Verso 1
Josué ordenó a la nación en Josué 6, 18 que ellos no debían tomar nada del anatema, esas cosas estaban asociadas con adoración demoníaca, degradante y prácticas de los cananeos.
Las guerras peleadas por Israel en Canaán, no eran guerras de saqueo para beneficio personal, eran un instrumento sagrado inusual en manos de YEHOVAH DIOS, usado para juicio en contra de una sociedad lista para el juicio.
Israel no podía ser derrotado por los cananeos, pero ellos podían derrotarse a sí mismos al desobedecer el plan de YEHOVAH DIOS y Su Poder.
Versos del 2 al 3
La recomendación de enviar a solo dos mil (2.000) o tres mil hombres (3.000) era una respuesta de Fe o Confianza en sí mismos.
Al final eso no importó, en su desobediencia ellos pudieron enviar cien mil (100.000) tropas y no había diferencia.
El éxito de Israel dependía de su estado, para ser conquistados por YEHOVAH DIOS.
La rebelión de Acán mostró poco respecto de la nación como Esposa de YEHOVAH DIOS, ellos no fueron conquistados por ÉL y por lo tanto, estaban listos para la derrota.
Versos del 4 al 5
“Y subieron hasta más allá del pueblo como tres mil (3.000) hombres”, Josué, un sabio líder militar, ordena que se mande el número más grande recomendado por su inteligencia militar, pero no hace diferencia. Los cuales huyeron delante de los de Aí.
Los treinta y seis (36) hombres asesinados fueron, treinta y seis (36) más que los que murieron en Jericó, la cual se pensaba que era una ciudad más difícil de conquistar.
Aunque este número era pequeño desde un punto de vista militar, lo que significaba era insólito para Israel. Significaba que Israel podía ser derrotado en la Tierra Prometida.
La derrota en Aí mostró, que lo que importaba no era la fuerza del oponente, sino la ayuda de YEHOVAH DIOS. Sin la ayuda de YEHOVAH DIOS, todo estaría perdido.
Por lo cual, el corazón del pueblo desfallecía y vino a ser como agua, el pueblo de Israel tenía una buena razón para tener miedo.
Su pánico era completamente lógico, porque si YEHOVAH DIOS no peleaba por ellos, ellos no podían esperar más que una derrota.
Versos del 6 al 9
Rasgar sus vestidos y poner polvo en su cabeza ambos mostraban luto. Josué no solo está de luto por la muerte de los treinta y seis (36) hombres, él y los ancianos de Israel están de luto de manera más fuerte, es por la pérdida de la Bendición y guía de YEHOVAH DIOS.
Para Josué y los ancianos de Israel, esta derrota era una calamidad nacional. Ellos no aceptan la derrota con calma, no hay una mentalidad de “ganar poco, pierde unos cuantos” en el trabajo.
Ellos saben que cada batalla cuenta y siempre hay una razón para la derrota, no es algo que “solamente pasa”.
Josué sabe bien que, si la mano de Bendición de YEHOVAH DIOS y su guía no están, sería mejor que ellos no hubieran llegado a la Tierra Prometida. Si YEHOVAH DIOS no los lleva, todo estará perdido.
¡Cuánta diferencia con muchos cristianos hoy en día!.
A menudo pueden llenarse de ego y poder, que si YEHOVAH DIOS quita Su Bendición y Guía, no la extrañarían por mucho tiempo.
Y entonces ¿Qué harás a tú grande nombre?
Esto muestra que la principal preocupación de Josué, era la Gloria de YEHOVAH DIOS.
Nuestra mayor decepción cuando tropezamos, debería ser que posiblemente causamos oprobio al grande Nombre de YEHOVAH DIOS.
Versos del 10 al 11
Las Buenas Noticias son que YEHOVAH DIOS no le ha fallado a la nación. Las malas noticias eran, que esta derrota se debía al pecado de Israel.
Josué no necesita temer que el problema es con YEHOVAH DIOS ¡es casi reconfortante descubrir que el problema es con nosotros!.
Es por eso que YEHOVAH DIOS le dice a Josué levántate. Él no necesita rogarle a YEHOVAH DIOS que cambie su corazón hacia Israel. Josué debe cambiar el corazón de Israel ante YEHOVAH DIOS.
La provisión de YEHOVAH DIOS, es para que nosotros vivamos una vida de Victoria ininterrumpida.
Pero ÉL no hará imposible la derrota, quitándonos la habilidad de escoger el bien y el mal.
YEHOVAH DIOS siempre hace posible para nosotros el no pecar, aquí Israel pecó.
Es asombroso pensar que la nación entera fue hallada culpable por YEHOVAH DIOS y treinta y seis (36) hombres murieron por el pecado de un hombre y su familia.
Pablo habla en términos similares en relación con el pecado en la iglesia de Corintios ¿No saben que un poco de levadura leuda toda la masa? (1 Corintios 5, 6).
Una pequeña cantidad de pecado aceptado y tolerado entre los que buscan ser una imagen de YEHOVAH DIOS, puede infectar al grupo entero.
Con respecto a la aceptación y tolerancia del pecado, es peor que el pecado mismo, así que se debe tratar estrictamente.
Debemos comprender exactamente cuál fue el pecado, alguien en Israel tomó cosas que fueron dedicadas a YEHOVAH DIOS. Dedicadas para darlas a Su tabernáculo o para su completa destrucción.
Con un solo hombre que robó a YEHOVAH DIOS, así como nosotros le robamos cuando no le damos lo que ÉL nos ordena darle.
