Versos del 1 al 4
Uno de los atributos importantes de la sabiduría es la prudencia, contraria a la actitud de andar publicándolo todo.
Sólo el prudente sabe hablar y callar lo que debe, inundando con sus palabras del “manantial de sensatez” a los demás (vs 4).
Versos del 5 al 10
Un nuevo proverbio que tiene que ver directamente con la justicia (vs 5) se combina con las actitudes negativas de sembrar discordias y poner en pleitos a los demás.
Lo mejor es siempre acogerse al Señor porque Él es “fortaleza donde acude el hombre y encuentra seguridad” (vs 10).
Versos 11 al 12
Hay quienes fundamentan su vida en la riqueza, en el tener, y por ello se creen omnipotentes, sin tener en cuenta a YEHOVAH DIOS, quien da las riquezas sin añadir tristeza.
Este carácter impío generalmente queda de manifiesto en las personas que por su posición económica tratan a sus semejantes como esclavos o mascotas.
Versos del 13 al 15
Apresurarse nunca es ventajoso, el maestro de sabiduría sugiere siempre la mesura, la calma, y sobre todo una actitud de sabiduría: saber escuchar.
Quien sabe escuchar tiene mayor posibilidad de discernir, quien sabe discernir, es capaz de transmitir vida en sus palabras.
Versos del 16 al 24
Un buen secreto para ganarse la confianza de los grandes son los regalos y las dádivas, esta figura evoca la honra que se debe a las autoridades establecidas en la Palabra de YEHOVAH DIOS.
La buena o mala vida depende de la lengua, nosotros mismos construimos nuestro destino, no sólo con nuestras obras, sino también con las palabras.
Las Palabras que establecen la pacificación son las que están respaldadas por compromisos comprobados, forjados en la justicia, porque la Palabra que trasmite sosiego es aquella que sale de un hombre integro.