Mosqueteros de Yehovah

Apocalipsis Capítulo 7

Versos del 1 al 8

Aquí hay un paréntesis entre el 6to y 7mo sello, se nos explica con detalle algo que va a suceder entre estos sellos

Verso 1 Después de esto vi cuatro ángeles de pie en las cuatro esquinas de la tierra, que sujetaban a los cuatro vientos de la tierra para que no soplaran sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre los árboles.

Viento en hebreo es Ruaj, que significa “aliento” y “espíritu”. Aparece por primera vez en Génesis 1, 2: “Todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos, mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas”.

El Ruaj aletea, como señal de que cubre. Ahora ¿Qué significa que el Ruaj de Yehovah se detenga en las cuatro esquinas de la tierra? Significa que Yehovah está retirando Su protección, porque desea atraer la atención de la humanidad hacia ÉL, para que se arrepienta y vuelva a Su presencia.

Sin embargo, como ya vimos en el capítulo anterior, los hombres no hacen esto, al contrario, se alejan y se esconden de Yehovah, mostrando un corazón de piedra.

Hay una conexión de este juicio con la siembra y la cosecha, como se lee en: Deuteronomio 29, 2-28.

Entonces, la consecuencia de la desobediencia es la maldición, especialmente cuando no se desea vivir en Pacto con Yehovah. Sin embargo, Yehovah ha mantenido un muro protector sobre la humanidad a pesar de la dureza de nuestro corazón.

Pero ahora, va a retirar Su protección de los cuatro vientos de la tierra, que representan los cuatro puntos cardinales, para que venga el juicio de las trompetas.

En hebreo, KANAF se traduce como “alas” o “manto”, y en su borde tiene los Tzitzit, que significan “florecer”.

En las esquinas del manto de Yehovah se encuentran estos Tzitzit, que cubren la tierra para protegerla y hacerla fructificar.

Este manto protector, como alas, será retirado. Veamos:

Lucas 13,34-35: [34]¡Jerusalén, Jerusalén! ¡Qué bien matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de sus alas, y tú no has querido! [35]Por eso se van a quedar con su Templo vacío y no me volverán a ver hasta que llegue el tiempo en que ustedes dirán: «¡Bendito sea el que viene en Nombre del Señor!»

Verso 2 Luego vi a otro ángel que subía desde el oriente y llevaba el sello del Dios vivo. Gritó con voz poderosa a los cuatro ángeles autorizados para causar daño a la tierra y al mar: 3 “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios”.

Antes de que Yehovah retire Su protección, primero deben ser sellados los siervos de Yehovah. Debemos saber que en Apocalipsis se describen dos sellos: el primer sello es este en la frente de los servidores de Yehovah, y luego, en Apocalipsis 13, la marca de la bestia sellará a los rebeldes al Pacto con Yehovah. Veamos un ejemplo de una marca en la Biblia:

Génesis 4,15 Yehovah le dijo: “No será así: me vengaré siete veces de quien mate a Caín”. Y Yehovah puso una MARCA a Caín para que no lo matara el que lo encontrara.

¿Cuál marca debemos llevar nosotros en la frente como siervos de Yehovah?

Deuteronomio 6, 6-9: [6]Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, [7]repíteselos a tus hijos, habla de ellos tanto en casa como cuando estés de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. [8]Grábalos en tu mano como una SEÑAL y póntelos en la frente como tu distintivo; [9]escríbelos en los postes de tu puerta y a la entrada de tus ciudades.

Entonces, como “Doulos”, debemos llevar los mandamientos como señal.

Los que no guardaron los mandamientos de Yehovah y no entraron en pacto con ÉL harán pacto con Satanás, se van a convertir en una ramera que va a escoger a un novio falso, alguien que se hace pasar por el Mesías. Solo el pueblo de Yehovah va a tener cobertura, va a estar bajo el manto de Yehovah.

