Versos del 1 al 4
Cuando la palabra “kohen”, traducida como “sacerdote”, está relacionada a un lugar geográfico en la Biblia, esta se refiere a un príncipe.
En las Sagradas Escrituras, hay episodios donde se mencionan a los hijos de David como “kohen”, pero, en esos casos se está refiriendo a príncipes.
Aquí, se atribuye a Jetró el ser Sacerdote, pero es atribuido como príncipe de Madián.
Debido a la contienda con Faraón y las continuas amenazas sobre Moisés, al comienzo de su batalla en Egipto, éste resolvió enviar a Sefora y sus dos hijos a la casa de su Padre.
Versos del 5 al 9
El “monte de YEHOVAH DIOS”, donde Jetró halló a Moisés y donde acamparon los israelitas, era Horeb.
Fue en sus proximidades donde el Altísimo se apareció a Moisés en la zarza ardiente.
Fue también cerca de allí, donde Moisés hirió la roca para dar agua a su pueblo sediento.
La cortesía oriental, requería ese proceder en el caso de un visitante digno de honra o aún de cualquiera que llegara.
Evidentemente, la intención de Moisés fue la de recibir a Jetró con todo el honor y respeto posibles.
No solo salió a su encuentro, sino que se inclinó ante él, como ante un superior, Vs 7.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “se inclinó” es “va-yishtaju” es una forma de “shajá”, significa “echarse al suelo”, “arrodillarse”, “postrarse”, “inclinarse”, “reverenciar” “adorar”.
De esto aprendemos, que está permitido inclinarse en reverencia ante una persona. En este caso, Moisés honró a su suegro de esta manera.
Versos del 8 al 12
Los sacrificios fueron instituidos por YEHOVAH DIOS mismo, tan pronto como el pecado entró en el mundo.
La práctica de ofrecer sacrificios, fue perpetuada por todos los que conocían y honraban a YEHOVAH DIOS.
Como Melquisedec, Jetró fue reconocido como sacerdote de YEHOVAH DIOS y, por lo mismo, tenía derecho a ofrecer sacrificios.
Sin embargo, parece que los madianitas, por regla general, eran idolatras.
Moisés, Aarón y los ancianos de Israel no habrían participado de un alimento ceremonial, si hubiera estado contaminado por prácticas paganas o si el sacrificio hubiera sido realizado por un hombre que no era adorador de YEHOVAH DIOS del cielo.
Del holocausto mismo nada fue comido. Fue completamente consumido puesto que todo el, era considerado como perteneciente a YEHOVAH DIOS.
Los otros sacrificios mencionados aquí, después de que la sangre había sido derramada delante de YEHOVAH DIOS y ciertas porciones de la carne habían sido quemadas sobre el Altar, los “ancianos” podían comer lo que quedaba.
Versos del 13 al 18
En los tiempos antiguos un gobernante ya fuera rey, príncipe o caudillo, también ejercía el oficio de juez.
Los poderes legislativo, ejecutivo y judicial estaban conferidos a un solo individuo.
Durante varios siglos antes de la monarquía, los gobernantes de Israel fueron llamados “jueces” y se hacía referencia a su administración como a “juicios”.
Al igual que esos sucesores de Moisés, los principales gobernantes de Cartago también llevaron el título de “jueces”.
Desde el tiempo cuando fue aceptado como gobernante por el pueblo, parece que Moisés se consideraba a sí mismo, como obligado a oír todas las quejas que se levantaban entre su pueblo y a decidir en cuanto a ellas.
Hasta aquí no había delegado la autoridad judicial a ningún otro.
No quiere decir que no se le hubiera ocurrido esa idea, ya existía en Egipto un sistema judicial con jueces nombrados por el rey.
Puede ser que hubiese dudado de la capacidad de sus compatriotas para prestar ese servicio, ya que habían sido esclavos toda la vida.
El reproche de Jetró no se refería a la técnica de juzgar de Moisés, sino que puede ser, que considerara que era humillante para la gente, el que Moisés estuviera sentado mientras ellos, permanecían de pie.
Por el contrario, presentó esta objeción para que Moisés dividiera su tarea, delegando ciertos deberes de gobierno a otros que tenían cualidades para ejercerlos.
Moisés, recibió esta revelación de un hombre.
YEHOVAH DIOS nos ha dado personas a nuestro alrededor para aconsejarnos a través de ellas.
Un sabio escucha consejos de los demás. El que piensa que va a recibir toda la dirección directamente del cielo tiene soberbia y altivez de espíritu.
YEHOVAH DIOS, también ha creado la dependencia de los demás para que el hombre aprenda a ser humilde y sensible a las opiniones de otros.
Vemos, que la esposa ha sido creada para aconsejar a su marido (Génesis 21, 12).