Levítico 22, 14; 27, 15.19.31, nos demuestra que en Israel, si tú querías conservar algo que pertenecía a YEHOVAH DIOS, debías pagar un 20% (un quinto) de multa.
Esta era la misma cantidad requerida, para la restitución de lo robado en Levítico 6, 4-5.
El Nuevo Testamento nos enseña que “dar” debe ser proporcional y regular (1 Corintios 16, 1-2).
Debemos dar con generosidad, por un propósito y con alegría (2 Corintios 9, 6-8).
Cuando no damos como YEHOVAH DIOS manda, debemos considerarlo como pecado y arrepentirnos de él.
Versos del 12 al 13
Israel no podía pelear con el poder y la presencia de YEHOVAH DIOS, a menos que caminaran en obediencia a ÉL.
Israel estaba bajo un Pacto con YEHOVAH DIOS, que prometió Bendición a su Obediencia y también prometió maldiciones sobre su desobediencia.
Si queremos el poder y la presencia de YEHOVAH DIOS en nuestras batallas, debemos andar en Comunión con ÉL y esta comunión se ve obstaculizada por nuestro propio pecado y rebelión.
Nuestra posición ante YEHOVAH DIOS está segura en Yeshúa Ha Mashiaj, pero nuestra Comunión con ÉL es obstaculizada por nuestro pecado (1 Juan 1, 6).
La Comunión con YEHOVAH DIOS, es nuestra fuente de poder para vivir en el Espíritu.
El darnos cuenta que un cuerpo en pecado no tiene poder delante de sus enemigos, nos ayuda a reflexionar.
Es asombroso darse cuenta, que una vez que se lidia con el pecado, el poder de YEHOVAH DIOS puede fluir de nuevo en nuestra vida espiritual.
Cuando YEHOVAH DIOS trata con un área en particular de pecado y cuando resistimos su obra, su misericordia nos hace que fallemos en batalla.
Somos más peligrosos, cuando creemos que estamos “ganando” batallas, por nuestra autosuficiencia.
Veros del 14 al 15
A pesar de que la identidad de la familia pecadora era desconocida para Josué, YEHOVAH DIOS la conocía.
El pecado secreto en esta tierra, es un escándalo abierto delante de YEHOVAH DIOS.
Por tanto, debemos vivir nuestras vidas como “un libro abierto”, con un tipo de vida que puede ser visto por quien sea, donde sea.
Una vez, que YEHOVAH DIOS trató con aquel pecador individual, la Bendición podría venir de nuevo sobre la nación completa.
Versos del 16 al 18
Y fue tomado Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zerá, de la tribu de Judá, una experiencia terrible para Acán.
¡Cuánto mejor es simplemente caminar en Obediencia a YEHOVAH DIOS!.
Todo este tiempo, Acán ciertamente recordó exactamente lo que había tomado y como había deseado no haberlo tomado.
Así como él, nosotros deberíamos recordar el “arrepentimiento del pecado”, antes de pecar, no después.
El pecado tiene sus placeres. El tomar aquellas cosas le dio a Acán una alegría momentánea, pero la penalización del pecado, supera cualquier placer temporal acontecida por el pecado.
Versos del 19 al 21
Aún cuando nosotros pecamos e intentamos cubrir nuestro pecado, nosotros podemos dar Gloria a YEHOVAH DIOS abiertamente y honestamente confesar nuestro pecado.
El pecado oculto siempre tiene un poder especial sobre nosotros.
Un manto babilónico muy bueno, doscientos (200) siclos de plata y un lingote de oro de peso de cincuenta (59) siclos, comparado contra las vidas de treinta y seis (36) hombres y el bienestar de la nación, lo que Acán ganó era insignificante.
Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la Obediencia y fueron traspasados de muchos dolores (1 Timoteo 6, 10).
Cuánto Acán pudo haber meditado en su pecado, “Nadie lo sabrá”, no se preocupan por estas cosas, piensa que admirado seré con este manto babilónico.
También puede pensar que no le estoy haciendo daño a nadie, “Me lo merezco”, las excusas pueden seguir y seguir, pero se quedan cortas.
Cuando estamos en el terrible lugar en el que está Acán, nos sentimos terrible por nuestro pecado, deseando nunca haberlo hecho.
¡YEHOVAH DIOS nos ayude a sentirnos terrible por nuestro pecado, antes de hacerlo!.
Versos del 22 al 26
Los hijos e hijas de Acán tenían un conocimiento específico del pecado, porque es improbable que él pudiera enterrar bajo su tienda sin que ellos supieran.
Al mismo tiempo, ellos fueron igualmente apedreados con Acán, se le dio muerte con toda su casa, fue arrancada su descendencia genética de Israel.
Los israelitas llamaron acertadamente a este lugar, Valle de Problemas o desgracia.
Incluso este tipo de pecado, cuando se trata de manera adecuada, puede ser un trampolín a la Victoria de nuevo.
Ahora, Israel estaba de nuevo en posición para caminar en el poder y guía de YEHOVAH DIOS, después que fueron conquistados de nuevo por el Esposo al quitar de en medio toda infidelidad.
Este tipo de Victoria viene solamente después de una muerte.
Nosotros debemos morir a tales pecados que nos afligen, saber al ser de Cristo hemos crucificado la carne con sus pasiones y deseos (Gálatas 5, 24).
El Poder y Victoria de la Resurrección de Yeshúa Ha Mashiaj, son nuestros mientras crucificamos nuestra carne con Él cada día.