Verso 4 Entonces oí el número de los marcados con el sello: ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de los hijos de Israel: 5 De la tribu de Judá: doce mil marcados. De la tribu de Rubén: doce mil marcados. De la tribu de Gad: doce mil marcados. 6 De la tribu de Aser: doce mil marcados. De la tribu de Neftalí: doce mil marcados. De la tribu de Manasés: doce mil marcados. 7 De la tribu de Simeón: doce mil marcados. De la tribu de Leví: doce mil marcados. De la tribu de Isacar: doce mil marcados. 8 De la tribu de Zabulón: doce mil marcados. De la tribu de José: doce mil marcados. De la tribu de Benjamín: doce mil marcados.

 ¿Quiénes son estos 144 mil? Veamos sus características:

  1. Son vírgenes (puros) y no se han contaminado con el mundo, representando a aquellos que han sido limpiados por la sangre del Cordero.
  2. Tienen el nombre de Yeshúa y de su Padre escrito en la frente, lo que simboliza su consagración a Dios, al igual que la lámina de oro que los sacerdotes de Israel llevaban.
  3. La palabra hebrea para esta señal es Tav, la última letra del alfabeto, que significa marca, señal o pacto, y representa la firma de Dios.
  4. La obediencia de estos 144.000 opera en el lóbulo frontal de su cerebro, responsable de la toma de decisiones, lo que les permite caminar en santidad y reflejar a Yeshúa.

Entonces estos 144mil son aquellos que:

  1. Han sido limpiados por la sangre del Cordero, viven en obediencia y por ello, se les considera puros.
  2. Yehovah escoge 2 tipos de personas:

Los que no quieren ser escogidos, como Moisés, quien puso muchas escusas y peros hasta su tartamudez, otra persona es Jonás, quien huyó.

Los menos elegibles según sus capacidades, como los niños (Samuel, el Rey Josías), adolescentes (José, David, Daniel) son vírgenes que siguen al Mesías y no dicen mentiras. En todo caso estos 144mil reflejan a Yeshúa, por lo que pueden ser despreciados por el mundo como lo hicieron con Él.

El requisito para formar parte de este remanente es ser como una virgen, una nueva criatura que ha muerto al pecado y vive por el Espíritu, reflejando a Yeshúa Ha Mashíaj. No se trata de una virginidad física, sino de un corazón y una mente renovados, listos para hacer la voluntad de Dios sin adulterar con el mundo. Nuestra parte es ser esa novia sin mancha ni arruga, viviendo en obediencia a sus instrucciones.

Ezequiel 9,6-7: 6 Viejos, jóvenes, muchachas, niños y mujeres, mátenlos hasta acabar con ellos. Pero no tocarán a los que tienen la cruz. Comenzarán por mi Santuario. Comienzan pues con la gente que se encontraba delante del Templo. 7 Porque les había dicho: “Llenen los patios de cadáveres, el Templo quedará manchado con ellos; luego salgan y maten en la ciudad”.

Apocalipsis describe la última batalla del final de los tiempos, solo que ahora, vemos que la victoria va a ser obtenida con un ejército 12 veces mayor que el original. Números 31, 1-5.

Entonces, estos 144.000 escogidos van a recibir al Mesías en el Monte Sinaí, ellos tendrán poder de Dios para defender al pueblo de Yehovah: la ekklesía en el desierto, donde habrá campamentos y columnas de humo otra vez, como en el primer Éxodo, porque estamos esperando un segundo gran Éxodo, veamos: Joel 3, 1-20.

No se trata solamente de tener el Nombre físicamente de Yehovah, implica estar bajo Su autoridad, Bajo su manto, Bajo su cobertura, porque en el Monte de Sión y en Jerusalén habrá Salvación, HABRA YESHÚA, como lo ha dicho Yehovah entre El remanente estos 144mil a los cuales ÉL Habrá llamado.

Versos del 9 al 17

Verso 9 Después de esto vi un gentío inmenso, imposible de contar, de toda nación y raza, pueblo y lengua, que estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. 10 y gritaban con voz poderosa: ¿Quién salva fuera de nuestro Dios, que se sienta en el trono, y del Cordero?

