Desafío Contemporáneo del Sacerdocio en el Hogar

El Sacerdocio Contemporáneo consiste en levantar las manos a YEHOVAH Padre en Adoración, con sacrificios continuos de Acción de Gracias, fomentando la Comunión Espiritual con el creador quien es Espíritu y anhela que le adoremos en Espíritu y en Verdad (Juan 4, 24).

Presentándonos primero, nosotros mismos como ofrendas vivas, que es el culto racional el cual corresponde a las personas que tienen juicio, es decir, son conscientes de a quien deben honrar en el Ejercicio de las leyes universales establecidas por Yeshúa Ha Mashiaj de Amar.

El significado en Hebreo de Amar es “YO DARÉ” (hacer sacrificios) a Dios, por sobre todas las cosas y luego de Amar o “YO DARÉ” (hacer sacrificios) por el prójimo, como por mí mismo (Romanos 12, 1-21).

La sociedad actual avanza hacia su destrucción por fuego, tal como Sodoma y Gomorra, la corrupción moral es la base del desmembramiento social, mientras más alejados estamos de la biblia, somo más animales que funcionan por estímulos de los sentidos.

Ya lo hemos dicho y lo reafirmamos, la sociedad solo refleja el quebrantamiento de la función sacerdotal de quienes son cabeza de hogar.

Quien se activa en su función sacerdotal sabe que es responsable ante YEHOVAH, por asistir cuidando y cultivando a todos los que están bajo su cobertura, presentando sacrificios de Adoración en Acción de Gracias dando Alabanzas al Padre, haciendo petición por las necesidades propias y las de todos los que están bajo su cobertura (Filipenses 4, 1-9).

Los cristianos estamos bajo ataque masivo, en cuanto a la insistencia de lobos disfrazados de ovejas, que intentan derogar la moral bíblica.

Así como tenemos el nuevo presidente de la Unión Americana quien dice ser practicante católico, el presidente Joseph Robinette Biden Jr. ha establecido una serie de decretos de ley que buscan darle privilegios jurídicos a homosexuales y promotores abortistas, son sistemas de pensamientos filosóficos totalmente anti-bíblicos y lo que es lo mismo anti Dios y por supuesto, anticristo (Isaías 5, 1-30).

La transculturización y la globalización trabajarán en función de apestar a la humanidad con la cultura de muerte del aborto y la diabólica doctrina de la homosexualidad en sus múltiples y variantes aberraciones.

Si los representantes connotados, es decir, las cabezas de la iglesias cristianas siguen guardando silencio ante tales aberraciones legalizadas, entonces, podríamos decir que la Sal del mundo se ha vuelto insípida y la Luz se ha tornado gris.

Estamos ante una sociedad apostata, que dice ser de Cristo pero aprueba el sexo prematrimonial, somos de Cristo, pero el adulterio es lo que le da variedad y refrescamiento al matrimonio, hablamos de bienestar y esto es, asociado al acceso a lujos, placeres, materialismo y complacencia de pasiones desordenadas.

Debemos volver a la biblia, como base moral o quitarnos la careta como le dijo Josué al pueblo de Israel, escojan a que Dios van a servir… sepan que YEHOVAH es celoso (2 Timoteo 3, 1-17; Josué 24, 15-20).

Responsabilidades propias del Sacerdote en el Hogar Contemporáneo

El sacerdocio formal, en la actualidad se centra en el aspecto ceremonial, dejando de lado los aspectos intrínsecos, como lo son:

• La Enseñanza.
• La Consejería.
• La valoración de la Moral Social.
• El fomento del Sacrificio Espiritual de la Mortificación de la carne.
• El ejercicio de la Paternidad.
• La vida de Adoración.
• La Intercesión.
• La aspiración de la Santificación.
• El cultivo de la Conciencia Espiritual.
• El estudio de la Palabra de YEHOVAH.

Entre otras actividades, que en el día a día modelan la imagen de Yeshúa Ha Mashiaj en los hijos físicos y Espirituales.

A continuación, haremos mención de las responsabilidades propias del sacerdocio ejercido en el hogar.

