Versos del 1 al 5
Israel estaba atado al Pacto que había hecho en Éxodo 24, 1-8, sin embargo, este Pacto se había hecho con la generación previa, la cual había muerto en el desierto.
La generación presente tenía que conocer y abrazar al Pacto, si es que deseaban disfrutar las Bendiciones del Pacto.
Literalmente, esto significa “cortó un Pacto”, “cortar” está asociada con el Pacto porque los Pactos siempre se sellaban con sacrificio, es cortar a una víctima sacrificial.
De hecho, el Pacto se hizo con la generación previa y Moisés no lo negó.
No obstante, mencionó un gran punto, era su Pacto, era un Pacto con los vivientes, no de los muertos.
Esto demuestra que el término “cara a cara” no significa literalmente “cara a cara”, sino que era una figura retórica hebrea que significa “comunicación íntima y libre”.
Deuteronomio 4, 12 específicamente dice “YEHOVAH DIOS les habló entonces en medio del fuego. Ustedes oyeron el rumor de las palabras, pero no vieron figura alguna, sólo oían una voz”.
Sin embargo, tuvieron una comunicación excepcional y transparente con YEHOVAH DIOS, así que la figura retórica cara a cara sí aplica.
Es por eso que Éxodo 33, 11 dice “hablaba YEHOVAH DIOS a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero” y en Éxodo 33, 2 Dijo “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre y vivirá”.
El uso de cara a cara en Éxodo 33, 11 es una figura retórica, significando que Moisés tuvo una comunicación libre y sin obstáculos con YEHOVAH DIOS.
Cara a cara parece significar “en persona”, eso es, en la inmediatez del contacto personal.
Yo estaba entonces entre YEHOVAH DIOS y ustedes, Israel no podía soportar tal Comunión con YEHOVAH DIOS, así que le pidieron a Moisés que hablara con YEHOVAH DIOS de su parte.
Versos del 6 al 7
Antes de que YEHOVAH DIOS pidiera cualquier cosa del hombre, declaró quién era y lo que hizo por Israel “que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre”.
El cimiento era claro, quien YEHOVAH DIOS era y por lo que había hecho por su pueblo.
YEHOVAH DIOS tiene el derecho de decirnos qué hacer y nosotros tenemos la obligación de obedecer.
El primer mandamiento fluye lógicamente al saber quién es YEHOVAH DIOS y lo que ha hecho por nosotros.
Nada debe de estar delante de YEHOVAH DIOS y ÉL debe ser el único al que alabemos y sirvamos.
En los días antiguos de Israel, había una gran tentación de adorar a los dioses del materialismo, “Baal” significa “dios del clima y éxito económico”.
En lo que refiere al sexo “Astarté”, diosa del “sexo, romance y reproducción” o cualquier número de otras deidades locales.
Nosotros estamos tentados a adorar a los mismos dioses, pero sin sus nombres antiguos o imágenes.
Esto no implica que es permisible “tener otros dioses, siempre y cuando no estén por encima de YEHOVAH DIOS verdadero”.
Sino que “No debe haber ningún otro dios delante del TODOPODEROSO verdadero en nuestras vidas”. Delante de mí es literalmente, “frente a mi cara.”
Esto significa que YEHOVAH DIOS demanda más, que simplemente ser “añadido” a nuestras vidas.
Simplemente no añadir a Yeshúa Ha Mashiaj a la vida que ya tenemos. Debemos de entregarle nuestra vida entera.
La falla de obedecer este mandamiento es llamada idolatría. Debemos huir de la idolatría (1 Corintios 10, 14).
Aquellas vidas marcadas por la idolatría habitual no heredarán el Reino de YEHOVAH DIOS (1 Corintios 6, 9-10; Efesios 5, 5; Apocalipsis 21, 8; 22, 15).
La idolatría es una obra de la carne (Gálatas 5, 19-20), la cual marca nuestra vida vieja en lugar de la nueva (1 Pedro 4, 3).
No debemos asociarnos, con aquellos que se dicen ser cristianos pero son idólatras (1 Corintios 5, 11).
Versos del 8 al 10
El segundo mandamiento, no solamente prohibía la idolatría en cuanto a ídolos falsos, sino que también hacer una imagen de cualquier cosa creada que podamos adorar.
En aquel tiempo, al igual que al nuestro, la adoración está fuertemente ligada con imágenes, imágenes idealizadas o inclusive imágenes en la mente del hombre.
