Versos del 1 al 10
Yeshúa y Zaqueo. A diferencia con los ejemplos anteriores Zaqueo cuyo nombre significa “inocente o puro” adoptó una postura de verdadera humildad.
Dando un perfecto acatamiento al arrepentimiento o teshuvá migrando de la cultura del mundo a la Cultura del Reino.
Encontró la salvación, puesto que su cambio de pensamiento fue seguido por la acción que puso de manifiesto su nueva naturaleza en YEHOVAH Dios.
No juzgó como pérdida el hecho de tener que devolver cuatro veces, por el contrario, valoró de mayor estima, el ajustarse a la Ley de YEHOVAH para obedecer conforme al dictamen divino.
Este recaudador de impuesto se vació de la cultura del mundo y de sí mismo, para ser lleno de la Cultura del Reino y del Ruaj Hakodesh.
Zaqueo es el paradigma del que conociendo a Yeshúa, no sólo se despoja con prontitud de lo material.
Sino que permite que su interior también sea transformado por la gracia para comenzar el proyecto de la justicia, muy a pesar de quienes tal vez juzgaban que debía purgar de otro modo sus muchos pecados. ¡Así es la gracia divina!.
Versos del 11 al 28
Parábola del dinero encargado. La tarea del Mesías para muchos de los paisanos contemporáneos de Yeshúa, era un asunto que correspondía exclusivamente al Mesías.
Nadie tenía que intervenir ni para bien ni para mal, porque el Mesías se encargaría de todo, de un solo golpe su Reinado quedaría instaurado (vs 11).
Con esta parábola, a las puertas de Jerusalén, justo antes de su entrada triunfal, Lucas advierte que Yeshúa el Mesías no ve así las cosas.
Para Yeshúa en la tarea del Mesías y en la instauración del Reinado de YEHOVAH Dios están involucrados todos y cada uno de los creyentes, según sus capacidades y dones.
Todos debemos poner empeño en la instauración del proyecto de YEHOVAH.
Versos del 29 al 40
Entrada triunfal en Jerusalén. En contraposición a las expectativas sobre cómo habría de manifestarse el Mesías, Yeshúa deliberadamente se presenta a la entrada de Jerusalén montando un humilde asno.
Quizás Lucas tiene en mente la profecía de Zacarías, que vaticinaba la llegada de un mesías humilde y sencillo montado en este tipo de cabalgadura (Zacarías 9, 9-10).
Esta aclamación de Yeshúa como rey, unida a todos los comentarios que las autoridades políticas y religiosas ya deben conocer, más el comportamiento de Yeshúa en la capital, serán el fundamento de su detención, juicio y condena a muerte.
Versos del 41 al 44
Lamentación por Jerusalén. La alegría y el regocijo que se respiran en el pasaje anterior, cambian de tono en estos versos donde Yeshúa llora y se lamenta por Jerusalén.
Él, como buen judío, seguramente ama a la Ciudad Santa, sabe que allí están todos los elementos necesarios para realizar el plan de YEHOVAH Dios.
Pero la realidad es que la ciudad se convirtió en símbolo de la obstinación y el rechazo a todo lo que tuviera que ver con la voluntad divina, y esto le atraerá la perdición, de ella “no te dejarán piedra sobre piedra” (vs 44).
Versos del 45 al 48
Purifica el Templo. A Lucas le interesa subrayar con este gesto varias cosas:
1. Yeshúa no es contrario al Templo; en el corazón de cada judío está inscrito el Templo como el más importante emblema religioso.
Por eso, Yeshúa reclama que se utilice para lo que es: “casa de oración” (Isaías 56,7).
2. Purificando el Templo, Yeshúa desenmascara el extremo al que había llegado la “casa de YEHOVAH”, de emblema religioso y lugar de encuentro de la comunidad con su YEHOVAH. Había pasado a ser emblema de opresión, cueva de asaltantes.
3. Se hace más clara la decisión de las autoridades de eliminar a Yeshúa, pero no pueden hacerlo porque “todo el pueblo estaba pendiente de sus Palabras” (vs 48).