1) Sacrificar Ofrendas Espirituales en la presencia de YEHOVAH

Comencemos con 1 Pedro 2, 1-24, una vida sacrificial consiste en estar sujeto a Obediencia de toda autoridad que YEHOVAH ha puesto sobre nosotros, pero también implica saber ejercer la autoridad sobre los que están bajo nuestra cobertura.

El apóstol Pablo en variados pasajes utiliza el lenguaje militar, para expresar la necesidad de desarrollar la conciencia de sujeción voluntaria a la autoridad legal, dentro de los límites establecidos por la Palabra de Yehovah.

El cristiano en la actualidad entiende por testimonio el relatar el logro de nuevas comodidades, los ascensos laborales, incluso el acceso a créditos y préstamos, no olvidemos los impactantes testimonios sobre la adquisición de medicamentos, hasta de saltarme las colas, entre otros.

Estos testimonios hacen que el de Yeshúa en el calvario sea algo insólito, ya que no reviste placer, sino todo lo contrario, su testimonio radica en que fue Obediente hasta la Muerte y Muerte de Cruz.

Es impresionante, como quienes se hacen llamar cristianos se revelan ante una corrección, se quejan de la actitud del joven rico, pero ellos, también hacen lo mismo, porque a mayor corrección mayor distanciamiento.

Hemos perdido el toque de la humildad, que se centra en complacer a la autoridad legal, el paganismo ha calado tan fuerte en la consciencia del hombre contemporáneo, que solo desea resistir a la autoridad y someterse a los que están bajo su cobertura, porque quieren ser reconocidos como amigos espectaculares de sus hijos, mientras los idiotas de los hijos, se sujetan a un extraño.

Sacrificar Ofrendas Espirituales, consiste en la práctica del temor de YEHOVAH que consiste en Adorarle, Obedecerle y Servirle a sus propósitos, es dar muerte voluntaria a la carne para darle culto al Altísimo Padre, sometiendo nuestra vida a la búsqueda continua de la Comunión en Yeshúa, quien es el autor y consumador de nuestra existencia.

El templo de Salomón, al igual que la tienda de las citas divinas de Moisés, nos enseñan gráficamente el costo de la Comunión con Nuestro Padre del Cielo, quien nos exige que seamos Santos, como ÉL es Santo (Levíticos 19, 1-5; 1 Pedro 1, 15-16).

El Atrio, es el primer lugar al que accedemos en el Camino hacia las Ofrendas Espirituales en Su Presencia, aquí vemos que en la vida sacerdotal, la altivez carnal resulta un gran estorbo.

Por ello, en el Altar del Sacrificio nuestra carne es lo primero que debe ser ofrecido a YEHOVAH, entonces, le decimos Padre de Eterna Bondad de ahora en adelante no utilizaré los miembros de mi cuerpo para obras oscuras que no se correspondan con un Pacto Legitimo aprobado por tu Palabra de Vida, dame de tu Santo Espíritu para ejercer con éxito el dominio propio, porque reconozco que sin Yeshúa nada puedo hacer.

Al dar muerte a la carne en el Altar del Sacrificio, seguimos avanzando al Lugar Santo lo que requiere dejar todo Pensamiento, Voluntad y Emociones que no proceden de la Fuente Legal, es decir, de la Palabra de Yehovah.

En el Lugar Santo lo que se consume en la parrilla es nuestra alma, ya que ahora aprendemos a hacer las cosas, no como queremos, sino como las demanda YEHOVAH, en este punto tenemos un compromiso por estar influenciado la mayor parte de nuestros días, por lo que dictamina Su Palabra, meditando en ella de día y de noche, para hacer como está escrito y con ello, cosechar al ciento por uno en esta vida (Salmo 119, 1-20).

Al sojuzgar nuestro cuerpo y nuestra alma, ya podemos presentarnos como Sacrificios Vivos en lo más profundo del Lugar Santo, que es el altar del incienso, allí ya somos adoradores en Espíritu (dominio del alma) y Verdad (dominio del cuerpo).

