En este capÃtulo, comenzamos a ver los efectos nocivos en la descendencia, producto del pecado cometido por los Padres, al comer del fruto del árbol del bien mezclado con el mal.
El proceso ocurre de dentro hacia fuera, comenzando con alteraciones genéticas en la fuente de la producción de los glóbulos rojos, en la médula ósea.
Ello, ocasiona variaciones nocivas en el código del ADN, que predisponen, no solo a las llamadas enfermedades orgánicas hereditarias, sino también, producen trastornos de alteración de la conducta, todo de acuerdo al género de la semilla, que contiene el fruto del que comieron sus progenitores.
Para iniciar, tomemos en cuenta que Adán por la rebelión, perdió la Comunión con YEHOVAH DIOS, quedando el hombre sojuzgado por todo lo que le deberÃa estar sujeto.
Pero ahora, la descendencia, el primogénito del hombre, quien lleva por nombre CaÃn que significa “el forjador”, “posesión o poseÃdo”, en un arranque de ira, por celos carnales fuera de control, duplica la maldad impresa en su genética.
Dando muerte a su Comunión con el Creador y muerte al prójimo, en la persona de su hermano Abel, cuyo nombre significa “el que estaba con Dios”.
A pesar de la advertencia dada por YEHOVAH DIOS a CaÃn, indicándole que debÃa dominar sus impulsos iracundos, antes que lo desbordaran.
Notamos que Abel, propicia su propia muerte, al aceptar la invitación de dÃa de campo, de uno el cual habÃa sido desestimado por el Padre.
En la parábola del hijo pródigo, uno de los motivos por los que el Padre corrió a abrazar al hijo, era para que nadie se atreviera a darle MUERTE.
La Ley contempla, que todo hijo que trae vergüenza a sus padres, debe ser muerto a pedradas, sin embargo, Abel, no dudó en entrar en Comunión, con uno que el Padre Eterno habÃa repudiado por su ofrenda deficiente (Lucas 15, 11-32; Deuteronomio 21, 18-21).
Inmediatamente, surge la queja de CaÃn, razona que su castigo interpuesto por YEHOVAH DIOS, representa el doble de la sanción imputada a su Padre, además, de ser expulsado de la tierra, a donde quiera que vaya no podrÃa cosechar nada de la tierra, lo que al menos, su padre lograba con dificultad.
Solo una señal del Creador visible en CaÃn, impedirÃa que cualquiera que lo hallara cobrara la deuda de sangre. Otra acción del AltÃsimo obrando en Misericordia, es un dato que avizora desde antiguo, la existencia de un Plan de Salvación, donde el mismo YEHOVAH DIOS, suministrarÃa la ofrenda del Cordero, sin mancha por el pecado.
Finalmente, se muestra la descendencia de siete (07) generaciones de CaÃn, donde el mal se fue perfeccionando, la semilla de desobediencia entronizó el deseo en el hombre, por materializar un porvenir agradable en sus fuerzas, apartado de la Comunión con el Creador.
Antes de que le naciera hijo a CaÃn, no se conocÃa a nadie fundando una ciudad colocando el nombre de uno de sus hijos, por el contrario, todos los nombres eran en Acción de Gracias a una cualidad del Creador.
La iniquidad del hombre, forjó una vida basada en la satisfacción de la carne, creando Ãdolos de si mismo y de todo aquello en la naturaleza que le fuera atractivo en sus sentidos.
A propósito de lo anteriormente descrito, se observa que en la quinta generación de la descendencia de CaÃn, encontramos a Lamec quien introdujo la poligamia, teniendo dos mujeres en lo que parece ser un pecado novedoso.
Ya a esta altura, el pecado se habÃa profundizado en los descendientes de CaÃn, este mismo Lamec multiplicó la maldad de su patriarca. Introduciendo el asesinato múltiple, estableciendo que si le dieran muerte debÃa ser vengado once (11) veces más que CaÃn, se consideraba asà mismo con mayor dignidad que su patriarca.
Esto nos muestra, lo común en la vida de los HOMBRES, que viven a espaldas de YEHOVAH DIOS, la deshonra a los Padres.
Por otra parte, Adán volvió a engendrar de su mujer un hijo, a quien puso por nombre Set lo cual significa “el sustituto o el que llena el lugar vacante”.
Este hijo serÃa, quien tendrÃa el linaje de los consagrados a YEHOVAH DIOS, mientras que los descendientes de CaÃn, representan los que caminan de espaldas a YEHOVAH DIOS.
El hijo nacido de Set, fue el primero que invocó a YEHOVAH DIOS, es decir el primero en la sucesión Sacerdotal después de Adán.
En resumen, de CaÃn surge la genealogÃa de los malditos, los que son la fructificación de la semilla del árbol de la iniquidad del bien mezclado con el mal y por otra parte, del linaje de Set fructifica la genealogÃa de la simiente del varón, hecho a imagen y semejanza de YEHOVAH DIOS.
Gloria a Yehovah… Gloria a Yehovah… Gloria a Yehovah 👑🌟🧡
Me fue de gran impacto en el estudio de este capitulo 4, el entender que Abel como justo, aunque agradaba a Yehovah con sus ofrendas, no guardo la santidad que corresponde a los justos, y accedió a tener comunión con los impÃos. Y es que cuando tiene comunión con CaÃn se separa espiritualmente de Yehovah, cae la cobertura y la muerte fÃsica se gesta como resultado de la muerte espiritual.
Yehovah no se equivoca cuando nos manda a vivir apartados en santidad. Sus lÃmites antiguos no son más que una protección para nuestra vida. Bendita Palabra que nos llama a amar lo bueno, aborrecer lo malo y a no caminar en yugo desigual.