El consejo de Jetró vino del cielo, pero por medio de un hombre.
Versos del 19 al 23
Aquí vemos, como Moisés sirvió como mediador entre YEHOVAH DIOS y el pueblo de Israel.
La idea que hay en el judaísmo tradicional, que el judío no necesita mediador, no está basada en la Palabra de YEHOVAH, sino en un espíritu anti-mesiánico.
Así como Moisés fue mediador entre el Altísimo e Israel, el Mesías Yeshúa es mediador entre YEHOVAH DIOS e Israel y todos los hombres.
Moisés podría reservar la función legislativa para sí y así transmitir al pueblo los principios divinos.
Pero también, debía elegir a hombres capaces de aplicar los principios, a las diversas situaciones que surgían y delegar a esas personas la función judicial de gobierno.
Se observa como el trabajo de juez fue delegado a otros.
A partir de aquí, se creó una jerarquía de jefes en el pueblo de Israel, a parte de los ancianos jefes de familias, que ya existían.
Los líderes en el reino están puestos en una posición sobre el pueblo. Este pensamiento es contrario a la idea comunista y socialista que dice que todos son iguales.
YEHOVAH DIOS, no quiere que todos sean iguales, ni que todos manden y decidan democráticamente.
Hay personas más capacitadas que otras, siendo creadas con el don de liderazgo.
Estas personas tienen la responsabilidad de administrar sus dones, de acuerdo al Plan que YEHOVAH DIOS tiene para una buena administración, en cualquier cuerpo o empresa.
No es lo mismo valor que posición.
Una persona puede tener una posición sobre otra, pero no por eso tiene mayor valor.
Todos los hombres tienen el mismo valor, pero no todos tienen la misma posición.
El valor tiene que ver con aceptación y la posición tiene que ver con administración.
Así como el esposo tiene una posición de liderazgo sobre su esposa, pero ambos tienen el mismo valor delante de YEHOVAH DIOS.
Versos del 24 al 27
Estos versos dan la impresión, que Moisés puso en práctica inmediatamente el consejo de Jetró.
El pasaje de Deuteronomio 1, 9-15 indica que en realidad Moisés no dispuso la elección de esos jueces, hasta después de que la ley fuera dada en el Sinaí.
Sin duda, Moisés esperó la aprobación divina del Plan. La ejecución del plan es relatada aquí, de acuerdo con el hábito de Moisés de tratar los asuntos por temas que cronológicamente.
Si no se tiene en cuenta esta característica literaria de Moisés, se puede llegar a conclusiones erróneas.
Por Deuteronomio 1, 13 parece, que en vez de elegir Moisés mismo a los hombres, dirigió su nombramiento por medio del pueblo, después de lo cual los invistió con la autoridad de su cargo.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “y puso” es “va-yitén” cuya raíz es “natán” que en primer lugar significa “dar”.
Esto nos enseña, que los líderes son dones que YEHOVAH DIOS da para el bien del pueblo.
De la misma manera, como Moisés dio líderes al pueblo de Israel, el Mesías dio líderes al pueblo de Israel.
Los líderes son dones dados al pueblo. El liderazgo es escogido por el Altísimo, pero, al mismo tiempo es reconocido por el pueblo.
Si el pueblo no reconoce el liderazgo, que ha sido puesto por el Altísimo, ese liderazgo no se puede imponer sobre el pueblo.
En el Reino de los cielos hay una combinación entre teocracia y democracia. El liderazgo es dado por el cielo, pero recibido y reconocido por el pueblo.
Moisés, tuvo que ir a los ancianos de Israel en Egipto para que le reconocieran como el libertador.
El pueblo de Israel tenía que reconocer a Moisés antes de que él, pudiera ser su líder principal. Él no se impuso como su nuevo líder.
Si el liderazgo se impone sobre el pueblo no está bien.
Había seiscientos (600) jefes de mil (1000), seis mil (6000) jefes de cien (100), doce mil (12000) jefes de cincuenta (50) y sesenta mil (60000) jefes de diez (10), en total setenta y ocho mil seiscientos (78600) jefes sobre los seiscientos mil (600000) varones en Israel.
Lo que nos enseña que hubo una estructura de jerarquía, con una escalera de autoridad, de esta manera:
Cada uno de los jefes de diez (10) estaba sometido a un jefe de cincuenta (50).
Cada uno de los jefes de cincuenta (50) tenía cinco (5) jefes debajo de sí y un jefe encima de sí.
Cada uno de los jefes de cien (100) tenía dos (2) jefes debajo de sí y un jefe encima de sí.
Cada uno de los jefes de mil (1000) tenían diez (10) jefes debajo de sí.
Sobre los seiscientos (600) jefes de mil (1000) estaban los setenta (70) ancianos que fueron escogidos como gobierno en Israel, el Sanedrín.