YEHOVAH DIOS no nos permite que lo representemos con ninguna imagen, ni que lo coloquemos junto a otra imagen.
El segundo mandamiento, no impedía crear una imagen de algo para fines artísticos.
YEHOVAH DIOS mismo le pidió a Moisés que hiciera imágenes de querubines (Éxodo 25, 18; 26, 31).
Prohibió la fabricación de imágenes como una “ayuda” a la adoración.
Juan 4, 24 explica la razón del segundo mandamiento “YEHOVAH DIOS es Espíritu y los que le adoran, en espíritu y en verdad, es necesario que adoren”.
El uso de imágenes o de otras cosas materiales como enfoque o “ayuda” para adorar, niega quién es YEHOVAH DIOS (Espíritu) y en la manera en que debemos adorarle (en espíritu y en verdad).
Pablo nos recuerda la bajeza de tratar de convertir a YEHOVAH DIOS en nuestra propia imagen:
“Profesando ser sabios, se hicieron necios y cambiaron la Gloria de YEHOVAH DIOS incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles (Romanos 1, 22-23).
¿Cómo se puede decir que YEHOVAH DIOS es un DIOS celoso? El celo de YEHOVAH DIOS es Amor en acción.
Se rehúsa a compartir el corazón humano con cualquier otro rival, no porque sea egoísta y quiere todo para sí mismo, sino porque sabe que nuestra vida moral depende de nuestra lealtad hacia ÉL.
YEHOVAH DIOS no está celoso de nosotros “ÉL está celoso por nosotros”.
Esto no significa que YEHOVAH DIOS nos castiga directamente, por los pecados de nuestros ancestros (Vs 9).
Las palabras clave aquí son “de los que me odian a los que me aman y guardan mis mandamientos”, la maldad de sus ancestros sobre ellos, está presente a modo de debilidad concupiscente que deben resistir.
El enfoque es la “idolatría” y esto se refiere a un juicio a escala nacional, las familias y las naciones que abandonen a YEHOVAH DIOS serán juzgadas y ese juicio tendrá lugar afectando a las siguientes generaciones.
Verso 11
Podemos romper el tercer mandamiento al “profanar”, es decir “utilizar el nombre de YEHOVAH DIOS con blasfemia o maldiciendo”
Al ser “frívolo” “utilizando el nombre de YEHOVAH DIOS de una manera superficial y tonta”.
Al ser “hipócrita” es “usando el nombre de YEHOVAH DIOS, pero actuando de una manera que lo deshonra”.
Yeshúa Ha Mashiaj comunicó esta idea en la oración a sus discípulos, cuando nos dijo que tengamos en mente la Santidad del Nombre de YEHOVAH DIOS “santificado sea tu Nombre” Mateo 6, 9.
La fuerza de este mandato ha guiado al pueblo judío a tradiciones extrañas.
Algunos se van hacia un extremo tratando de cumplir este mandamiento, rehusándose inclusive a escribir el nombre de YEHOVAH DIOS.
Esto por el temor de que la hoja de papel sea destruida, causando que el Nombre de YEHOVAH DIOS sea utilizado en vano.
Quien sabiendo que debe Santificar el Shabbat y lo profana haciendo en este día Santo cosas corrientes, no será tomado por inocente.
YEHOVAH DIOS pedirá cuenta a todo el que vanaliza su Nombre, ejemplo de ello es el que da “Gracias al Padre porque pudo pecar y nadie lo vio, eso es absurdo”.
Versos del 12 al 15
Este cuarto mandamiento, el séptimo día (Shabbat) se mandó que fuera el día de “Descanso”. Este “Descanso” era para Israel, siervos, esclavos y visitantes.
Este es un principio muy importante que se puede sobrepasar fácilmente.
Aquí YEHOVAH DIOS declaró la humanidad y dignidad esencial de las mujeres, esclavos y extranjeros y dijo que ellos tenían el mismo derecho del día de reposo que los hombres israelitas.
Esto ciertamente era un concepto “radical” para el mundo antiguo.
De hecho, en la exposición de Moisés en Deuteronomio, hace un énfasis que el “Día de Reposo” era para los esclavos que habían nacido en el extranjero de Israel.
Deuteronomio 5, 15 “Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto”, no está citado en Éxodo 20.
En sus tradiciones, el pueblo judío cuidadosamente cuantificó lo que ellos pensaron que se podía y no se podía hacer en el día de reposo, para poder Santificarlo.