Entonces nuestra ofrenda, es aceptable y ella nos alcanza agradar a YEHOVAH, al punto que nos invita a ingresar al trono de Su Presencia, porque hemos alcanzado la Santidad requerida en Yeshúa, para sentarnos en los lugares celestiales y permanecer junto al Padre, obteniendo Provisión de toda gracia, para derramar caudalosamente en quienes están bajo nuestra cobertura.

Por ello, referimos que el estado de la sociedad actual solo muestra los frutos de muerte colectivos, porque las cabezas de casa no ejercen su Sacerdocio Espiritual, tienen buena voz para demandar la sujeción de las esposas, pero ellos, pasan cobardemente de manera temeraria de la sujeción a aquel quien es la ineludible cabeza de todo varón Yeshúa Ha Mashiaj (1 Corintios, 11 1-3; Efesios 5, 1-33).

2) Ejercer la Autoridad estando en la Presencia de YEHOVAH

Éxodo 33, 12-22, cuando Adán y Eva fueron creados eran un matrimonio tan perfecto, lo primero que veían el uno en el otro, era la presencia de YEHOVAH que los cubría como una Luz incandescente, que no se apartaba de ellos.

Por eso, referimos que tanto varón como mujer en Yeshúa Ha Mashiaj son Sacerdotes, porque de que otra manera pueden ser uno, teniendo diferente rango de autoridad, esto es insostenible desde la Palabra libre de contaminación, en todo caso la Presencia de Yehovah los cubría hasta el punto que ni se enteraban que estaban desnudos.

Las escrituras Bíblicas refieren como vestiduras blancas la sumisión en Obediencia total a la Palabra de YEHOVAH, curiosamente ya ni las quinceañeras quieren portar los trajes color blanco, esto refiere una total apatía a la autoridad de la cabeza, lo cómico de esto, es que gritan inconscientemente tanto sus padres que se lo permiten, como ellas, que son unos impíos apartados de la sujeción voluntaria que determina la Palabra del Creador, la cual, ignoran completamente.

Mejor no hablemos la significancia de los colores en los vestidos de boda, que si el color champaña, que si los diversos matices de blancos, que no son blancos o colores pasteles, varones con zarcillos o de cabello largo, los que se sacan las cejas, todas son desviaciones y rarezas que YEHOVAH aborrece.

Volviendo al tema, Moisés se aseguró de ejercer su ministerio como rey y sacerdote de Israel permaneciendo en la Presencia de YEHOVAH, así lo atestiguan todos los milagros sorprendentes acontecidos durante el éxodo, siendo el más preponderante, el hecho de recibir alimento del cielo a diario, con excepción del día Shabbat.

La Palabra de Yehovah, nos muestra que el éxito de Yeshúa en Su Ministerio, fue por el hecho de la suma Obediencia al Padre, quien colocó Su Espíritu sobre el Hijo, para que la Unción le permitiese, hacer la voluntad del Padre en cada acción y con cada palabra (Juan 12, 48-50).

Como Sacerdotes, estamosa sujetos a hablar y hacer lo que demanda nuestro Sumo Sacerdote, caeremos en vergüenza, si intentamos ejercer un sacerdocio sin la unción del Salvador Ungido en nosotros.

Aprendamos de Yeshúa quien nos muestra que la presencia del Padre abundaba en Él y esto por su disciplina de seis horas de Oración al día.

Recordemos que solo puede salvar, quien está a salvo, ya hay muchos ciegos guiando a otros ciegos, insistimos, no existe tal cosa como un verdadero sacerdocio que no tenga como base el hábito fluido de apartarse para orar en largas jornadas delante del Padre Creador, quien es nuestra fuente de provisión.

San Pedro es el vivo ejemplo de quien porta la presencia de YEHOVAH en el ejercicio de su sacerdocio (Hechos 5, 15-16).

3) Formar la Doctrina Bíblica en todos los de Casa

Deuteronomio 6, 1-15, todos como sacerdotes estamos llamados a instruir en la Palabra de YEHOVAH a nuestros hijos, es mandato de YEHOVAH, porque se aseguró que nuestros hijos estén sujetos a lo que les enseñamos por causa del quinto mandamiento.

