Versos del 1 al 19
Martirio de Santiago. Pedro encarcelado. El martirio de Santiago queda reducido a una breve noticia, se diría que el hecho merece mayor atención.
Es el primer mártir de los apóstoles, personaje de relieve en los relatos evangélicos.
Según lo anunciado por Yeshúa, Santiago sufrió una muerte violenta siguiendo las huellas de su Señor.
“La copa que yo voy a beber también la beberán ustedes, el bautismo que yo voy a recibir también lo recibirán ustedes” (Marcos 10, 39).
La narración, sin embargo, se centra en la prisión y liberación de Pedro y será el último episodio del Libro de los Hechos que tiene a Pedro como protagonista.
Lucas despide a Pedro con un relato de singular viveza (compárese con Hechos 5, 19-22) suspendido entre el realismo de las acciones humanas y el halo maravilloso de apariciones y prodigios.
El prisionero está custodiado con medidas de máxima seguridad: cadenas, puertas, guardias.
En rápido cambio de escenario, Lucas nos presenta a la comunidad orando por su jefe prisionero, la distancia y las rejas no rompen la unidad espiritual de los creyentes.
Orar es lo único que pueden y mediante la oración se alcanza mucho.
El tiempo pasa, la ejecución está fijada para la mañana, es de noche. El prisionero duerme con un sueño tranquilo.
En ese momento, irrumpe el mundo sobrenatural y la verosimilitud queda suspendida, la luz resplandeciente, la aparición del Ángel del Señor.
Observemos los detalles, ceñidor, sandalias, una guardia, otra guardia, el portón exterior y la calle.
Sólo al final de una calle, Pedro parece despertar y comprende lo sucedido.
No se dirige a la “comunidad de cristianos judíos”, sino a la de “cristianos helenistas”; a casa de María, madre de Juan Marcos.
De la casa de María mandaron aviso a Santiago y a los demás hermanos.
Todo esto sucedió durante la Fiesta de “Pascua” y Lucas evoca en los detalles de la liberación de Pedro la resurrección de Yeshúa (Lucas 24,9-11).
Por ejemplo, en el aturdimiento de la portera que oye la voz del apóstol y llena de alegría no le abre la puerta, sino que corre a comunicar la noticia y no le creen.
Cuando por fin le abren, todos quedan atónitos al verle y el apóstol no se detiene entre los hermanos, sino que pide que vayan a anunciar el acontecimiento.
Lucas termina el relato diciendo que Pedro se fue a otro lugar.
Versos del 20 al 25
Muerte de Herodes. El relato narra el alboroto causado por la liberación del apóstol.
El tirano, defraudado en su proyecto de ejecutarlo, hace pagar con la muerte a los guardias.
Pedro, encarcelado, Herodes, aclamado como un dios. El ángel del Señor libera a uno y hiere de muerte al otro, su final está claramente presentado como castigo divino.