Por ejemplo en Lucas 6, 1-2, en la mente de los líderes judíos, los discípulos eran culpables de violar cuatro (4) reglas, cada vez que tomaran un poco de granos fuera del campo, porque cosecharon, trillaron, aventaron y prepararon comida.
Los rabinos antiguos enseñaban que, en el “Día de Reposo” un hombre no podía cargar nada en su mano izquierda, ni en su mano derecha, sobre su pecho, ni sobre su hombro.
Sin embargo, sí podía cargar algo con el reverso de su mano, su pie, su codo, con su oreja, con su cabello, con su vestimenta o su calzado.
En el “Día de Reposo” los israelitas tenían prohibido hacer nudos, excepto la mujer, ella podía hacer un nudo en su faja.
Así que, si se tenía que sacar una cubeta de agua del pozo, un israelita no podía atar una cuerda a la cubeta, pero una mujer sí podía atar su faja a la cubeta y sacarla del pozo, “normas absurdas antibíblicas”.
En los hogares judíos de hoy no se puede encender una luz, una estufa o cualquier conducto de electricidad en una casa.
Que tiene que ver eso con “consagrar” el día, al “estudio de la Palabra de Vida y la Oración en Familia” es “Estupidez”.
Está prohibido manejar a cierta distancia o hacer una llamada por teléfono, todo está cuidadosamente regulado por la tradición, con la esperanza de cumplir la ley al pie de la letra.
El ego humano establece como norma algo que YEHOVAH DIOS no ha dicho, solo para diferenciarse del resto.
YEHOVAH DIOS estableció el patrón del “Día del Reposo” desde la creación.
Cuando ÉL descansó de su “obra” en el “séptimo día”, YEHOVAH DIOS hizo el “Día del Reposo” para descansar de todo lo que había hecho (Génesis 2,3).
El propósito más importante del “Día de Reposo”, es reflejar el “descanso” que tenemos en Yeshúa Ha Mashiaj.
Algunos cristianos son muy dogmáticos en observar el “sábado” como el “día de reposo”, en lugar del “domingo”.
En “domingo” es más apropiado, siendo este el día en que Yeshúa resucitado se manifestó a las mujeres “La Ekklesia” (Mateo 28, 9-10.).
Y el “primer día” fue el “domingo” que se reunió con sus discípulos (Juan 20, 19), también el día en que los primeros cristianos se reunieron para tener compañerismo (Hechos 20, 7 y 1 Corintios 16, 2).
En la Ley, el hombre trabajaba para obtener el reposo de YEHOVAH DIOS.
Pero después de la obra de Yeshúa Ha Mashiaj consumada en la Cruz, el creyente entra en el reposo el primer día y del reposo sale del segundo día a trabajar, testimoniando de su Comunión en Yeshúa Ha Mashiaj.
También se nos manda a trabajar seis días. Aquel que desperdicia su tiempo en los seis (6) días, es igual de culpable a los ojos de YEHOVAH DIOS, que aquel que trabaja en el séptimo (7) día.
Muchos cristianos deberían dar más “tiempo de ocio” a la obra de YEHOVAH DIOS.
Cada discípulo debería tener un tiempo deliberado, para servir a YEHOVAH DIOS y avanzar el Reino de Yeshúa Ha Mashiaj.
Verso 16
El honor hacia el Padre y la Madre es un cimiento esencial para la estabilidad y salud de toda la sociedad, esto comprende el quinto mandamiento.
Si las generaciones más jóvenes, están constantemente en guerra contra las generaciones más viejas, los cimientos de la sociedad se destruirán.
Yeshúa utilizaba la manera en que los fariseos interpretaban este mandamiento, como ejemplo de cómo alguien puede llegar a guardar la Ley, con una interpretación limitada.
Sin embargo, violan el espíritu del mandamiento, por causa de sus tradiciones de hombres (Mateo 15, 3-6).
En Efesios 6, 2 Pablo repitió este mandamiento, haciendo énfasis en la Promesa que se hace aquí “para que sean prolongados tus días”.
La rebelión tiene un gran costo y muchos han pagado un gran “precio personal” por la rebelión en contra de sus padres. Recordemos que la paga del pecado es la “muerte”.
Verso 17
Algunos se preguntan cómo es que YEHOVAH DIOS puede aceptar la pena capital (Éxodo 19, 12) y la prohibición de matar.