Testificar de YEHOVAH es insistir con la enseñanza de la Palabra de Yehovah a nuestros hijos, hasta que su estilo de vida está determinado por el temor al Altísimo.

Uno de los nombres que refieren a Yeshúa es el de Maestro, por cuanto siempre estaba enseñando a sus discípulos, adiestrándolos en el Evangelio del Reino, para continuar luego, ejerciendo la obra del Ministerio del Amor que procura la Salvación de todos en Yeshúa.

No se puede Amar lo que no se conoce, por ello, el Padre de la Gloria contempla de vital importancia que los padres se aboquen a Enseñar la Doctrina del Reino, para que toda la descendencia aprenda a honrar como es debido, mediante el ejercicio frecuente de las Obras de piedad (Oración, Ayuno, Diezmos y Ofrendas).

Los mandatos de YEHOVAH no son opcionales, poseen carácter de obligatoriedad, para que nuestra descendencia herede el Reino, tal cual, como lo refiere San Pablo en Gálatas 5, 16-26.

Estamos sujetos como Sacerdotes al Ruaj Hakodesh para ser guiados por Yehovah en todas las cosas, por ello, todo lo carnal debe morir en el Atrio del templo, en el Altar del Sacrificio, para que no se dé estorbo para la Obediencia.

Por otra parte, no podemos heredar a nuestros hijos lo que nosotros no hemos conquistado, solo cuando vivimos en Santidad podremos engendrar hijos Santos, de lo contrario, nuestra carnalidad trae maldición sobre nuestra descendencia, por nuestra negligencia en cumplir con la responsabilidad Sacerdotal (Oseas 4, 6).

De acuerdo al género de la semilla será el fruto del árbol y si caminamos en maldición estamos haciendo maldita la fuente de nuestra genética, impidiendo que la bendición fluya en nuestra descendencia, al apartarnos deliberadamente de guardar los mandamientos de Yehovah, estamos exponiendo a nuestra descendencia a Lobos rapaces.

En varias oportunidades hemos visto de frente la maldición, ya que por el hecho de los padres no apartarse del pecado de adulterio, vemos en las hijas embarazos precoz y homosexualidad.

El salmo 127 en los versos del 3 al 5, nos relata que el alcance de los hijos esta determinado por la visión de los Padres, pero si la cabeza anda fantaseando con el libertinaje TATATANNNN los hijos son adictos a la pornografía, la masturbación y las relaciones sexuales casuales prematrimoniales, porque esa es la proyección del deseo que hay en los corazones de los Padres, (Proverbios 22, 5-7; Efesios 6,4; Deuteronomio 4, 9. 11, 19; Génesis 18, 19; 2 Timoteo 3, 15).

El rey Josías ascendió al trono con tan solo ocho (8) años y cuando tenia doce (12) ya había ordenado la limpieza en Israel de imágenes idolátricas, por lo que hacia reparaciones en el templo y fue allí donde en medio de escombros apareció el libro de la Ley entregado por Yehovah a Moisés.

Entonces, este rey resolvió poner en práctica todo lo que la Ley instruye en cuanto a toda forma de idolatría e hizo que todo el pueblo fuese instruido en lo que la Palabra de Yehovah enseña, 2 Crónicas 34, 1-33, el mismo Rey se encargó de enseñar la sana doctrina y hacer que se cumpliera en todo el Reino de Judá (2 Timoteo 4, 2-3; Malaquías 2, 7).

4) Ejercer el Liderazgo y la Guiatura de la Casa

Los sacerdotes portando el arca y los adoradores eran los que estaban en la primera línea de batalla en toda guerra a la que asistía el pueblo de Israel, increíblemente los soldados especializados en pelear iban detrás, veamos Éxodo 17, 8-16, el Pueblo triunfa en función de la Comunión del Sacerdote con YEHOVAH.