Juan ve una multitud incontable de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, vestidos de blanco y con palmas en sus manos, delante del trono y del Cordero. Gritan que la salvación viene de Dios y del Cordero. Esta multitud no es la novia, sino los invitados a la boda del Cordero, que han sido lavados por la sangre de Yeshúa y le reconocen como Mesías.

Las tres últimas Fiestas funcionan en una maravillosa armonía en conjunto:

  1. La Fiesta de Trompetas, el resonar del sonido del shofar, es un clamor a volver al Padre.
  2. La Fiesta de Yom Kippur, el día de la expiación, representa el último llamado a arrepentimiento, para pedir perdón para ser sellados e inscritos en el Libro de la Vida.

Imagina estos cuatro ángeles de pie, apostados en las cuatro esquinas de la tierra, sostienen el velo de la Jupá, reservado para aquellos que gozan de la protección del Creador, aquellos que permanecen en Pacto, para los demás, el Ruaj será removido, quedando sin protección.

  1. Fiesta de Tabernáculo, Bajo la Jupá, el Novio y la novia se unen, mientras que los amigos del Novio se sitúan delante.

Esta multitud, no está en el cielo, sino delante del Trono alabando, constituyendo los invitados a la Boda. ¿Por qué invitados, y no la novia? Porque en las bodas hebreas, los invitados se visten de blanco y al no estar vestidos apropiadamente, no pueden ser parte de los invitados. Una verdad que la parábola de Mateo 22,1-14 ilustra con claridad.

Así como el Creador vistió Adán y a Eva, prefigura de la promesa de que ÉL vestirá a los invitados, la novia porta cuatro capas en su vestuario:

  1. Tiene que estar cubierta de la Sangre del Pacto,
  2. Debe estar cubierta por el Pacto de Sal o el pacto de amistad.
  3. Tiene que estar cubierta por el Pacto de Sandalia, el de herencia y
  4. Debe estar cubierta por el Pacto Matrimonial, lino fino, blanco y resplandeciente.

Esta vestimenta representa la obediencia a los pactos de Dios: Sangre, Sal, Sandalia y Matrimonial. Esta es la progresión espiritual de Siervos, a Amigos, a Herederos, y finalmente a Novia. Las reglas son puestas por Dios, no por el hombre. Los que no se visten de acuerdo a Sus normas son considerados extranjeros.

Tenemos que estar vestidos como familia, porque somos familia del Señor, debemos ser Su Pueblo. Aquel que ahora quiera seguir llamándose extranjero tiene un problema. Pero tú y yo ya no somos extranjeros, somos conciudadanos de la ciudadanía de Israel, Jeremías 11, Romanos 11, esto lo confirma:

Efesios 2,12-13: 12 En aquel tiempo no esperaban un Mesías, no tenían parte en el pueblo de Israel y no les correspondían las alianzas de Dios ni sus promesas; ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios. 13 Pero ahora, en Cristo Jesús y por su sangre, ustedes que estaban lejos han venido a estar cerca.

La conexión con Boda y con las citas divinas las Fiesta de Trompetas, Yom Kippur y la Fiesta de Tabernáculos con la venida de nuestro Mesías es innegable. La Celebración de estos ensayos, es como si nos estamos poniendo el vestido para la Boda.

El significado de las palmas en sus manos: es que tradicionalmente se arrojan al piso en frente del Novio y la novia, también se acostumbraba hacerlo ante los corderos que eran sacrificados en la Fiesta de Pascua y durante la inauguración del reinado de un nuevo rey.

Recordemos la entrada triunfal de Yeshúa en Jerusalén, cuatro días antes de Pesaj, el texto significa presente y futuro al mismo tiempo, esta multitud abarca todas las épocas, congregándose hasta que todos los invitados estén presentes.

No están en el cielo, sino que, a través de la adoración se conectan, tú y yo estamos en el Trono cuando adoramos al Padre desde aquí en la tierra. Las palmas en las manos, significan que esperamos que el Novio venga, para que pise sobre esas palmas y establezca Su Reinado.

Los invitados, vestidos apropiadamente, preparan el camino literalmente con las palmas para recibir al Novio y a la novia, el capítulo cierra con lo que sucede en el cielo, esta parte en la tierra, el resto sucede en el cielo.

