Segunda colección: “Proverbios de Salomón” (10, 1 – 22, 16)
Es la segunda colección “Proverbios de Salomón”, se inicia el núcleo y la parte más antigua del libro bajo el título “Proverbios de Salomón”.
Los comentaristas ubican esta sección un poco después del reinado de Josías (640-609 a.C.). Babilonia ya ha penetrado en territorio judío y cada día que pasa aumenta el grado de violencia.
En medio de la crisis, un grupo de sabios organiza una serie de dichos y refranes, unos de tipo moral, otros de tipo legislativo, con el objeto de animar a la comunidad y enseñar que los justos, los que creen en el Señor y lo aman de verdad, no sufrirán la violencia ni la muerte.
Es frecuente en esta sección el llamado de la sabiduría a la conversión y a la búsqueda de la justicia, así como a la vivencia de la pobreza.
Versos del 1 al 11
Sin coherencia alguna se reúnen varios dichos que pueden tener como denominador común la vida del justo, del que actúa recta y honradamente, en contraposición con la de aquellos que actúan de un modo insensato.
La sección comienza simulando a un padre o una madre que se dirige a su hijo para enseñarle sabiduría.
Es de notar la importancia de la figura paterna y materna en las primeras etapas de crecimiento de los hijos, este papel aún se cumple con encomiable esmero en algunos núcleos humanos y es necesario incentivarlo cada día más.
Versos del 12 al 26
Podríamos enlazar esta serie de proverbios con el tema de las relaciones éticas y sociales.
Dichas relaciones se deben fundar en el amor que “disimula las ofensas” (vs 12) y que luego va adquiriendo una serie de matices o canales de transmisión y de difusión, simbolizados en los labios para expresar que se tienen que percibir en las relaciones con los semejantes.
Los labios, es decir la boca, el canal de expresión de la interioridad de la persona, deben estar al servicio de la verdad y de la justicia, y esa es una manera de vivenciar el amor.
La charlatanería es la antinomia de unos labios puestos al servicio del bien. El tema de la boca, los labios y la lengua aparece nuevamente en los versos 31-32 con idéntico sentido.
Versos del 27 al 32
En definitiva, el gran secreto de la sabiduría es el respeto al Señor, la garantía de una vida sana y prolongada, justo lo contrario de lo que sucede a quienes no lo respetan.
En la Palabra de Dios, la calidad de vida está en relación íntima con el modo de relacionarse con YEHOVAH Dios.
Las edades exageradas de los Patriarcas y de otros grandes personajes del Antiguo Testamento deben entenderse a partir de esta clave que nos ofrece el verso vs 27, no en un sentido literal cuantitativo.
Ese respeto debido al Señor permea el resto de actitudes y comportamientos del individuo, del cual se espera que sea siempre virtuoso.
En síntesis, el hombre que se ajusta la Ley de YEHOVAH DIOS, rápidamente se ve libre de caer bajo el yugo de las bajas pasiones.
Por su parte, el malvado al despreciar la sabiduría, se hace así mismo reo de muerte, por causa de su actuar impúdico, Juan 8, 34-35.