El liderazgo lo ejerce quien va al frente y el cuerpo armado de Israel estaba confiado cuando Yehovah prometía entregar a los enemigos en sus manos y los sacerdotes con el Arca iban a la cabeza como garantía que YEHOVAH no miente.

Entonces, mientras iban de camino los sacerdotes animaban a los soldados con la Palabra de Yehovah, mientras los adoradores entonaban alabanzas al Creador para ser fortalecidos bajo la guía de un mismo Espíritu (Romanos 8, 14).

Discernir las estrategias del Ruaj Hakodesh es la labor de un Sacerdote entendido en el mover espiritual, para clarificar la Voluntad de Yehovah en medio de la confusión.

Sólo quien es capaz de sujetarse al Espíritu de Yehovah, está en capacidad de guiar a la Verdad a los que están bajo su cobertura, puesto que en sí mismo, es el Arca donde habita el Espíritu del Padre.

Fe es Creer y Creer es Obedecer a la Palabra de YEHOVAH como máxima autoridad sobre el Sacerdote sujeto a Yeshúa como su cabeza.

Mateo 8, 5-13 este apartado debería llamarse la Obediencia del centurión Romano, ya que esto es lo que alaba Yeshúa, remarcamos, el Sacerdote contemporáneo solo puede liderar y guiar, si él mismo, está sujeto a la autoridad de Yeshúa.

5) Ser Profeta que habla la Palabra de YEHOVAH

Al sacerdocio se introducen los que se activan a entrar en Comunión, Obedeciendo la Palabra profética de YEHOVAH, el profeta habla de parte de Yehovah, porque ha estado en Comunión con ÉL y el Sacerdote pone por obra lo que Yehovah Dios a revelado.

Aquí hemos de resaltar la necesidad de apartarse para Adorar al Padre Celestial, hasta introducirnos en la atmósfera de lo profético, tal y como lo hizo el rey David cuando entendió que a YEHOVAH se le Adora según ÉL mismo lo ha dispuesto y así lo ejecutó, cuando realizó el segundo intento de trasladar el Arca a Jerusalén, que fue exitoso, ya que ordenó a los Levitas que lo hicieran todo siguiendo las instrucciones de la Ley (1 Crónicas 15, 11-13. 25-28).

Un sacerdote, debe tener un corazón de Adorar, porque continuamente debe cantar alabanzas en Presencia de su Creador.

El ejercicio del Don Profético Sacerdotal, consiste en pasar mas tiempo con Yehovah levantando altar de Acción de Gracias, así como cuando Moisés se apartaba para estar con Yehovah, su rostro se iluminaba y la gente entendía que había estado en Presencia del Altísimo y que Su Presencia iba con Moisés.

Hay que cuidar de no ofrecer fuego extraño delante de YEHOVAH, puesto que ÉL mismo debe propiciarlo de Su mismo Espíritu, por ello, debemos adorarlo en Espíritu y en Verdad (Levítico 10, 1-4).

No podemos decir que le adoramos, postrándonos delante de un becerro de oro, cuando los músicos y los sacerdotes están contaminados de pecados, su sacrificio esta cargado de iniquidad, porque es ofrenda impía de perros, son sepulcros blanqueados.

Se supone que la Adoración se genera desde un Espíritu humilde, mientras que el pecador solo se disfraza de piadoso y esto irrita al Altísimo, debemos ser íntegros,  con mayor insistencia en lo secreto, para que los frutos reluzcan en lo público.

6) Gobernar Espiritualmente por medio de la Oración

Todo sacerdote, es representado como cordero delante de Yehovah y rey como león delante de su familia, lo que es lo mismo, manso como paloma delante de la Autoridad Divina y astuto como la serpiente para gobernar sobre su familia y Ministerio, entendiendo que entrega cuentas a YEHOVAH.

Hagamos el ejercicio de la sustitución del término Fe por Obediencia en la siguiente porción Bíblica, Hebreos 11, 32-39, entonces la Obediencia al rhema de Yehovah fue lo que les permitió a todos estos Sacerdotes obtener Victoria en cada una de sus empresas, por cuanto confiaron en la Palabra de YEHOVAH, sin decaer en la circunstancia.

