Mosqueteros de Yehovah

Hechos de los Apóstoles Capítulo 18

Versos del 1 al 23

En Corinto. Hacia Antioquía. Para el mundo de entonces, Corinto, capital de la provincia de Acaya, era la ciudad de las dos culturas, griega antes y romana después.

Asentada en el istmo que une la Grecia continental con la isla del Peloponeso era un importante nudo de comunicaciones con dos puertos, Licaon al oeste y Cencreas al este.

Rica y cosmopolita, una ciudad de población tan variada había acogido a las más diversas religiones del imperio.

Con más de medio millón de habitantes, era famosa por su inmoralidad y por la gran diferencia entre ricos y pobres.

A esta ciudad Pablo dedica año y medio de evangelización, muchos afanes y varias cartas.

Cuidad donde el Evangelio se abrió definitivamente a los paganos y al imperio romano, después del rechazo por parte de los judíos.

Para los cristianos de hoy, Corinto es la ciudad donde surgió una de las comunidades de creyentes más conocidas e importantes de la Iglesia primitiva, cuya vida y dinamismo siguen inspirando a los que leemos las dos cartas que Pablo les escribió.

Corinto ocupa el lugar más importante del segundo viaje apostólico de Pablo.

Las fechas de la estancia de Pablo en la ciudad son las más seguras de toda la cronología del Nuevo Testamento: desde el año 50 hasta el 52 d. C.

Lucas sitúa históricamente la actividad de Pablo en Corinto con la alusión a la expulsión de los judíos de Roma por el emperador Claudio y la mención del nombre del Gobernador de Acaya, Galión (Hechos 18, 12).

La expulsión de los judíos de Roma, ocasionará la llegada providencial a Corinto de un matrimonio judeo cristiano, Priscila y Áquila.

Priscila, la mujer, será la animadora de la Iglesia doméstica que va a surgir en la ciudad. En la casa de estos fabricantes de tiendas y toldos, Pablo se hospedará y trabajará en dicho oficio para ganarse su sustento.

Con la mención de este matrimonio cristiano de refugiados, ocurren unos e acontecimientos que culminarán ante el tribunal del gobernador romano Galión: llegada de los colaboradores Silas y Timoteo.

Predicación de Pablo acerca de Yeshúa, el Mesías, en la sinagoga; conversión, nada menos, que del jefe de la misma, Crispo.

Oleada de conversiones de corintios; rechazo por la mayoría de los judíos; ruptura de Pablo con los judíos y propósito de dirigirse en adelante a los paganos.

Además de la acusación judía ante la autoridad romana y respuesta absolutoria de Galión para Pablo y sus compañeros creyentes.

En una visión nocturna que tiene el Apóstol (vs 10-11) Yeshúa le anima a seguir hablando y no callarse, porque “en esta ciudad tengo yo un pueblo numeroso” ( vs 10).

El imperio romano ya no será lo mismo desde que Pablo comenzó a anunciar el mensaje de Yeshúa en Corinto.

Va a comenzar su tercer y último viaje apostólico, donde le acompañan Priscila y Áquila.

Versos del 24 al 28

Apolo en Éfeso. La figura de Apolo, abanderado de una facción de la comunidad de Corinto, (1 Corintios 1, 12; 3,4-6. 22; 4, 6; 16, 12) resulta aquí ambigua.

Lucas no entra en detalles acerca del personaje. Lo que sí podemos afirmar es que la situación de las primeras comunidades era mucho más compleja de lo que nos dice el libro de los Hechos.

Es probable que Apolo fuera uno de tantos como había en aquellos años, con un pie en el judaísmo y otro en el cristianismo.

Fueron Priscila y Áquila los que se lo llevaron aparte y lo catequizaron.

Una vez informado, Apolo pone todo su entusiasmo y conocimientos bíblicos provenía de la escuela de Alejandría al servicio de la predicación en Corinto a invitación, probablemente, de los hermanos y hermanas de aquella ciudad.

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