Mosqueteros de Yehovah

1 Samuel Capítulo 24

Versos del 1 al 3

En el capítulo anterior, YEHOVAH DIOS salvó milagrosamente a David alejando a Saúl para pelear con los Filisteos, en el momento en el que Saúl estaba listo para capturar a David.

Pero cuando Saúl terminó con los Filisteos, regresó a perseguir a David.

El cañón de Engadi se extiende hacia el oeste del Mar Muerto. Aún se puede ver el arroyo de buen tamaño que fluye por el cañón, haciendo que Engadi, con sus cascadas y vegetación se vean más como un paraíso tropical que como el medio del desierto.

Verso 4

Un redil de ovejas, esto indica que era una cueva grande, lo suficientemente grande como para dar refugio a un rebaño de ovejas.

Todos o la mayoría de los seiscientos (600) hombres de David, podían ocultarse en los rincones de la cueva.

Puesto que la Biblia es un libro real, tratando con personas reales viviendo vidas reales, no nos sorprendemos de que se describa a Saúl, atendiendo sus necesidades personales.

Pero aún algo tan básico y común como esto fue programado y arreglado por YEHOVAH DIOS, sin que Saúl tuviera conocimiento alguno de los tiempos ni los arreglos del Altísimo.

El hecho de que Saúl entró en ella para cubrir sus pies o hacer del dos, también significa que entró a la cueva solo. Sus soldados y sus guardaespaldas, estaban afuera de la cueva esperándolo.

¿Cuáles son las probabilidades? Saúl debe atender sus necesidades personales, en el momento justo en el que pasa por la misma cueva donde David se oculta.

Esto no fue coincidencia, sino que fue arreglado por YEHOVAH DIOS para probar , para entrenar y para mostrar el corazón piadoso de David.

Versos del 5 al 8

Los hombres de David, estaban emocionados ante la oportunidad y creyeron que era un regalo de YEHOVAH DIOS.

Ellos sabían que no era coincidencia, que Saúl llegara solo a la cueva en ese momento. Ellos pensaron que esta era una oportunidad de YEHOVAH DIOS para matar a Saúl.

Podemos imaginarnos a David, escuchando este consejo de sus hombres y con su espada arrastrándose rápidamente hacia Saúl, cubierto por la oscuridad de la cueva.

Los hombres de David están emocionados, sus vidas como fugitivos están por terminar, y pronto serán instalados como amigos y asociados del nuevo Rey de Israel.

Pero conforme David se acercó a Saúl y extendió su espada no la lanzó estrepitosamente sobre el cuello de Saúl, ni la encajó en su espalda. En vez de eso, él calladamente cortó la orilla del manto de Saúl.

La tierna conciencia de David es notable. Muchos sólo se habrían turbado, por no haber tomado la oportunidad de matar a Saúl. David sólo corto la esquina de su manto y sin embargo su corazón se turbó.

¿Por qué? Porque el manto era un símbolo de autoridad real de Saúl y David se sintió mal, con justa razón, según el corazón de YEHOVAH DIOS, de haber hecho algo contra la autoridad, designada por YEHOVAH DIOS, de Saúl.

David no sólo se reprimió de tomar venganza contra Saúl, también reprimió a sus hombres.

Muchos hombres en la misma situación dirían “Yo no mataré a Saúl ahora, pero si alguno de mis hombres lo hace ¿Qué puedo hacer yo?” y por lo tanto dejar la puerta abierta para que Saúl sea asesinado.

Pero David no haría eso y reprimió a sus hombres.

Verso 9

David, aquí tomó una gran oportunidad, porque pudo simplemente haber permanecido oculto, seguro por el hecho de que Saúl no lo había encontrado.

Pero se rindió a Saúl, porque vio la oportunidad de mostrarle su corazón hacia él y reconciliarse.

Esta era una gran sumisión a Saúl. Podríamos pensar que David tenía el derecho de llegar a Saúl como un igual.

“Bueno Saúl, los dos hemos sido ungidos como reyes. Ahora tú tienes el trono, pero yo lo tendré algún día y tú lo sabes. Así que de un hombre ungido a otro, mira como acabo de perdonar tu vida”.

Esa no fue la actitud de David en absoluto. Sino que más bien dijo “Saúl, tú eres el jefe y yo lo sé. Respeto tu posición como mi líder y mi rey”.

Cuando David inclinó su rostro a tierra e hizo reverencia también mostró una gran confianza en YEHOVAH DIOS, porque se hizo totalmente vulnerable ante Saúl.

Saúl pudo haberle matado fácilmente en ese momento, pero David confiaba en que si hacía lo correcto delante de YEHOVAH DIOS entonces YEHOVAH DIOS lo protegería y cumpliría la promesa.

