Ester es “Venus”, “la estrella de la mañana”, que “derrama su luz sobre todas las otras estrellas que han dejado de brillar, cuando el sol tarda en salir”.
En consecuencia, los hechos de la Reina Ester emiten un rayo de luz sobre la historia de Israel en tiempos oscuros.
Versos del 1 al 2
Trata del Rey Asuero y su dominio, este rey es bien conocido en la historia, aunque se le conoce mejor como Jerjes.
Él heredó el vasto Imperio Persa de su padre Darío I, quien es mencionado en pasajes en Esdras 4, 24; 5, 5-7; Daniel 6, 1 y 6, 25, Ageo 1, 15 y 2, 10.
El hecho de la existencia de este rey y la circunstancias, son muy bien atestiguadas, los arqueólogos han descubierto las ruinas del palacio donde sucedieron estos eventos.
En este tiempo, aproximadamente 483 a.C. Asuero estaba planeando una invasión de Grecia, que se llevó a cabo varios años después.
En ese entonces la ciudad de Atenas estaba en su gloria y en Grecia se estaban celebrando los 79 juegos Olímpicos.
El Imperio Persa era el más grande que el mundo había visto. Cubría lo que ahora llamamos Turquía, Irak, Irán, Pakistán, Jordania, Líbano e Israel y también partes del Egipto moderno, Sudán, Libia y Arabia.
También en ese tiempo Esdras había regresado a Jerusalén después que había sido conquistado por los Babilonios.
El Templo había sido reconstruido unos 30 años antes, aunque de una manera más sencilla y sin la gloria del Templo de Salomón.
En 40 años, bajo el sucesor de Asuero (Artajerjes I), Nehemías regresaría a Jerusalén a reconstruir las murallas de la ciudad que antes había sido conquistada.
Versos del 3 al 9
Se presentan tres fiestas reales. La primera fiesta era para todos los oficiales del gobierno, en la cual Asuero mostró la gloria y esplendor de las riquezas de su reino, esta fiesta duró 180 días.
La segunda fiesta fue para los ciudadanos de la ciudad capital, Susa y duró siete días.
La razón básica de estas fiestas era, por supuesto, soberbia. El rey quería impresionar a sus súbditos con una gran demostración de su riqueza, poder, majestad y generosidad.
Esto es típico de la manera en que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad (Mateo 20, 25).
Hay un mínimo de duda que Asuero pagó estas fiestas con dinero público.
En el hebreo antiguo, el material blanco es literalmente descrito como “cosa blanca”.
Esto puede ser evidencia que el libro de Ester fue escrito desde el punto de vista de decoración masculino, no femenino.
Entre algunos de los ancianos, cada invitado era obligado a tomar una copa en cada ronda, o tenía que abandonar la fiesta.
En esta segunda festividad, el rey ordenó que cada hombre tomara como le placiera.
La tercera fiesta fue para las mujeres en el palacio real y la anfitriona fue la esposa del rey Asuero, la Reina Vasti.
Versos del 10 al 11
El Rey Asuero demanda que Vasti exhiba su belleza delante de los invitados a la fiesta, la implicación clara es que Asuero estaba borracho.
De acuerdo a la tradición judía, esta petición salió de una discusión entre los hombres en la fiesta, en cuanto a cuál, era el país que tenía las mujeres más hermosas.
Asuero decidió resolver el asunto poniendo a su esposa, la reina en exhibición pública.
No se menciona específicamente, pero la implicación es que se esperaba que Vasti se exhibiera de una manera inmodesta.
Verso 12
La Reina Vasti se niega a aparecer delante de los invitados borrachos de la fiesta.
Aunque Vasti de ninguna manera era seguidora de YEHOVAH DIOS verdadero, tenía suficiente sabiduría y modestia para saber que esto era algo que no debería hacer.
La Biblia dice que “las esposas tienen una responsabilidad especial de someterse a sus esposos, las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor” (Efesios 5, 22).
Pero eso no quiere decir que una esposa deba obedecer a su esposo, si le ordena pecar.
Cada mandamiento de sumisión a nivel humano, está condicionado por la más alta obligación de obedecer a YEHOVAH DIOS, antes que al hombre.
Sin embargo, es importante para un cristiano en una situación como esta, el mantener una actitud sumisa y de respeto ante su autoridad.
Es posible desobedecer la orden de otro, pero de una manera sumisa. Es imposible saber si la reina Vasti tuvo esta actitud en esta situación.
Las tradiciones judías dicen que su negativa no tuvo nada que ver con modestia.
Estas historias cuentan que ella estaba dispuesta a aparecer ante los comensales completamente sin ropa, pero que YEHOVAH DIOS la hirió con lepra en el momento que recibió la orden, obviamente una tradición imaginaria.
La reina Vasti estaba por lo tanto en una situación muy peligrosa, no parece ser que se puso a sí misma en esta situación, porque al parecer ni siquiera estaba en este banquete.
Tristemente, muchas mujeres hoy en día se ponen a sí mismas en situaciones peligrosas, especialmente cuando hay alcohol de por medio y muestran una total falta de sabiduría.
Esto no es justificación para que los hombres pequen en contra de una mujer en estas circunstancias.
¿Qué mujer, en posesión de una mínima porción de prudencia y modestia, podría consentir en exponerse a la mirada de tal grupo de bacanales borrachos?.
Su valor era igual a su modestia, se resistió al mandato real para no violar las reglas de castidad y decoro. Salve, noble mujer, se pauta a todas las de su sexo para toda situación similar.
Versos del 13 al 22
El destierro de Vasti se muestra en estos versos, cuando el rey Asuero atendió este consejo de Memucán, se proyectó como irracional y equivocado, él debió haber honrado la dignidad de su Reina.
Sin embargo, la descripción histórica de Asuero lo revela en muchos casos como un hombre irracional y necio.
En una ocasión, Asuero ejecutó a los constructores de un puente porque una tormenta en el océano lo había destruido, después ordenó azotar y encadenar al agua y a las olas para castigar al mar.
El propósito del trato rudo hacia Vasti, fue para que no se estableciera un mal ejemplo para las otras mujeres en Persia. Asuero quería reforzar la idea del liderazgo del hombre en su casa.
Tenían temor que por el ejemplo de la reina Vasti, las mujeres tendrían poca estima a sus maridos y que habría mucho menosprecio y enojo, por lo tanto querían asegurar que todo hombre afirmase su autoridad en su casa.
El objetivo aquí presentado era admirable y habla de la necesidad dentro de todo hombre de sentir respeto y honor de parte de su esposa.
La instrucción de Pablo a las esposas se resume así, “esposas, respeten a sus maridos” (Efesios 5, 33).
El respeto es el regalo más preciado que una esposa puede dar a su marido.
Sin embargo, la manera que se usó para ganar y preservar este respeto fue tonta. Un hombre no puede demandar ni obligar a su esposa a que lo respete, si no se otorga con libertad, entonces no tiene valor.