Versos del 1 al 3
Sí, lloraron mucho aquella noche. Se sentían muy tristes, pensando en su imaginaria situación desesperada.
Se encuentran en un estado de ánimo tan triste, que creen que sus esposas y sus niños caerían en poder del enemigo.
Usan a sus niños como excusa y aparentan pensar en la seguridad de sus hijos.
Pero, realmente lo que hacen, es criticar a YEHOVAH DIOS, como si ÉL no pensara en la seguridad de sus hijos.
¿Y sabe usted, quienes entraron en la tierra prometida? Precisamente, esos mismos niños, la generación siguiente.
Los mayores se sentaron allí llorando y diciendo que estaban preocupados por la seguridad de los niños.
Pero era YEHOVAH DIOS quien estaba pensando en la seguridad de los niños y como veremos más adelante, les trajo a la tierra.
La verdad era, que simplemente no confiaban en YEHOVAH DIOS TODOPODEROSO.
Versos del 4 al 9
Estos dos hombres, Caleb y Josué (Óseas), presentaron los mismos hechos que los otros espías.
¿Cuál era entonces la diferencia que había en su informe? La diferencia estaba en su interpretación de los hechos.
Porque mientras que diez (10) espías no lo hicieron, estos dos hombres, incluyeron a YEHOVAH DIOS en su presentación.
Cuando estamos viéndonos ante la presencia de los gigantes y nos sentimos como una langosta, es entonces, cuando necesitamos a YEHOVAH DIOS.
Y este pueblo ciertamente necesitaba a YEHOVAH DIOS.
Si el pueblo mereciese el agrado de YEHOVAH DIOS, sin duda alguna, ÉL les conduciría a la tierra.
Pero, ¿cómo puede YEHOVAH DIOS mirarlos con agrado, a menos que creyesen en ÉL?
Tienen que confiar en ÉL.
En contraste, Josué y Caleb tienen mucha confianza. Tienen una Fe en YEHOVAH DIOS, que se revela en su lenguaje.
Es como si dijeran, “Ellos van a ser pan comido para nosotros”.
Verso 10
Cada vez que se presenta la rebelión, la murmuración o la queja, la Gloria de YEHOVAH DIOS aparece.
El Altísimo está sumamente disgustado por esta actitud rebelde contra ÉL.
Versos del 11 al 12
YEHOVAH DIOS está dispuesto a destruir a Israel y a cumplir Sus promesas por medio de Moisés. Estando dispuesto a levantar otra nación de Moisés.
En este pasaje Bíblico se observa el contraste entre la Fe y la incredulidad.
En la historia de aquel pueblo incrédulo, sobresalen las figuras de aquellos hombres de Fe: Josué y Caleb, testigos y testimonios de Fidelidad, para todas las épocas.
Así como todos aquellos, que en todas las épocas han depositado su Fe en YEHOVAH DIOS en las circunstancias más difíciles, son los que verdaderamente han agradado al Creador.
Reflexionemos Hebreos 11, 6 “Pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a YEHOVAH DIOS si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan”.
Versos del 13 al 19
Moisés le recuerda a YEHOVAH DIOS que se propagaría el rumor de que ÉL no era lo suficientemente poderoso, como para introducir a Su pueblo en la tierra que les había prometido.
Dirían que YEHOVAH DIOS no pudo terminar lo que había comenzado.
Basándose entonces en la súplica de Moisés, accedió a continuar con ellos y a conducir a Israel a la tierra prometida.
Versos del 20 al 21
YEHOVAH DIOS sacó a los israelitas de la tierra de Egipto y los puso en la tierra prometida.
De la misma manera, completará el plan que tenía para nosotros, cuando nos salvó.
YEHOVAH DIOS completará el plan que está llevando a cabo ahora para toda la tierra.
Porque se acerca la hora en que toda la tierra será llena de la Gloria de YEHOVAH DIOS.
Versos del 22 al 24
El Altísimo castiga a Israel. La generación que murmuraba, recibe ahora la noticia de que no entrará en la tierra prometida.
Josué y Caleb, son los únicos que YEHOVAH DIOS escogió de entre todo el pueblo y promete que sólo estos dos entrarán en la tierra.
Versos del 25 al 31
Ahora, YEHOVAH DIOS les dice que ellos no podrán entrar en la tierra, cumpliendo su Promesa.
Estos mismos hijos pequeños, por quienes ellos dieron a entender que estaban preocupados, serían los que podrían entrar sin problemas en la Tierra Prometida.
Versos del 32 al 35
YEHOVAH DIOS les dice que andarán por el desierto durante cuarenta (40) años, un año por cada día que los espías estuvieron en la tierra prometida.
Aprendemos también, que los diez (10) espías que trajeron el informe malo, murieron de una plaga, mientras que Josué y Caleb quedaron con vida.
Versos del 36 al 38
Caminar la senda estrecha junto a YEHOVAH DIOS, requiere de la Obediencia total, acercarnos para luego desobedecer, es lo que engendra la muerte en todo sentido.
Los diez (10) testigos incrédulos cayeron muertos de un solo golpe, probablemente una peste que les afectó solo a ellos.
Notemos que de las doce (12) tribus, los primogénitos de Israel salieron fortalecidos.
Los que posteriormente en sus descendientes, se separarían en dos naciones opuestas estuvieron en este momento unidos por el Ruaj Hakodesh, estamos hablando de Judá (Caleb) y Efrain (Josué u Óseas).
Verso 39
Los hijos de Israel, lloraron otra vez. Al cambiar de dirección, no entrando en la Tierra Prometida y enfrentarse con el desierto.
Se dan cuenta que realmente le tienen más miedo al desierto, que a entrar en la Tierra Prometida.
Versos del 40 al 43
Habían desperdiciado su oportunidad. No quisieron entrar en la tierra, cuando YEHOVAH DIOS quiso que entraran.
Pero ahora se atreven a entrar y esto es presunción.
¡La Fe, no consiste en un gesto de vanidad y osadía!.
Ellos quieren seguir su propio camino, en lugar del camino de YEHOVAH DIOS.
No puede haber Victoria alguna, cuando no hay sumisión total a la voluntad del YEHOVAH DIOS.
Versos del 44 al 45
Entonces, a los hijos de Israel por dudar, desconfiar y murmurar a YEHOVAH DIOS, fueron derrotados.
No hay victoria en quien actúa independientemente.
Fueron totalmente derrotados y perseguidos, después de haber estado a pasos de conquistar la Tierra Prometida.