Sin Oración, no hay mover Sobrenatural en la tierra, ya que es la base para poder obtener resultados palpables, no podemos sustituir la oración por hacernos amigos del que ora, así no funciona, más bien, todo lo que ganamos en oración, lo ganamos también en lo natural.

La Biblia nos enseña que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía (Hebreos 11, 3), así que todo lo que vemos en la Tierra tiene su origen en lo espiritual.

Hay fortalezas espirituales que están creando ataduras, enfermedades y problemas matrimoniales en lo natural y todo esto tiene un origen en lo espiritual, por lo que es necesario, ir a las armas de nuestra guerra, las cuales son espirituales y no físicas.

A través de la oración, anulamos la actividad satánica y logramos que el Cielo opere sobre nuestras vidas como un escudo de protección, es importante que entendamos porque Yeshúa dedicaba tantas horas a la oración y es porque, ésta es la herramienta más poderosa para afectar el mundo espiritual, gobernando el orden en lo natural.

Los sacerdotes estamos llamados a levantar altar familiar con oraciones en nuestras casas, para activar toda bendición en los cielos.

Mateo 6, 9-10, la palabra “Reino” significa “gobierno con autoridad y poder”, y la única forma de traer el gobierno, el poder y la autoridad del Cielo, es a través de la oración. Tenemos que orar para que haya autoridad del Cielo en nosotros.

¡Si queremos tener autoridad del Cielo, debemos orar!

¡Si queremos afectar el mundo espiritual, tenemos que orar!

Esa es la manera que el Gobierno del mundo espiritual de Yehovah venga sobre la tierra, por eso, Yeshúa enseñó a orar para que Su Gobierno viniera a la tierra, porque la única manera de traer la influencia del Cielo es orando.

7) El Sacerdote Contemporáneo tiene un llamado a la Santidad

La Santidad no significa ser perfectos o sin pecado, la Palabra de Yehovah declara que el Justo peca siete (7) veces al día, más bien se trata de consagrarnos a aquel que es la cabeza de la Ekklesía, Nuestro Señor Yeshúa Ha Mashiaj.

La Santidad consiste en la capacidad de ser apartado como vaso de honra para el uso exclusivo de Yehovah, sirviendo a sus propósitos descritos por el logos y siendo dirigidos por el rhema.

La Santidad surge de una vida apegada en fidelidad a la Obediencia a la Palabra de Yehovah, con una vida de Piedad totalmente desarrollada y palpable por un carácter que tiende de continuo exaltar a YEHOVAH, teniendo la prioridad de agradarle en todas las cosas.

Esto representa el sufrir, el rechazo de la sociedad actual, inundada de la filosofía del humanismo y pos-modernismo que aunado al materialismo, hacen que las personas forniquen contra YEHOVAH, teniendo como ídolo su propia naturaleza carnal (1 Tesalonicenses 4, 1-8).

No imaginamos que tantas cosas que hoy hacemos y percibimos como normales, porque las aprendimos por imitación de nuestros padres, hermanos familiares y amigos, son reprobadas por la Palabra de YEHOVAH, porque nuestra crianza no fue fundamentada en ella.

Es por ello, que la Palabra de Yehovah no es solo historia, contiene la instrucción para desarrollar una conducta de Santidad, porque aunque contiene reglas, es más que reglas.

La Palabra de Yehovah, nos enseña a ser trasladado del reino de la cultura de la muerte a la Cultura del Reino de la Vida Abundante en Yeshúa Ha Mashiaj por la Ley del Espíritu de vida (2 Corintios 5, 14-21).

Caminar en Santidad, es aprender todo desde cero, porque ahora, toda nuestra vida esta dedicada al Altísimo Padre, como lo indica el apóstol Pablo, que todo lo que hagamos, sea con el propósito de agradar a YEHOVAH quien nos Amó primero.

No es nada fácil, porque prácticamente consiste en aprender a hablar las Palabras de Yehovah, aprender a caminar de la mano de Yehovah, aprender a comer con Yehovah, aprender a relacionarnos con nuevos hermanos en Yehovah.

