Versos del 1 al 5
Ya habían transcurrido los siete días de la consagración y había llegado el momento cuando Aarón debía ofrecer su primer sacrificio.
Antes, él no había realizado ningún servicio estrictamente Sacerdotal en favor del pueblo.
Su instrucción había sido completa, pero debe haber sentido cierta ansiedad al enfrentarse con este día de prueba.
Moisés llamó a Aarón, a sus hijos y a todos los ancianos del pueblo para que se presentasen con los sacrificios requeridos y comenzasen su obra.
Mientras tanto, todo el pueblo se acercó y se puso delante de YEHVOAH DIOS.
El octavo día, que sigue a un período de siete días, es un día especial en la Escrituras:
El día de la circuncisión de los niños varones.
El octavo día después de la Fiesta de Sucot, llamado “sheminí astseret”, asamblea del octavo día.
Como un día representa mil años, el octavo día simboliza el octavo milenio después de la creación del hombre, cuando serán introducidos los nuevos cielos y la nueva tierra y el Reino del Eterno.
Versos del 6 al 9
Estos son los pasos a seguir para poder experimentar la Gloria de YEHOVAH DIOS:
1. “Esto es lo que YEHOVAH DIOS ha mandado”, el estudio de la Instrucción.
2. “que hagáis” la obediencia a la Ley con motivos correctos.
3. “La gloria de YEHOVAH DIOS se aparezca a ustedes”, el resultado de los dos primeros.
Por segunda vez, Moisés le dice a Aarón que presente su ofrenda.
Esto nos hace pensar que Aarón estaba dudando y por eso no se atrevía a acercarse al Altar.
Moisés le anima de nuevo para que tome su lugar como el Gran Sacerdote y haga su trabajo.
Esta Escritura nos enseña, que NO debemos avergonzarnos demasiado, por nuestros pecados, sabiendo que YEHOVAH DIOS ha provisto con un sacrificio Perfecto, para que podamos tener acceso al servicio sagrado delante de ÉL.
YEHOVAH DIOS había perdonado a Aarón.
Es posible que él haya tenido mala conciencia y vergüenza por su gran pecado.
Esta escritura resalta la gran Misericordia de YEHOVAH DIOS, al permitir a un gran pecador ocupar el puesto más alto de la nación.
Aarón es un ejemplo del Perdón de YEHOVAH DIOS.
El texto nos enseña que cuando YEHOVAH DIOS Perdona, también “hace olvidar nuestro pecado”.
Sin embargo, conforme vamos creciendo en el espíritu, nos damos cuenta de la gravedad de los pecados que hemos cometido en el pasado, como está escrito en el Salmo 25, 7.
“No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones, acuérdate de mí, conforme a tu Misericordia, por tu Bondad, oh YEHOVAH DIOS”
El hecho de recordar el pecado de la juventud, viene del Ruaj HaKodesh, que nos va instruyendo acerca de todas las cosas.
Al principio, cuando uno se Arrepiente de los pecados, no es realmente consciente de la “gravedad de ellos”.
Por eso, cuando hay más “madurez espiritual”, más pecador se considera al mirar hacia atrás, avergonzándose, por lo que ha hecho. Esto viene del Espíritu.
Es cierto, que YEHOVAH DIOS “hace olvidar nuestros pecados”, en el sentido que nunca nos los recuerda en la cara, con el fin de humillarnos o hacernos sentir culpables.
Por el contrario, es lo que hace el acusador, satán.
Pero, YEHOVAH DIOS cuando nos Perdona, lo hace de Verdad y nos considera como si nunca hubiéramos cometido esos pecados.
Versos del 10 al 15
Todo esto fue observado con interés por Moisés.
Era él quien había recibido las comunicaciones de YEHOVAH DIOS y quien había instruido a Aarón y a sus hijos en lo que debían hacer.
Ahora estaba atento, para observar que todo se hiciese según las instrucciones de YEHOVAH DIOS.
