Versos del 1 al 6
El problema de la retribución. He aquí uno de los interrogantes aún no despejados, el problema de la retribución como lo plantea la Palabra de YEHOVAH Dios.
¿Por qué al malvado y traidor le va bien, mientras que el justo sufre?.
También la literatura sapiencial se ocupa del mismo problema, pero sin llegar a una solución definitiva, tal es el núcleo esencial del libro de Job (Job 21; Salmos 37; 49; 73).
El verso 5 parece la respuesta de YEHOVAH, que ciertamente no responde ni al interrogante de Jeremías ni aprueba su petición de venganza, en cambio, le augura más persecución y más traición por parte de sus propios hermanos.
Es el camino del profeta, no porque YEHOVAH DIOS se complazca en ello, se trata más bien de la obstinación del hombre que no es capaz de reconocer en el otro la Palabra que YEHOVAH DIOS le dirige.
Es una ventaja que el Antiguo Testamento haya dejado sin resolver el interrogante de la retribución, eso nos ayuda a entender que YEHOVAH DIOS no es el directo responsable de la suerte adversa que sufren los justos.
Es el mismo hombre con su capacidad de ser solidario, justo y bueno, pero también con su capacidad de codicia, de sometimiento y de falta de respeto a la vida y a la justicia.
YEHOVAH DIOS espera que nosotros, hombres y mujeres, construyamos una sociedad distinta y nueva, donde el bien, la paz, la prosperidad y las oportunidades sean iguales para todos, viviendo de acuerdo a los principios y mandatos de YEHOVAH DIOS
Versos del 7 al 13
“He desechado mi heredad”. El profeta hace una lectura religiosa de la situación adversa de Israel y lo hace en forma de poema.
Es importante tener en cuenta que aquí, como en muchos otros pasajes de la literatura profética, se juntan varios lenguajes, el religioso, el poético y el profético.
No caigamos en el error de dar un valor literal a las palabras del profeta, que describe la devastación de su pueblo como una acción directa de la ira divina.
Si nuestra convicción y nuestra Fe es que Dios es creador y Señor de la vida, jamás podremos atribuirle a ese mismo Dios acciones de destrucción y de muerte, ni pensar siquiera que las aprueba como necesarias para defender instituciones o causas aparentemente nobles.
Versos del 14 al 17
Cada uno a su heredad. El desplazamiento del pueblo lo ve el profeta, no como algo definitivo, sino como algo temporal y con una intencionalidad pedagógica por parte de Dios.
Los que debían ser castigados por haber seguido a Baal aprenderán a ser leales sólo al Señor, al Dios único de Israel.
Se anuncia también el castigo para quienes hayan hecho daño en tierra israelita.