AHORA VEAMOS LO QUE SI SUCEDE EN EL CIELO:

Verso 11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los Ancianos y de los cuatro Seres Vivientes; se postraron ante el trono rostro en tierra y adoraron a Dios, 12 diciendo: ¡Amén! Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. 13 Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: Esos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde vienen? 14 Yo contesté: Señor, tú lo sabes. El Anciano me replicó: Esos son los que vienen de la gran persecución (TRIBULACIÓN); han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero.

Los ángeles, ancianos y seres vivientes se postran y adoran a Dios. Un anciano le pregunta a Juan quiénes son los que están vestidos de blanco. El anciano explica que son aquellos que han pasado por la gran tribulación y han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.

Esta es una visión profética de los que triunfarán. La Gran Tribulación aún no se ha manifestado, sin embargo, se describe como que pasaron por la gran tribulación y salieron emblanquecidos de ella. Esta es una visión profética, del futuro de aquellos que triunfarán siendo lavados y revestidos de blanco por la Sangre del Cordero, como se detalla en los Versos 15-17.

Al final de los tiempos saldrán victoriosos de la tribulación, recibirán esta Bendición: La jupá del Manto del Señor se extienda sobre ellos, secando sus lágrimas y nunca haya en ellos más dolor. E

Estos versos son eventos futuros que estudiaremos en Apocalipsis 19, mientras que las Bodas del Cordero se celebran en el capítulo 20.

El Mesías va a poner Su Pie en la tierra y establecerá su Reinado Milenial, tendremos mil años de paz sin precedentes, como nunca les toda la humanidad hemos experimentado. Por primera vez sabremos lo que es la justicia, la corrupción se termina y veremos lo que es vivir en legalidad absoluta.

Es crucial notar que el Novio, ni la novia están todavía presentes en esta escena de Apocalipsis 7. Una vez identificados los invitados y amigos del Novio, resonarán las Trompetas, la señal para la venida del Novio y para que la novia salga a recibirlo.

Todas las veces que hemos leído en la escritura que el Novio viene, tiene que sonar primero la trompeta. El orden exacto es que tienen que sonar siete trompetas que anuncian su llegada y al final de la séptima trompetas viene el Novio y recoge a su novia de las cuatro esquinas de la tierra, marcando el inicio del capítulo 8 que vamos a estudiar en la próxima formación.

¿Cómo podemos pasar de Invitados a Novia?

La entrada al Reino de los Cielos se logra siguiendo el consejo de: Mateo 5,17-20: 17 No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer, sino para traer lo definitivo. 18 En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice. 19 Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los Cielos. 20 Yo se lo digo: si no se proponen algo más perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos.

El último de esos mandamientos es un mandamiento pequeño, establecido en:

Deuteronomio 22,6-7: 6 Si mientras vas caminando, encuentras en un árbol o en el suelo un nido de pájaros con pichones o con huevos, y la madre está echada encima de ellos, no tomes a la madre con su cría. 7 Deja en libertad a la madre y toma para ti los pichones. Así serás feliz y tendrás una larga vida.

Este mandamiento nos enseña misericordia y obediencia porque otros pueden comer después, prometiendo bendiciones similares a los de honrar a los padres, dice la escritura que el que honra a su padre ya su madre tiene larga vida y le va bien, entonces, lo mismo sucede con este mandamiento que parece pequeño (vacio).

La desobediencia conlleva a la pérdida de estas bendiciones, si no lo obedezco me pierdo de la larga vida y no me va bien. Mateo 5,17 distingue entre los “pequeños” los “grandes” que serán llamados en el Reino de los Cielos.

Cuando viene el fuego que purifica, revela la calidad de la obra, otorgando al que permanece recompensa y al que no pérdida. Apocalipsis revela dos tipos de personas que son parte de las Bodas, pero en dos condiciones diferentes.

El problema es que la gente se conforma solamente con la Salvación, pero no piensa en la recompensa, no piensa en el futuro que le espera como parte del Reino y ¿cómo hacerlo? si no estudian las escrituras.

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