La simple respuesta es que en el hebreo y en inglés hay una distinción entre matar y asesinar.
En inglés se utiliza la palabra “asesinar” en lugar de “matar”.
Contrario a matar, asesinar es quitar la vida sin una justificación legal (ejecución después del debido proceso) o justificación moral (matar en defensa).
Yeshúa Ha Mashiaj explicó cuidadosamente el enfoque detrás de este sexto mandamiento.
Yeshúa demostró que esto, también nos prohíbe odiar a alguien (Mateo 5, 21-26), ya que podemos desear la muerte de alguien en nuestros corazones, más no tener la “cobardía” de cometer esta acción.
Puede que alguien no mate por falta de cobardía o de iniciativa, a pesar, que su corazón esté lleno de odio, que impulsa este deseo.
Verso 18
No cometer adulterio es el séptimo mandamiento, debemos reconoce que el mismo acto, es condenado.
YEHOVAH DIOS no permite ninguna justificación por las maneras en las que muchos buscan para justificar sexo fuera del matrimonio, como decir “mi pareja no me entiende”, “es que nos amamos”, “Dios nos guio a estar juntos” o cualquier otra excusa.
El Nuevo Testamento claramente condena el adulterio. Manifiesta son las obras de la carne “adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia…” (Gálatas 5, 19).
Pero más que el acto en sí, Yeshúa claramente explicó el corazón del mandamiento.
Nos prohíbe mirar a una mujer para codiciarla, en donde cometemos adulterio es en nuestro corazón o mente, a pesar de que muchos no tengas la valentía o la oportunidad de hacer este acto (Mateo 5, 27-30).
No somos inocentes, simplemente porque no tuvimos la oportunidad de pecar de la manera en que realmente queríamos.
Verso 19
Este octavo mandamiento “no robarás” es otro cimiento importante para la sociedad humana, estableciendo el derecho a la propiedad personal.
YEHOVAH DIOS claramente le ha confiado ciertas cosas a ciertas personas y otras no tienen el permiso de tomar esa propiedad sin el proceso legal.
También podemos robarle a YEHOVAH DIOS. Por supuesto, esto demanda que le honremos con nuestros recursos económicos, para no ser culpables de robarle (Malaquías 3, 8-10).
Sin embargo, también podemos robarle a YEHOVAH DIOS al no entregarnos completamente a ÉL en “Obediencia y Servicio”, porque ÉL nos compró y ahora somos suyos.
“Sabiendo que fuimos rescatados no con cosas corruptibles, como oro o plata… No con la sangre preciosa de Cristo (1 Pedro 1, 18-19).
“Porque hemos sido comprados por precio, glorifiquemos, a YEHOVAH DIOS en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu, los cuales son de YEHOVAH DIOS” (1 Corintios 6, 20).
Efesios 4, 28 da la solución al robo. “El que robaba, que ya no robe, sino que se fatigue trabajando con sus manos en algo útil y así tendrá algo que compartir con los necesitados.”
Verso 20
Podemos romper el noveno mandamiento al difamar, chismear, dando impresiones falsas, quedándonos callados, al cuestionar los motivos detrás de las acciones de alguien o incluso al dar halagos.
La “difamación”, es una mentira y propagada con la intención de dañar a alguien. Esa es la peor manera, en que una persona “puede dañar a otra”.
En comparación con alguien que hace esto, un gánster es un caballero y un asesino es amable, porque termina con una vida de un solo golpe y con poco dolor.
Más el hombre culpable de “difamación” arruina una reputación, que quizá nunca se recupere y causa sufrimiento permanente.
“Chismear”, es repetir el reporte de una persona sin una cuidadosa investigación.
Repetir una historia que “desacredita” o trae “deshonra” a una persona, sin estar seguro de los hechos, es romper este mandamiento.
Cuántas personas, especialmente cristianos, se deleitan en esto y se gozan en trabajar para elaborar diciendo chismes de otros.
El justificar la acción al decir que ellos pensaban que el reporte era verdadero o que no había una mala intención, no es justificación.
¿Qué tal un silencio inapropiado? Cuando alguien dice una falsedad acerca de otra persona y una tercera persona está presente que sabe que lo dicho no es verdad.
Y por razones de temor o no ser querido permanece callada, esta tercera persona es culpable de romper la Ley, igual y como si hubiese dicho una mentira.
