Versos del 1 al 4
El Espíritu de YEHOVAH DIOS protegió a David en Naiot, de una manera poderosa. Él pudo simplemente haberse quedado ahí, por el tiempo que fuera necesario, hasta que Saúl se rindiera o muriera.
Sin embargo, David se fue por otra razón “Quería saber si el corazón de Saúl había cambiado, y si aún había una posibilidad de reconciliarse con Saúl”.
Aquí David revisó el estado de su relación con Jonatán. Quería saber lo que Saúl pensaba, pero era más importante para David saber lo que Jonatán pensaba.
Al preguntar “¿Qué he hecho yo?” David quería saber si Jonatán había llegado a una posición de acuerdo con su padre Saúl.
En ninguna manera. Esto le confirmó a David que Jonatán aún era su leal amigo y que Jonatán no había creído todas las mentiras de Saúl sobre David.
Jonatán también le aseguró a David su protección, advirtiéndole a David de las intenciones de su padre Saúl.
Esto revela el desánimo de David, él sabía que Saúl había intentado matarlo muchas veces, y parecía que Saúl no renunciaría hasta que David estuviera muerto.
David sentía que su muerte era inevitable y que caminaba sobre una plataforma resbaladiza.
Jonatán continuaba tranquilizando a David, dándole ánimo y una oferta de ayuda para un hombre desanimado, él sabía que el corazón de David estaba apuntando en la dirección correcta y ofreció ayudarle.
Versos del 5 al 11
David le pidió a Jonatán que observara la reacción de Saúl, ante la ausencia de David en un banquete importante, que era ofrecido cada mes por los altos oficiales del estado.
David se preguntaba si Saúl tomaría la oportunidad para reconciliarse o para matarlo.
Una vez más, David parece de alguna forma afectado, por el hecho de que Jonatán no le haya dicho nada sobre el intento de arresto en Naiot.
Básicamente David estaba diciendo “si en realidad estas trabajando con tu padre y crees que merezco morir, entonces mátame de una vez”.
Con estas palabras de ánimo, Jonatán le dijo a David que no dudara más de su lealtad. Jonatán siente que David está en una posición vulnerable y quiere darle ánimo en medio de todo ello.
David ahora presenta un problema práctico. Si Saúl ha decidido hacer mal contra David y Jonatán intenta advertirle ¿Cómo lo hará? ¿Cómo le hará pasar el mensaje Jonatán a David?.
Versos del 12 al 13
Jonatán averiguará cómo está el corazón de su padre y lo hará saber a David, para decirle si es bueno o malo para él.
Él sabe que si su padre tiene malas intenciones contra David significa que David debe irse lejos.
No será bienvenido en el palacio otra vez y seguirá sin estar a salvo en su hogar. Al darle a David una advertencia temprana, Jonatán le ayudará a que se vaya en paz.
Además quiere darle a David algo más que un aviso, también quiere darle ánimo. “David, aunque debas dejar el palacio, tu hogar, y huir como un fugitivo, estará YEHOVAH DIOS contigo, como estuvo con mi padre. Puedes estar seguro de ello”.
Versos del 14 al 17
Jonatán estaba consciente de la dinámica, entre la familia de David y la de Saúl.
En aquellos días cuando una familia real era reemplazada por otra, era común que la nueva familia real, asesinara a todos los gobernantes potenciales de la antigua familia real.
Jonatán sabía que un día David y sus descendientes gobernarían sobre Israel, por eso quería una promesa de que David y sus descendientes no matarían ni maltratarían a los descendientes de Jonatán.
Jonatán y David prometieron cuidar uno del otro. Jonatán acordó cuidar de David y enfrentar la amenaza de Saúl y David acordó cuidar de Jonatán y su familia en el futuro.
David le cumplió esta promesa a Jonatán (2 de Samuel 9, 1-8; 21, 7).
Versos del 18 al 23
Después de que Jonatán descubriera el corazón y las intenciones de Saúl hacia David, se lo comunicaría David a través de una señal.
Jonatán practicaría su tiro y donde tirara las flechas le daría a David la respuesta.
Estas traerían uno de dos mensajes. Que el corazón de Saúl había cambiado hacía David y que nada malo hay o que Saúl aún estaba decidido a matar a David y YEHOVAH DIOS lo ha enviado lejos.
Versos del 24 al 34
Se esperaba que David estuviera en este banquete especial de la nueva luna, por lo que su ausencia fue notable. Al principio no molestó mucho a Saúl, porque pensó Le habrá acontecido algo y no está limpio, de seguro no está purificado.
La impureza ceremonial, puede provocar que una persona falte a un banquete como éste, pero la impureza ceremonial sólo duraba un día (Levítico 22, 3-7).
Así que al siguiente día, que aconteció también que el asiento de David quedó vacío, Saúl exigió una explicación.
Jonatán cubre a David, intentado darle una explicación creíble y verdadera, por la ausencia de David. Sin embargo, con esta respuesta supo que el corazón de Saúl estaba lleno de maldad contra él.
Si el corazón de Saúl hacia David fuera diferente, tal vez se hubiera decepcionado, pero no enfurecido.
Ciertamente esta era la intención de Saúl, a pesar de su juramento anterior “Vive YEHOVAH DIOS, que no morirá” 1 de Samuel 19, 6.
A pesar de las intenciones de Saúl, David no moriría en sus manos ni en las de ningún otro enemigo. El hombre propone, pero YEHOVAH DIOS dispone.
Jonatán responde no solamente defendiendo a David, sino que también estaba haciendo lo correcto. Su apoyo no era ciego, estaba basado en lo que era correcto delante de YEHOVAH DIOS.
El apoyo de Jonatán hacia David enfureció a Saúl y éste le arrojó una lanza para herirlo.
Esto muestra la profundidad de su odio hacia David, estaba dispuesto a matar a su propio hijo por ponerse de lado de David.
Versos del 35 al 40
Se requirió de valor de parte de Jonatán para comunicarse con David, incluso en secreto, porque sabía que si su padre se enteraba, enfocaría su ira asesina contra él otra vez.
Pero tenía un noble compromiso hacia David como amigo.
Un pequeño detalle, la señal de una simple flecha, le dijo a David que toda su vida había cambiado.
Ya no sería bienvenido en el palacio, ya no sería bienvenido entre el ejército de Israel, ya no podía ir a casa.
Ahora David era un fugitivo huyendo de un rey celoso y enojado, determinado a destruirlo.
Versos del 41 al 42
David y Jonatán tenían un fuerte lazo de amistad. Jonatán y David probablemente se visualizaban trabajando juntos, como compañeros, como amigos, antes y después de que David se convirtiera en rey.
Pero ahora, todo eso había desaparecido, porque David no podía quedarse y Jonatán no podía irse, así que lloraron el uno con el otro.
Si Jonatán tenía motivos para llorar, David tenía más. El dolor de la separación era suficientemente malo, pero era peor para David porque estaba siendo separado de todo y destinado a vivir la vida de un fugitivo por muchos años.
Jonatán, sabía que tal vez no volvería a ver a David. De hecho, Jonatán y David sólo volverían a verse una vez más, poco antes de la muerte de Jonatán.
Sin embargo, como ahora David se alejaba para vivir una vida de clandestinidad y peligro, Jonatán podía enviar a David en paz, porque ambos acordaron honrarse no sólo en vida, sino honrar a la familia del otro más allá de sus propias vidas.
David no volvería a una “vida normal” hasta que Saúl muriera y David fuera rey. Este era un camino bastante sombrío por recorrer para David, pero era el camino de YEHOVAH DIOS para él.