Mosqueteros de Yehovah

Números Capítulo 16

Desde el capítulo 16 hasta el 19, tenemos el relato de cuatro incidentes y todos relacionados con el Sacerdocio.

El capítulo 16 trata de la rebelión de Coré. El capítulo 17 refiere sobre la vara de Aarón que floreció.

El capítulo 18, se ocupa de la confirmación del Sacerdocio y por último, el capítulo 19 se relaciona con la ofrenda de la vaca de pelo rojizo.

Versos del 1 al 3

Claramente, esta era una rebelión en contra de la Autoridad Divinamente establecida.

Tengamos en cuenta que Coré era un levita de gran autoridad.

Había también doscientos cincuenta (250) príncipes de la asamblea, que se asociaron con él, quienes eran igualmente, hombres de autoridad.

Una rebelión, si ha de tener éxito alguno, necesita el apoyo de líderes, personas con posiciones claves. Requiere inteligencia y dinero.

De modo que esta rebelión no era un asunto de poca envergadura.

De hecho, las acusaciones esgrimidas en esta rebelión no estaban ajustadas a los hechos y carecían de todo fundamento.

Porque Moisés no estaba concentrando demasiada autoridad sobre sí mismo.

Si retrocedemos por un momento en la historia y miramos detenidamente los hechos, observaremos que fue YEHOVAH DIOS quien llamó a Moisés.

También, podemos observar que desde un principio, Moisés no quería realmente dirigir a este pueblo.

Aún después que YEHOVAH DIOS le preparó en el desierto, Moisés no quería ser el líder máximo, de la liberación del pueblo que estaba esclavizado en Egipto.

Así fue, que Moisés solicitó un ayudante y YEHOVAH DIOS le dio a Aarón.

A Moisés le llaman el hombre más manso en toda la tierra.

Cuando Josué quiso hacer callar a los profetas que surgieron en el pueblo, Moisés demostró que no era celoso y había dicho que deseaba que todo el pueblo de YEHOVAH DIOS pudiera profetizar.

Moisés no era culpable en lo más mínimo, de atribuirse una autoridad excesiva sobre la congregación.

¿Cuál es entonces el verdadero problema aquí?

El problema radica en los celos de Coré. Este asunto de los celos es un asunto serio.

Toda autoridad es dada por YEHOVAH DIOS. Ningún hombre debe adjudicarse este honor por sí mismo.

YEHOVAH DIOS el Creador había asignado los puestos en el campamento y había dado a los Levitas las tareas específicas que tenían que cumplir.

Coré, como miembro de la familia de los quehatitas, tenía su puesto y servicio determinado por YEHOVAH DIOS.

Moisés tenía el puesto que a él le correspondía.

Francamente, una rebelión como ésta, tiene que ser confrontada y es necesario que lo sea con medidas extremas.

Muchos de los problemas de convivencia que encontramos en la actualidad, incluso entre cristianos, tienen su origen en los celos.

Por eso, la Biblia, la Palabra de YEHOVAH DIOS, nos manda vivir con toda humildad y mansedumbre, reconociendo que toda autoridad es concedida sólo por ÉL.

Versos del 4 al 17

Habían acusado a Moisés y a Aarón de imponer su propia autoridad sobre la congregación.

Ahora, Moisés les dice de parte de YEHOVAH DIOS, que son ellos los que se apropian indebidamente de la  autoridad sobre la congregación.

Cada hombre debía tomar su incensario, ponerle fuego y venir al Tabernáculo.

Debido a que las responsabilidades de Moisés y Aarón habían sido asignadas por YEHOVAH DIOS, la murmuración se dirige realmente contra el Altísimo.

Y la maliciosa acusación contra Moisés, ignora el hecho de que si ellos hubiesen seguido su liderazgo en Cades-Barnea.

En este momento ya estarían establecidos en aquella tierra rica en agricultura y ganadería.

El caso es que YEHOVAH DIOS haría conocer Su Voluntad en este conflicto.

Versos del 18 al 30

Brotó la Gloria de YEHOVAH DIOS, que había aparecido anteriormente en un momento de murmuración.

Y en esta ocasión, se asomó en el momento de la rebelión. Ahora, Moisés implora al Altísimo que no destruya a toda la congregación.

YEHOVAH DIOS le dice, que la congregación debe apartarse de las tiendas de los hombres impíos.

Estos eran los hombres que habían rehusado obedecer a Moisés y querían establecer su propia práctica de adoración.

Aquellos de la congregación que habían deseado asociarse con Coré, perecerían con él.

Y los que se apartaran de Coré para seguir a Moisés, serían salvados.

Es terrible que un hombre o un grupo, desobedezca a YEHOVAH DIOS y a los líderes que son divinamente nombrados.

Es un asunto muy grave establecer un sistema de adoración no aprobado por YEHOVAH DIOS y dividir así a Su pueblo.

Con toda seguridad, el Creador confrontará este tipo de rebelión y la juzgará.

Versos del 31 al 33

Infunde temor reverencial, ver la manera en que YEHOVAH DIOS les castigó.

Trataron de dividir al pueblo y por lo tanto, el Altísimo les juzga de la misma manera en que habían pecado.

Divide al pueblo para apartarlo de Coré y su grupo, y luego divide la tierra, inmediatamente la tierra se los tragó, Gálatas 6, 7.

YEHOVAH DIOS, juzga de la misma manera en que el hombre peca.

Esa ha sido siempre la verdad, como por ejemplo en el caso del anciano Jacob, David
y el apóstol Pablo, así con cada uno de nosotros.

Versos del 34 al 35

Estos hombres habían sido líderes en Israel. Pensaban que debían haber tenido más prominencia en su servicio.

Hoy en día, necesitamos menos voces que traten de hablar y más personas que estén dispuestas a hacer las tareas más humildes, aunque sean menos visibles y no por ello, sean las menos importantes.

Todos son importantes en la conformación de la Novia de Yeshúa Ha Mashiaj, cada uno de los dones o capacidades dados por el Ruaj Hakodesh son importantes.

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