Mosqueteros de Yehovah

Hechos de los Apóstoles Capítulo 7

Versos del 1 al 53

Discurso de Esteban. Esteban es llevado al Gran Consejo. La acusación es gravísima: “Lo hemos oído afirmar que Yeshúa el Nazareno destruirá este lugar, el Templo y cambiará las costumbres que nos dio Moisés” (Hechos 6,14).

La respuesta de Esteban es de momento un rostro angelical y radiante, como el de Moisés después de hablar con YEHOVAH (Éxodo 34, 29-35).

Cuando el Sumo sacerdote lo interpela, Esteban responde con un discurso.
Se trata del discurso más extenso y elaborado que encontramos en el libro de los Hechos.

Esteban no responde directamente a los cargos en su contra, sino que se lanza a una interpretación crítica de la “Historia Sagrada de Israel”.

Comenzando por la Alianza de YEHOVAH con Abrahán, cuyo signo es la circuncisión, recorre la historia de los Patriarcas hasta llegar a la figura central de su exposición, Moisés, escogido y enviado por YEHOVAH como “liberador”.

Moisés da a los Israelitas leyes, “palabras de vida” que ellos no cumplen. Les anuncia también profetas, sucesores suyos, que ellos mataron.

Moisés también les enseña el culto auténtico, ellos se fabrican un ídolo y lo adoran.

Les da una tienda copiada del modelo divino, ellos la llenaron de divinidades extranjeras. Cielo y tierra son el trono de YEHOVAH Dios, ellos se empeñan en confinarlo en un Templo.

Una historia de persecuciones contra los enviados de YEHOVAH, Esteban llega al punto culminante, al Justo anunciado, “al que ahora han entregado y asesinado” (vs 52).

El orador se vuelve contra sus acusadores y sus palabras proféticas son durísimas. Les llama tercos, incircuncisos de corazón, resistentes al Espíritu, iguales que sus padres.

No menciona de momento la resurrección y exaltación del Justo. Lo difiere para un final de gran efecto: la exaltación de Yeshúa no será la última pieza de un relato, sino algo que Esteban contempla y atestigua.

“Estoy viendo el cielo abierto y al Hijo del Hombre en pie a la derecha de YEHOVAH Dios” (vs 56).

Al narrar la persecución y el consiguiente discurso de Esteban, Lucas tiene presente, con toda probabilidad, lo que estaba ocurriendo en su tiempo, es decir, 45 ó 50 años después del martirio de Esteban. Los judíos perseguían a los cristianos de ciudad en ciudad.

Habían reprobado oficialmente al cristianismo. Rechazaban la predicación del Evangelio que les ofrecía Pablo.

Los cristianos eran víctimas de la intransigencia y fanatismo judío.

Las palabras de Esteban son también palabras de condena para los perseguidores de divinidades extranjeras.

Historia de persecuciones contra los enviados de YEHOVAH Dios, Esteban llega al punto culminante, al Justo anunciado, “al que ahora han entregado y asesinado” (vs 52).

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