El Nuevo Testamento lo plantea de una manera simple. “No se mientan unos a otros: ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus vicios” (Colosenses 3, 9).
Que extraño es pensar que la madurez cristiana se demuestra por la habilidad de “decir nuestros pensamientos”, cuando en realidad se expresa al “controlar nuestras lenguas”.
¡Qué revelación tan alarmante, sería si una grabación pudiera ser tocada de todo lo que cada persona, ha dicho sobre otros, en una semana!
Satanás siempre está ahí para animar a una mentira (Juan 8, 44; Hechos 5, 3).
Yeshúa mismo fue víctima de un falso testimonio (Marcos 14, 57), se podría decir que este fue el pecado que envió a Yeshúa a la Cruz.
Verso 21
Los nueve (9) mandamientos anteriores se enfocan más en las cosas que hacemos, el décimo trata directamente con el “corazón y sus deseos”.
Literalmente, la palabra para “codicia” significa “jadear”.
La codicia funciona así: los ojos ven una cosa, la mente la admira, la voluntad va sobre ella y el cuerpo se acerca para poseerla.
Solamente porque no hayas tomado el último paso, no significa que no estés en el proceso de “codiciar ahora mismo”.
La “codicia” puede ser expresada hacia todo tipo de cosas, es el “deseo de tener y poseer algo que alguien más tiene”.
Habla de la “insatisfacción que tenemos con nuestras cosas” y el celo contra aquellas personas que tienen algo “mejor”.
El último mandamiento está conectado con el primer y segundo mandamiento, porque no tener, ni fabricar otros dioses, tiene que ver con no ser impulsado por la “codicia”.
“Sépanlo bien: ni el corrompido, ni el impuro, ni el que se apega al dinero, que es servir a un dios falso, tendrán parte en el Reino de Cristo y de YEHOVAH DIOS” (Efesios 5, 5).
Yeshúa, dio una advertencia especial hacia la “avaricia”, la cual explica la filosofía del núcleo del corazón “codicioso”.
Después dijo a la gente: “Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones las que le dan vida” (Lucas 12, 15).
Versos del 22 al 27
Toda la escena era ciertamente asombrosa: Habló YEHOVAH DIOS, hubo fuego, una nube, oscuridad y una gran voz.
Todo dejó una gran impresión en Israel, que les hizo pedir a Moisés, que le dijera a YEHOVAH DIOS que ya nos les volviera a hablar tan directo.
¿Por qué pues vamos a morir? La experiencia en el Monte Sinaí no fue un dulce compañerismo con YEHOVAH DIOS.
El mensaje en el Monte Sinaí no fue “Vengan a mí”, sino “aléjense de mí porque Yo Soy Santo y ustedes no”.
Este es exactamente el mensaje de Bernabé en Hebreos 12, 18-24 “Nosotros, bajo un Nuevo Pacto, no hemos venido al Monte Sinaí y el mensaje “aléjense”; sino que hemos venido al monte Sión, donde el mensaje de YEHOVAH DIOS es “vengan a mí”.
Israel estaba demasiado confiado en su habilidad, para cumplir la Ley de YEHOVAH DIOS.
Lo que experimentaron en el Monte Sinaí los convenció de la Gloria de YEHOVAH DIOS, pero no de la corrupción e inhabilidad que poseían como pueblo incrédulo.
Versos del 28 al 33
YEHOVAH DIOS estaba complacido con la respuesta de Israel. Su respuesta era prueba de que lo habían tomado en serio.
El sentimiento es que a YEHOVAH DIOS le gustaba lo que veía en Israel, pero tenía la “esperanza”, utilizando una forma retórica, porque ÉL no “espera” de la manera en que nosotros lo hacemos, que ellos guardasen la misma “actitud de corazón”.
De hecho, Israel no mantuvo este corazón, sino que cuarenta (40) días después bailaron en adoración a un ternero de oro.
Este es el motivo de YEHOVAH DIOS por el cual nos llama a la Obediencia, para que nos vaya bien a nosotros.
Cada mandamiento de YEHOVAH DIOS, está arraigado en su Amor por nosotros, no es un deseo obsesivo de tener el control, ni de un espíritu malintencionado hacia nosotros.
Cuando se nos es difícil obedecer a YEHOVAH DIOS, claramente nos está haciendo falta una o ambas de estas áreas.
Ya sea que nos olvidamos de su Gloria o nos olvidamos de su Amor por nosotros o nos olvidamos de ambas.