Versos del 1 al 2
Los versos del 1 al 4 están al final de este capítulo, tomando en cuenta la Biblia Latinoamericana (2.012), referencia para estos estudios Bíblicos.
En la práctica ¿me han salvado a mi o a alguien más?.
Esto da inicio a un largo discurso de Job, el cual primero responde al breve discurso de Bildad (Job 25) y luego se vuelve un discurso de sabiduría y una defensa final, terminando en Job 31.
Los pronombres son singulares, Job se está dirigiendo a una persona, probablemente Bildad.
Entonces él comienza, en el capítulo 26, con tres versos de desdeñosa ironía, dirigida al último orador, pero evidentemente también ha sido dirigido a cada uno de los tres.
Job consideraba toda la sabiduría de Bildad y sus dos amigos (Elifaz y Sofar) y se preguntaba dónde se encontraban la ayuda y la fuerza.
Al final de todo esto, los amigos de Job llegaron al punto donde estaban tan preocupados por estar en lo correcto, que se olvidaron de preocuparse por ayudar a Job.
Versos del 3 al 4
“¿Me han ayudado a mí o a alguien más con su sabiduría?“. Job hizo estas declaraciones lo suficientemente amplias como para incluirse no solo a sí mismo, sino a todos los demás que Bildad y sus amigos habían fracasado en ayudar.
Se preguntaba quien más había sido dañado por la insensibilidad y la sabiduría mal aplicada de sus amigos.
En el primer discurso de los amigos de Job (Job 4), Elifaz dijo que un espíritu misterioso le reveló sus principios. El mensaje del espíritu comenzó, “¿Será el hombre más justo que YEHOVAH DIOS?” (Job 4, 17).
Bildad entonces repitió la misma idea a Job en Job 25, 4, así como otros argumentos reciclados en ese breve capítulo. Por lo tanto, Job quería saber de Bildad de quién es el espíritu que de él procede.
Versos del 5 al 13
Se han ofrecido muchas sugerencias para la identidad de estos “monstruos acuosos”. Algunos piensan que Job creía que el Seol era un abismo acuoso, lo conectan con una idea sugerida en 2 de Samuel 22, 5.
Otros piensan que es solo una manera poética de describir a los que están enterrados en el hoyo profundo, en las profundidades (Salmo 88, 6).
Sin embargo, no se debe perder el punto en el contexto. La idea de Job aquí es que no hay lugar oculto de YEHOVAH DIOS, todo incluyendo el reino de los muertos y las profundidades del océano está descubierto delante de ÉL.
Job notablemente entendía esto. En contraste con las mitologías antiguas que decían que la tierra era sostenida por las espaldas de elefantes o tortugas gigantes, Job sabía que cuelga la tierra sobre nada.
Job también entendió los principios de la curvatura de la tierra y de la naturaleza curva del horizonte.
Job conocía la poderosa energía mostrada en las tormentas que agitaban el mar y sabía que esto venía del poder de DIOS.
La serpiente, es otra obscura referencia a la serpiente antigua derrotada por YEHOVAH DIOS.
Isaías 51, 9; Salmos 89, 8-10, también hablan de una serpiente asociada con el mar que DIOS derrotó como demostración de su gran fuerza e identifica a esta serpiente con el nombre de “Rahab”, que significa “la orgullosa”.
Mitologías rabínicas antiguas sugieren que una hubo una serpiente malvada en el mar prístino resistiéndose a la creación y que DIOS mató a la serpiente y trajo orden al mundo (Génesis 1,1-2).
Satanás es a menudo representado por un dragón o una serpiente (Génesis 3, 13 Apocalipsis 12 y 13) y el mar es considerado un lugar peligroso o amenazador en la mente judía (Isaías 57, 20; Marcos 4, 39; Apocalipsis 21, 1).
Por lo tanto, Leviatán podría ser otra manifestación tipo serpiente de Satanás.
Verso 14
La descripción de Job del poder de YEHOVAH DIOS en Job 26, 5-13 es increíble e impresionante, sin embargo, Job sabía que esta descripción no comenzaba a describir totalmente a YEHOVAH DIOS.
Cuando el Altísimo finalmente le habla a Job más adelante en el libro, le hablará más acerca de sus caminos, sobre los cuales Job solo ha tocado los bordes. ÉL traerá un poco del trueno de su poder a Job.
La explicación del sufrimiento de Job es el hecho de que YEHOVAH DIOS y Satanás han hecho de su alma un campo de batalla.
No fue para disciplinar o perfeccionar a Job, sino por un propósito oculto que él no conocía, pero su intuición lo hizo aferrarse, al hecho que solo el único que podía explicar las sublimidades de la naturaleza, era el único que podía explicar lo que le estaba sucediendo.
Job no entendía mucho sobre YEHOVAH DIOS, pero entendía lo suficiente como para saber que había mucho más que él no podía comprender.