De igual forma, que el bebé babea, tira la comida, cae a cada rato, hace berrinche, pero es sometido a disciplina, es corregido innumerables veces, de la misma forma en el nuevo camino de la Santidad, debemos aprender a ser pacientes en medio de todas las correcciones que debemos atravesar, porque, de lo contrario, no llegaremos a ser maduros, sino como muchos que pudiéramos tipificar, como adultos con pañales (Hebreos 12, 1-29).

La Palabra de Yehovah nos enseña, que la Santificación de la Ekklesía para Yeshúa requiere de total Santidad como en el matrimonio, donde la Esposa se sujeta voluntariamente a su esposo, como su única fuente terrenal para la vida que debe retener en su vientre, proyectar, multiplicar y dar a luz a partir de la simiente del esposo.

Creer en el Nombre de Yeshúa, implica estar consientes que somos de Él y por ello, nos movemos en función de su propósito, porque es nuestra Cabeza como Ekklesía suya que somos.

Consecuentemente, por esta razón, recibimos facultades para operar en Su Nombre porque como Su esposa, portamos Su apellido y damos a Luz Su obra en nosotros (Efesios 5, 15-33; 1 Tesalonicenses 5, 23).

Somos santificados al sobreabundar en las Palabras de quien es nuestro dueño (YESHÚA HA MASHIAJ), todo esposo esta obligado a reconocer que Yeshúa es su cabeza y debe aprender a depender totalmente de Él para obtener del cielo, toda provisión que da cobertura a su esposa y sus hijos.

Igualmente, toda esposa, debe aprender que después de la Palabra de YEHOVAH, debe entrenarse para tener gran estima por las palabras del esposo, lo que trae, gran estabilidad al vinculo matrimonial, porque de esta manera, el esposo, como el esposo del poema de la mujer virtuosa, sabe que puede confiar plenamente en su mujer.

Aunque al principio sea muy doloroso dar muerte al ego carnal, las inmensas gratificaciones de la vida en el Espíritu, hacen ver todo sufrimiento insignificante, por esta razón, es que los profetas y los apóstoles, mantuvieron la convicción de Santidad en la Fe, hasta el martirio (Salmo 119, 9-12).

Lo primero, que YEHOVAH nos hace para consagrarnos es separarnos del mundo, la carne y el demonio y para ello, el recurso que emplea es TATATANNNN, el desierto.

Lo hizo con Abrahám, Isaac y Jacob, también lo hizo cuando llevó a Israel al desierto durante cuarenta años, lo hizo con los profetas y con el mismo Yeshúa Ha Mashiaj, durante períodos de 40 días para que se entrenaran en oír solo su voz y hacer conforme a su mandato (Santiago 4, 4-10).

Lo segundo, es consagrarnos por medio de la disciplina propia del discípulo que se sujeta a realizar voluntariamente todos los cambios de hábitos necesarios, para imitar el carácter de nuestro Padre del cielo, por el ejercicio de la Obediencia a la Fuente Legal (Tito 2, 1-15).

Finalmente, Amados hijos es muy lamentable que nuestro comportamiento sea igual al de los que no creen en el evangelio, como Sacerdotes seamos responsables de la transformación que el evangelio de Yeshúa Ha Mashiaj plantea, para todos los que toman su cruz y les sirven.

Recordemos que debemos tener una Justicia mayor que la de los fariseos, que era la hipocresía, para entrar en el Reino del Padre Amado.

Les exhortamos, que sin miramientos tomen la resolución de ser auténticos creyentes, porque creer requiere que pongamos por obra, todo lo que hemos aprendido en cuanto a nuestro Don Sacerdotal.

Pedimos al Ruaj Hakodesh nos ayude a desempeñar todo nuestro rol Santo, como Sacerdotes de Yeshúa Ha Mashiaj, entrenados para asumir nuestros tronos en el Reino Milenial.

SOLO HAY VICTORIA EN YESHÚA HA MASHIAJ.

AMÉN, AMÉN Y AMÉN.