Versos del 1 al 3
Esta es simplemente la responsabilidad de cada tribunal y corte. Como Pablo describe el papel del gobierno en Romanos 13, 4.
“Las autoridades están al servicio de YEHOVAH DIOS para tu bien, pero si estás haciendo algo malo, por supuesto, que deberías tener miedo, porque ellas tienen poder para castigarte”.
Están al servicio de YEHOVAH DIOS, para cumplir el propósito específico de castigar a los que hacen lo malo.
Aparentemente YEHOVAH DIOS considera algunos criminales como malvados y merecen ser azotados.
Hoy en día tenemos un sistema de justicia que se considera más compasivo y amable que YEHOVAH DIOS mismo, sin embargo, no podemos decir que vivimos en una sociedad más segura o justa.
El ser azotado era el castigo apropiado, YEHOVAH DIOS también está de acuerdo que hay un castigo excesivo y esto tenía la intención de prevenir el castigo excesivo.
El azote debía de ser impartido ante la presencia del juez, para asegurarse que el castigo no fuera excesivo.
En 2 Corintios 11, 24, Pablo listó en sus “credenciales apostólicas” que había recibido cuarenta azotes menos uno, significa que Pablo fue azotado por las autoridades judías con treinta y nueve azotes y esto lo recibió en cinco ocasiones diferentes.
Pablo no recibió 40 azotes, como está en Vs 3 porque como práctica común los judíos solo permitían que se ministraran 39 azotes.
Era para demostrar misericordia y guardar escrupulosamente la Ley, se dejaba faltando un azote para no dar más de la cuenta.
Verso 4
Esta Ley simplemente ordenaba un trato humano hacia el animal de trabajo.
En aquellos días, el grano se separaba de su cáscara teniendo a un buey caminando sobre él repetidamente, usualmente caminando en círculos.
Sería cruel hacer al buey caminar sobre todo el grano, con un bozal en su hocico para que no se lo coma.
En 1 Corintios 9, 9 y 1 Timoteo 5, 18 Pablo aplicó este derecho del ministro para ser apoyado por la gente a la que ministra.
De hecho 1 Corintios 9, 9-10 nos guía a creer que YEHOVAH DIOS está haciendo en este pasaje cuando Pablo pregunta ¿Tiene YEHOVAH DIOS cuidado de los bueyes o lo dice enteramente por nosotros?.
Versos del 5 al 10
En la antigua Israel se miraba como una gran tragedia, que un hombre muriera sin dejar descendientes que puedan continuar su nombre y dar herencia a su familia.
Por lo tanto, si un hombre muriere y no tuviere hijo, era la responsabilidad de uno de sus hermanos tomar a la viuda de su hermano difunto para hacer con ella parentesco.
La práctica del matrimonio levirato no era peculiar para Israel, ya que era practicado también por los hititas y los asirios al igual que en países como India, África y Sudamérica.
Cuando nacía un hijo en esta unión, no se tomaba en cuenta como hijo del hermano sobreviviente, sino como hijo del hermano difunto.
Si los hermanos sobrevinientes del hombre difunto no tomaban esta responsabilidad, debían ser avergonzados públicamente por la viuda.
La vergüenza estaba compuesta de quitarse el calzado del pie y la viuda le escupirá en el rostro.
Versos del 11 al 12
En este pasaje difícil, se han hecho varias sugerencias en cuanto a este castigo severo que había sido ordenado.
Posiblemente representativo de ofensas similares y con un estándar de juicio en tales casos.
La Ley surgió del deseo de querer proteger los órganos reproductivos y así evitar cualquier cosa, que el hombre deliberadamente hiciese a otro hombre, para evitar que este dejara descendientes.
En parte, por la gran malicia que ha hecho, tanto para su persona como para su posteridad, además de disuadir a todas las mujeres de cometer alguna acción vergonzosa e imprudente.
El recato, es el guardián de todas las virtudes, por su parte el desenfreno, es una entrada para todos los vicios, demostrado por la triste experiencia de esta era degenerada, por lo tanto, no es raro que esta sea tan restringida y severamente castigada.
Versos del 13 al 16
YEHOVAH DIOS aborrece los pesos y medidas falsas o amañadas.
Es un acto de total maldad hacerlo, porque es planificar deliberadamente el engaño, cuando es un plan establecido para robar al prójimo.
Versos del 17 al 19
El ataque de los del pueblo de Amalec sobre los israelitas está registrado en el libro de Éxodo 17.
En respuesta, Josué guio al pueblo de Israel en Victoria sobre los amalecitas mientras Moisés oraba por ellos, asistido por Aarón y Hur.
Por causa del mandato, YEHOVAH DIOS ordena luchar contra Amalec hasta que fuera completamente conquistado.
Los amalecitas son como una imagen de nuestra carne, la que constantemente está en lucha contra el espíritu.
Por ello, se debe de luchar contra la carne, hasta tenerla completamente conquistada (Gálatas 5, 17).
Israel debía hacer guerra en contra de los amalecitas, cuando estuvieran descansando en la tierra.
Algunos cuatrocientos (400) años después, YEHOVAH DIOS se dirigió hacia Saúl, para hacer guerra contra los amalecitas.
En su falla de no destruirlos completamente, por ser consagrados al exterminio (anatema), fue la acción de desobediencia principal por la cual le costó el trono a Saúl y su descendencia (1 Samuel 15, 2-9; 28, 18).