Versos del 1 al 16
Llamada a juicio, compensación cultica denuncias y amenazas. YEHOVAH llama a juicio a Su Pueblo.
ÉL es el juez y el acusador, el acusado es el pueblo y los testigos son las montañas y las colinas del país (vs 1-2).
El juez, YEHOVAH, comienza pidiendo al acusado, Israel, que haga memoria, que recuerde bien cuáles fueron las acciones de YEHOVAH contra el pueblo, para que ahora se comporte como un enemigo que cobra venganza (vs 3-5).
Israel sólo puede recordar las intervenciones amorosas de YEHOVAH en el pasado, que graciosamente optó por una masa de esclavos para darles la libertad y la vida, además para que vivieran como humanos en una tierra dada por ÉL (vs 3-5).
Mediante este recurso a la memoria, Israel reconoce que no ha correspondido en nada a las expectativas de YEHOVAH.
Admite su pecado y quiere resarcirlo, pero de una manera torpe y equivocada, ¿con cuál de los posibles sacrificios de expiación podré “aplacar” a YEHOVAH? (vs 6-7).
Con ninguno, porque no es eso lo que el Altísimo pide. ¿De qué le sirven a YEHOVAH tantos sacrificios y holocaustos, si la perversión del corazón sigue intacta?
Todo lo que YEHOVAH DIOS espera es la práctica de la justicia y fidelidad a sus mandatos; lo que ya le había dado a conocer era lo que tenía que hacer (vs 8).
El verso 9a es la respuesta del que ha estado equivocado y reconoce su error.
La segunda parte del capítulo (9b-12) explícita con más detalle las acciones contrarias a la justicia que el pueblo ha practicado.
Es una manera de decirle al pueblo: “Cuando YEHOVAH esperaba de Israel unos frutos acordes con los beneficios de la salvación y de la libertad, miren lo que ha hecho”.
De ahí que el destino de Israel sea cosechar lo que él mismo sembró, sembró injusticia y pecado, ahora tendrá más injusticia y muerte para sí mismo (vs 13-16).
Se ve, entonces, que no se trata de una “venganza” de YEHOVAH, es el mismo hombre, el mismo pueblo que se autodestruye con obras contrarias al proyecto de YEHOVAH.
Como quiera que todo el capítulo gira en torno a la idea de juicio, éste es el castigo, su propio castigo.