Versos del 10 al 16

David mostró mucha amabilidad y tacto para Saúl, sabía muy bien que el miedo de Saúl venía de sí mismo y de nadie más.

Pero David puso la culpa en otros para que fuera más fácil para Saúl decir, “Ellos estaban equivocados” en vez de “Yo estaba equivocado”. Incluso en la confrontación, David cubrió el pecado de Saúl.

Este principio de no atacar a los líderes designados por YEHOVAH DIOS es bueno e importante, pero algunas veces ha sido usado incorrectamente.

Esta era la evidencia de que David tuvo plena oportunidad de matar a Saúl, pero no la tomó. Cuando David le mostró a Saúl la orilla de su manto, Saúl debió haber escuchado al Espíritu de YEHOVAH DIOS hablar fuertemente en su corazón.

David no necesitaba hacer nada más para defenderse delante de Saúl; refirió el asunto a YEHOVAH DIOS.

Él dejaría que YEHOVAH DIOS defendiera su caso y fuera su juez, no sólo dijo “No extenderé mi mano contra mi señor”, lo probó al no matar a Saúl cuando tuvo la oportunidad.

Además, usó este proverbio para establecer un punto. “Saúl, si yo fuera tan impío como tus consejeros dicen que soy, si en verdad quisiera matarte, hubiera cometido ese impío acto en la cueva.

Pero como ninguna impiedad vino de mí cuando tuve la oportunidad, muestra que mi corazón no guarda impiedad hacia ti”.

David le dijo a Saúl, “Yo confió en que YEHOVAH DIOS me librará de tu mano”.

En vez de buscar una salida de esta prueba en la carne, David hizo lo más difícil, confió en YEHOVAH DIOS para que lo liberara en vez de confiar en sí mismo.

Versos del 17 al 20

Saúl respondió tan emocionalmente, porque vivía con el delirio de que David buscaba matarlo y el hecho de que David se negara a matarlo cuando tuvo la oportunidad, probó sin lugar a dudas que esto era falso.

La obediencia de David para YEHOVAH DIOS y su amor a Saúl hicieron toda la diferencia para suavizar el corazón de Saúl.

Este fue un cambio dramático en el corazón de Saúl. Todo cambio que David pudo haber deseado había sucedido y Saúl realmente parecía sincero y alzó Saúl su voz y lloró. David puso ascuas de bondad sobre la cabeza de Saúl y esto derritió su corazón.

Versos del 21 al 23

Saúl lo supo todo el tiempo (1 de Samuel 23, 17) pero ahora realmente lo sabe.

Él simplemente quería la misma amable promesa que David hizo con Jonatán en 1 de Samuel 20, 13-16.

En aquel entonces, cuando una casa real reemplazaba a otra era común, que la nueva casa real matara a todos los gobernantes potenciales de la antigua casa real.

Saúl sabía que algún día, David y su descendencia reinarían sobre Israel y quiere que David le prometa que él y sus descendientes no mataran ni maltratarán a los descendientes de Saúl.

Entonces ¿Cómo pudo David destruir a tantos hijos de Saúl en 2 de Samuel 21, 8-9?.

David podía atarse por juramentos, pero no podía atar a YEHOVAH DIOS, a cuya voluntad todas las promesas, votos y juramentos en toda razón deben ser sometidos y eso fue hecho por orden de YEHOVAH DIOS y YEHOVAH DIOS se complació de ello, 2 Samuel 21, 14.

David no regresó a casa con Saúl, ni fue restaurado en su casa ni en el palacio, porque David sabía que, aunque Saúl lo hubiera dicho de corazón en ese momento, la lucha sería permanecer en el lugar de victoria.

Muchas veces, una persona se arrepiente y afirma reconocer sus caminos pecaminosos tal como lo hizo Saúl.

Pero la validez del arrepentimiento y de un corazón cambiado, no se demuestra por la emoción o la sinceridad del momento.

Es demostrado por la dirección que toma nuestra vida y David tenía todo el derecho de decir “Me quedaré en el lugar fuerte, hasta que vea la dirección que toma la vida de Saúl”.

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1 comentario en «1 Samuel Capítulo 24»

  1. En este capítulo se evidencia que las oportunidades que se presentan en nuestra vida pueden ser muy maravillosas, pero sólo cuando pasan por el filtro de la Palabra y de no contradecir los estatutos que el Altísimo ha establecido, cerciorándonos de que son SI según la voluntad de YEHOVAH para nosotros, es entonces donde son viables. David como un hombre temeroso de Dios despreció hacer algo que desagradara a YEHOVAH porque conocía su Palabra y su corazón estaba decidido y rendido desde los pequeños detalles a las obras de gran tamaño.

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