Aarón, hubiese cometido un grave error, si rociaba la sangre de la “ofrenda por el pecado” sobre el altar y alrededor de él. Eso no debía hacerse nunca.
“La sangre de la ofrenda por el pecado, debía ser puesta sobre los cuernos del altar”.
Por otra parte, sería una equivocación grave, poner la sangre del “holocausto” sobre los cuernos del altar. Nunca debía hacerse así.
La sangre del “holocausto” siempre era “rociada sobre el altar y alrededor de él”.
El simbolismo exigía, que todo debía hacerse exactamente como YEHOVAH DIOS, lo había prescrito. Aarón pues no se equivocó.
Luego de haber concluido los sacrificios hechos en beneficio propio, Aarón prosiguió con el ritual de las Ofrendas del pueblo.
El procedimiento era algo diferente, del que se había de seguir posteriormente, esta era la primera vez, en que Aarón oficiaba en favor del pueblo.
Regularmente, la “ofrenda por el pecado del pueblo” consistía en un becerro (Levítico 4, 14) y su sangre debía ser llevada al primer compartimento del Santuario (Levítico 4, 17, 18).
Pero en este caso, la “ofrenda por el pecado” fue un macho cabrío.
Salvo en el día de la “Expiación”, la sangre de un macho cabrío no era llevada al Santuario.
Versos del 16 al 21
Aarón había recibido instrucciones definidas en cuanto a la Ofrenda del día y siguió estas instrucciones.
Todo se hizo, como Moisés lo había mandado, sin error.
Versos del 22 al 24
Aquí vemos como Aarón Bendijo al pueblo, según expertos en las escrituras, Aarón usó las palabras de la Bendición de los Sacerdotes, en hebreo “bircat kohanim”.
Estas palabras se encuentran en Números 6, 24-26, “…YEHOVAH DIOS te bendiga y te guarde; YEHOVAH DIOS haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; YEHOVAH DIOS alce sobre ti su rostro, y te dé paz…”
YEHOVAH DIOS, había prometido mostrar su Gloria en ese día.
Pero a pesar de que Aarón había cumplido todo lo que le tocaba hacer y luego bendecía al pueblo, no vino la Gloria de YEHOVAH DIOS.
En ese momento, pudo haber dudado del Perdón de YEHOVAH DIOS y si realmente había cumplido con lo establecido en cuanto a cada sacrificio.
También podía haber dudado, si realmente valía, para el puesto de Gran Sacerdote sobre la nación de Israel.
¿Por qué la Gloria no se mostró cuando Aarón había hecho todo, sino sólo cuando Moisés y Aarón juntos bendijeron al pueblo?
Tenemos dos razones por las cuales Moisés acompañó a Aarón al Lugar Santo:
1. Entraron en el Tabernáculo para que Moisés le enseñara cómo quemar el incienso.
2. Entraron en el Tabernáculo para suplicar juntos que YEHOVAH DIOS enviara su “shekiná”, su presencia manifestada.
La Gloria de YEHOVAH DIOS vino sólo cuando los dos hermanos se unieron para “bendecir al pueblo”, juntos.
Primero, habían estudiado la Instrucción. Luego, habían obedecido la Ley y habían ofrecido los sacrificios prescritos. Pero todavía, no había aparecido la Gloria de YEHOVAH DIOS.
Ello, nos enseña que lo único que puede traer la Gloria de YEHOVAH DIOS sobre nosotros, es la unidad de los hermanos.
El Salmo 133 destaca la relación que hay entre la unidad y la unción sacerdotal.
La Gloria de YEHOVAH DIOS se manifestó como un fuego consumidor.
YEHOVAH DIOS mostró con esto que estaba muy contento con el sacrificio de Aarón.
Por eso, aprendemos que el corazón de Aarón estaba entregado a YEHOVAH DIOS, porque YEHOVAH DIOS, no recibe los sacrificios de los impíos.
Tal como, está escrito en Proverbios 15, 8 “YEHOVAH DIOS aborrece el sacrificio de los malvados, pero acoge con alegría la oración de los justos.”