tanto que desfallece en esperar por la Salvación que él necesita, pero no está desesperado, porque “él espera en su Palabra”.

En contraste con el sentido de debilidad y fracaso, el Salmista halló esperanza y fuerza en la Palabra de DIOS.

Esto es la perseverancia en la esperanza de la cual se habló en el Nuevo Testamento (1 Tesalonicenses 1, 3) y la esperanza de Salvación como un yelmo protector (1 Tesalonicenses 5, 8).

Esto indica la diligencia con la cual el Salmista lee y estudia la Palabra de DIOS, la estudiaba tanto que le dolían sus ojos.

Una razón por la cual él amaba tanto la Palabra de DIOS era porque él la estudió con intención, la Palabra de DIOS cede sus tesoros hacia nosotros en proporción con nuestra búsqueda.

Era porque el Salmista buscaba tan diligentemente, hallar consuelo en su presente angustia, ese sentido de necesidad personal es y permanece una mayor motivación para un estudio diligente que una curiosidad teológica.

Versos del 83 al 84

Apreciando la debilidad y confiando en DIOS y Su Palabra, el Salmista se sintió débil, como si fuera un frágil odre o cuero el cual se había secado y se había hecho negro como el humo, su alma y vida espiritual se sentían secas.

A pesar de su sentido de debilidad, él estaba determinado a “no olvidar tus preceptos”, la debilidad no haría que se olvidara de la Palabra de DIOS.

Aquí el sentido de debilidad condujo al Salmista a desesperarse sabiendo que YEHOVAH DIOS ejecutaría juicio en contra de aquellos que les perseguían.

Versos del 85 al 86

Un clamor por ayuda cuando es atacado y perseguido, las trampas puestas para el Salmista fueron de hecho dirigidas en contra de la Ley de YEHOVAH DIOS, Éxodo 21, 33-34, da el principio de que un hombre es responsable por el daño cuando cava un hoyo.

El Salmista encontró fidelidad y refugio en los mandamientos de DIOS, este era un fuerte contraste a la persecución que halló de parte de sus enemigos, en tales momentos, él oró la oración lógica“¡Ayúdame!”.

Versos del 87 al 88

Vivificado por DIOS para obedecer, el punto es enfatizado por medio de la repetición. Nada haría que el Salmista dejara la Palabra de YEHOVAH DIOS, se aferraría a YEHOVAH en los buenos y malos tiempos.

El Salmista miró a YEHOVAH DIOS por una nueva vida, por avivamiento, pero sabía que esto no era merecido, aún para aquel que está tan enamorado de la Palabra de DIOS como él lo estaba.

El Salmista entendió que el propósito de un espíritu vivificado dentro de él, no era simplemente para disfrutar de la temporada de regocijo espiritual, sino que era para un caminar más fiel y obediente con YEHOVAH DIOS.

El Salmista correctamente entendió que la Palabra de DIOS en realidad venía de la boca de YEHOVAH DIOS, no ignoraba el hecho de que DIOS había utilizado autores humanos y que esos autores expresaban su personalidad a través de los escritos inspirados.

Pero el Todopoderoso dirigió a aquellos autores humanos, para que lo que escribieran pudiera ser certeramente llamado Palabras de la boca de DIOS.

L. LAMED: Salvado por la Palabra que permanece en los Cielos.

Versos del 89 al 91

Un DIOS fiel y Su Palabra permanente, aquí el Salmista meditó en la naturaleza inmutable de la Palabra de DIOS, debido a que ésta permanece en los cielos, no cambiará en la tierra.

El Salmista también declaró su creencia de que la Palabra de DIOS fuera exactamente eso, no las Palabras del hombre, sino las mismas Palabra de DIOS, creía que las Escrituras venían de los cielos y no de la tierra, de parte de YEHOVAH DIOS y no de los hombres.

El Salmista creía que la Palabra permanente de DIOS era una demostración de la fidelidad del Justo Juez y esa fidelidad se extiende a través de “generación en generación”.

La Palabra de DIOS misma es lo que establece la tierra y la hace permanecer. La tierra y toda la creación comenzaron con una Palabra de DIOS (Génesis 1) no es sorpresa que también sean sostenidas y permanezcan de acuerdo a la Palabra de DIOS.

El Salmista miró el orden creado y entendió que toda la creación finalmente sirve a DIOS y Sus propósitos, la tierra que afirmó y permanece, obedece Su Palabra.

Versos del 92 al 93

El poder sustentador de la Palabra de DIOS, el Salmista se regocijaba en que la Palabra de DIOS había sido su delicia, el leer, estudiar y meditar en la Palabra de DIOS no era una tarea pesada, era “una delicia”.

El Salmista sabía que sin su relación con YEHOVAH DIOS y Su Palabra, no hubiera sido sustentado en su temporada de aflicción.

“Jamás olvidaré tus ordenanzas pues por ellas me haces revivir” el Salmista recordó el poder que da vida y el carácter de la Palabra de DIOS, era esta vida la que le fortalecía en la temporada de aflicción.

Versos del 94 al 95

Seguridad al buscar en la Palabra de DIOS, habla de la maravillosa relación entre el Salmista y Su DIOS, fluyendo de la Palabra de DIOS.

· Reconocía que YEHOVAH era su DIOS.

· Reconocía que la Salvación no estaba en él mismo.

· Reconocía que YEHOVAH DIOS escucha y contesta la oración.

· Reconocía que YEHOVAH DIOS le salvaría.

La base de esta confianza era la de una relación edificada sobre la Palabra de DIOS “tus testimonios”, no era una relación basada sobre los sentimientos o las experiencias subjetivas, sino sobre el fundamento sólido de la Palabra de DIOS.

El Salmista habla de sus enemigos de una manera casi causal, mientras que éstos hacen lo peor en contra de él, han aguardado para destruirle, no entrará en pánico, sino que hallará refugio en la Palabra de DIOS.

Verso 96

La perfección de la Palabra de DIOS, el Salmista consideró las cosas excelentes que había visto en este mundo, quizás pensó en las cosas con gran belleza natural, las pequeñas cosas de creación intrínseca, la belleza del amor humano y el cariño.

Pero al ver todas estas cosas, éstos tienen un fin, en el sentido de un límite o una barrera, las mejores cosas de este mundo solamente van hasta dicho límite.

A pesar de todas las grandes y hermosas cosas de este mundo, hay algo que es aún mayor, “el mandamiento de DIOS”, Su Palabra revelada hacia nosotros, no tiene límite, como las cosas, aún esas cosas que son grandes en la tierra.

· Es antes de la creación.

· Sostiene a la creación.

· Permanecerá más allá de toda creación.

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