Mosqueteros de Yehovah

Números Capítulo 5

Versos del 1 al 4

Tenían que echar fuera del campamento al leproso. Había un propósito muy definido que se cumplía con esto: existía el peligro de la contaminación y la transmisión de la enfermedad.

Y leemos que el campamento no debía ser contaminado, porque YEHOVAH DIOS moraba en medio del campamento.

YEHOVAH DIOS, pues, mandó que ciertas personas fueran excluidas de allí.

Ahora, esta no fue una decisión hecha por algunos que se creían superiores, ni por otros, que creían tener algún privilegio espiritual que querían defender.

La lepra es un tipo, una ilustración del pecado. Vimos esto en el libro de Levítico.

Cualquiera erupción que proviniese del interior del cuerpo o un flujo del mismo, habla de la carne.

Es decir, de la parte física del ser humano, controlada por las pasiones y el pecado, tienen que ser tratadas a tiempo y apropiadamente.

Tenemos que comprender que si vamos a “caminar” con YEHOVAH DIOS, si vamos a gozar de la Comunión y el Compañerismo con ÉL, debe haber una “purificación” de nuestras vidas.

Hay algunos que creen que pueden participar del servicio de la Novia del Cordero y a la vez, encubrir un pecado en sus vidas.

YEHOVAH DIOS no nos Bendice, ni camina con nosotros mientras vivamos en pecado consciente.

YEHOVAH DIOS no derramará Sus Bendiciones, hasta que esas situaciones sean tratadas y sometidas a la autoridad de Su Palabra.

Versos del 5 al 7

Esto es lo que Zaqueo, el recaudador de impuestos, ofreció devolver después de su encuentro con Jesús.

Recordemos lo que él dijo en el Evangelio de Lucas 19, 8:

“He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado”.

En realidad, Zaqueo estaba ofreciendo más de lo que la ley Mosaica requería.

Vemos que debía haber una restitución. Por tal motivo, el “Arrepentimiento” es mucho más que simplemente decir: “lo siento”.

La relación entre YEHOVAH DIOS y el individuo no se normalizará hasta eliminar lo que estorbe, en las relaciones entre las personas.

Hoy en día, muchas personas creen que el “Arrepentimiento” significa derramar unas pocas lágrimas, para luego seguir alegremente en el mismo camino.

Pero, es mucho más que eso. Se trata de rectificar lo que estuvo mal hecho y de efectuar una restitución al individuo que ha sido ofendido.

Tenemos que confesar nuestros pecados ante el prójimo que ofendimos y ante YEHOVAH DIOS.

Debemos recordar que Nuestro Señor Yeshúa dijo en el capítulo 5 de Mateo:

“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.

Algunos tienen la idea, de que uno puede expresar exteriormente su pena por un rato y que luego, ya ha quedado todo perfectamente solucionado.

Eso es lo que Pablo llama “la tristeza del mundo”, en la Epístola a los Corintios y ese tipo de “Arrepentimiento” no tiene ningún valor.

Muchas personas hoy en día, creen que el “Arrepentimiento” no va más allá de emitir un sonido.

Derraman lágrimas en profusión y por un tiempo adoptan una actitud de “Humildad”, pero eso queda allí.

No hay ningún alejamiento del pecado, ningún volverse a YEHOVAH DIOS, ninguna restitución hacia la persona ofendida.

Por lo tanto, no puede haber ningún Compañerismo real y Verdadero con YEHOVAH DIOS, ni progreso espiritual en sus vidas.

Versos del 11 al 15

Destaca en esta porción, el espíritu de celos que puede venir sobre un marido traicionado secretamente por su mujer.

Este espíritu, denota la no prosperidad y la infelicidad en muchos matrimonios, todo debido a pecados ocultos, por una o ambas partes no confesados entre ellos.

YEHOVAH DIOS, ha determinado que el “Pacto Matrimonial” lo constituye la unidad espiritual, que se rompe por el ejercicio del adulterio, el cual desemboca en la muerte.

La incompatibilidad matrimonial, surge por causa del adulterio secreto, esto impide la prosperidad conyugal.

Veamos entonces en los versículos siguientes, el proceso que debía seguirse para resolver las dudas que pudiese haber, en cuanto a la conducta de la esposa y sobre su posible culpabilidad.

Versos del 16 al 31

La mujer debía beber las “aguas amargas” y si esto causaba que su vientre se hinchara y que su muslo languideciera, sería una maldición en medio del pueblo.

Ahora, si no estaba “contaminada”, sino “pura”, entonces sería declarada exenta de toda culpa.

Esta prueba tendría un efecto psicológico muy grande, sobre cualquier persona y mayormente si era culpable.

Ahora, ¿por qué no se menciona aquí al hombre? En este caso, no se trata de una sospecha en cuanto al hombre, sino en cuanto a la esposa.

Y quisiéramos aclarar, que la Biblia no enseña una doble moral, que permita más libertad al hombre que a la mujer.

En este caso, es el esposo quien sospechaba de la esposa.

¿Podría ser culpable un esposo? Claro que sí.

Vimos ya en el libro de Levítico y lo veremos de nuevo en el libro de Deuteronomio, que si un hombre y una mujer eran sorprendidos en adulterio, los dos debían de ser lapidados.

No hay, ningún criterio moral en la Biblia que permita más libertad al hombre que a la mujer.
Este cuadro que tenemos aquí, habla de la Ofrenda de Celos.

¿Cree usted que YEHOVAH DIOS es celoso?

Eso es lo que ÉL dice: “Soy el Señor, YEHOVAH DIOS celoso” en Éxodo 20, 5.

Pero, ¿realmente quiere decir que YEHOVAH DIOS es celoso?

Sí, YEHOVAH DIOS es celoso.

Pero éste no es el tipo de celo pasional, bajo y egoísta, como son los celos obsesivos de una persona que esta irritada hasta la exasperación.

Aquí, se trata de los celos (cuido) de la persona que ama.

Así también, desde el punto de vista Divino, ¡ÉL nos ama! ¡Es celoso con nosotros!

ÉL no quiere que dediquemos nuestro “tiempo” y nuestro “amor” a las cosas de este mundo, porque le pertenecemos a ÉL. Desea tener la prioridad en nuestros sentimientos.

En esta prueba de celos, si la esposa resultaba inocente, era exonerada. En realidad, esta Ley también protegía a la mujer de un hombre celoso. Estas normas la beneficiaban mucho a ella.

Ciertamente, esto acentúa una vez más, que la Palabra de YEHOVAH DIOS, pone en claro el asunto de la fidelidad al voto del matrimonio.

Hoy en día, vemos una gran “depravación” en cuanto a esto, hasta el punto que para muchos, ya está resultando “aceptable” que el voto del matrimonio no sea tomado en serio.

YEHOVAH DIOS le hará responsable por sus promesas. Eso es seguro.

Muchos de los problemas del mundo actual, comienzan en el hogar.

Los conflictos, son causados por aquellos que hacen poco o ningún caso del voto del matrimonio.

YEHOVAH DIOS no puede Bendecir, ni Bendecirá a una nación que no tome en serio lo que ÉL ha instituido y prevalezcan estas situaciones.

Difunde la Palabra de Yehovah No Contaminada

Deja un comentario