Versos del 1 al 3
Ocozías fue ejecutado por Jehú, como se registró en 2 de Reyes 9, 27-29.
Entonces Atalía su madre, aprovechó la ocasión de la muerte de su hijo para adueñarse del poder, y ella fue reina sobre el país por seis años.
Recordamos que Atalía era la hija de Ajab y Jezabel, fue dada a Yoram rey de Judá como novia. Ella fue una mala influencia tanto para su esposo, Yoram de Judá, como para su hijo el rey Ocozías de Judá.
Atalía era de la familia de Ajab y Jehú había destruido por completo a todos los descendientes de Ajab en Israel.
Ahora, después del golpe de estado de Jehú, Atalía intentó salvar algo para la familia de Ajab al intentar eliminar a la familia de David en Judá.
Es la gran expresión de la lujuria del reinado, que destruye todas las dádivas de la vida y convierte a padres, madres, hermanos e hijos en los salvajes más feroces, en procura de salvaguardar el linaje de su preferencia.
Estamos en presencia de una Madre que asesina el cromosoma Y de su Hijo para erradicar del trono de Judá a la casa de David, su deseo es gobernar ella.
Así asegurar la transferencia del trono a un descendiente de su padre Ajab cromosoma Y de Omri, como venganza contra YEHOVAH DIOS.
Años antes, el Rey de Judá, Josafat casó a su hijo con la hija de Ajab y Jezabel, esperando hacer una alianza con esos apóstatas y perversos líderes.
Y este fue el fruto que Josafat haya casado a su hijo con una hija de la idólatra y perversa casa de Ajab, incluso la extirpación de toda su posteridad excepto uno.
Ningún personaje en la historia, sagrada o secular, se destaca más oscura o más horrible que esta nuera del justo y bruto Josafat.
Pero Yoseba gran heroína, poco conocida mujer tuvo un lugar importante en el plan para la eternidad de YEHOVAH DIOS. A través de su valor e ingenuidad, preservó la línea real de David a través de la cual vendría el Mesías.
Las personas malvadas como Atalía iniciarán su obra, pero YEHOVAH DIOS siempre puede levantar a una Yoseba.
2 de Crónicas 22, 11 nos dice que Yoseba era la esposa de Yoyada, el sumo sacerdote.
Sin embargo, es poco probable que Yoseba fuera la hija de Atalía, ella era hermana, encontramos de Ocozías el hijo de Atalía, pero probablemente de una madre diferente.
Aunque Ocozías fue un rey malo que hizo malas alianzas, seguía siendo un descendiente de David, cromosoma Y y el sucesor de su descendencia real.
Por amor a David, YEHOVAH DIOS recordó su promesa y salvó la vida de este joven sobreviviente de la masacre de Atalía.
El linaje de David estaba casi extinto y continuó solamente en la presencia de un pequeño niño, pero YEHOVAH DIOS preservó esa titilante llama.
Como el niño Samuel, Yoás creció en el templo. Como Samuel, probablemente encontró pequeñas maneras de ayudar a los sacerdotes, lo que sea que pudiera hacerse sin atraer mucha atención.
Versos del 4 al 11
Yoyada era un hombre consagrado que se preocupaba por restaurar el trono de David al linaje de David,y arrebatarlo de la hija de Ajab y Jezabel.
Él escogió el día de reposo para el golpe de estado, porque era el día en el que los guardias cambiaban sus turnos y podían juntar dos grupos de guardias en el templo al mismo tiempo sin llamar la atención.
Del lugar donde se hizo el juramento y el contexto del juramento, podemos ver que la adoración a YEHOVAH DIOS verdadero no estaba muerta en Judá.
Estos jefes, capitanes y gente de la guardia pudieron asumir su responsabilidad delante de YEHOVAH DIOS.
Este fue un momento dramático. Por seis años todos creyeron que no había más herederos sobrevivientes del linaje de real David y que no había un gobernante legítimo para reemplazar a la malvada Atalía.
El secreto tenía que ser asegurado, porque el hijo del rey sería inmediatamente asesinado si su existencia fuera revelada.
Los capitanes jefes, capitanes y gente de la guardia debieron haberse impactado al ver al heredero al trono de seis años.
Una de las razones por las que Atalía pudo reinar por seis años, fue que nadie conocía ninguna alternativa.
Muchas personas viven bajo el reino de Satanás, porque realmente no saben que hay un Rey Legítimo listo para reinar en sus vidas, Yeshúa ha Mashiaj.
Era apropiado para estos soldados que restaurarían al heredero del linaje de David de vuelta al trono de Judá usar estas armas que habían sido del rey David.
Verso 12
Primero el hijo del rey tenía que ser revelado. Nadie podía apoyarlo y él no podía tomar el trono que le correspondía hasta que fuera sacado delante del pueblo.
Después, el hijo del rey tenía que ser coronado. Este era el reconocimiento público y oficial de él como rey.
El hijo del rey tenía que venir con la Palabra de YEHOVAH DIOS. Yoás apareció delante del pueblo sosteniendo los pergaminos de la Palabra de YEHOVAH DIOS.
El hijo del rey tenía que ser recibido, tenía el derecho real de imponer su reino, pero en vez de eso permitió que su gobierno fuera recibido.
El hijo del rey nunca podría cumplir su oficio sin unción divina.
Batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!, El hijo del rey recibió alabanza una vez que fue reconocido como su rey.
Nosotros podemos y debemos seguir el mismo patrón en nuestro recibimiento de Yeshúa Ha Mashiaj, el verdadero Rey.
Versos del 13 al 14
Para la reina madre usurpadora esta era una visión horrorosa. Por seis años gobernó porque creía que no había reclamantes legítimos al trono de David.
Ahora ella ve que uno de los hijos de Ocozías, Yoás su único nieto, escapó de sus intenciones asesinas.
Ellos estaban evidentemente cansados del perverso reinado de Atalía.
El cargo no era infundado. Esto era traición contra su gobierno, pero era una traición piadosa y bien fundada en contra de un gobernante tirano y perverso.
Versos del 15 al 16
Fue justo y prudente. Era una sentencia justa en contra de la mujer que había asesinado a tantos y precauciones prudentes fueron tomadas para que no pudiera organizar una resistencia.
Como sacerdote, Yoyada tenía una gran preocupación por la santidad y la reputación del templo.
Sin embargo, en el lugar donde entraban los caballos, allí la mataron. De esta manera, Atalía, la reina de Judá más infame, murió a manos de sus verdugos, tal como lo hizo su madre, Jezabel, reina de Israel.
Verso 17
El pacto fue entre YEHOVAH DIOS, el rey y el pueblo. Ellos se re comprometieron a honrar, obedecer y servir a YEHOVAH DIOS.
YEHOVAH DIOS tiene la intención de que tanto los reyes como los ciudadanos tengan obligaciones hacia el otro. Ninguno tiene derechos absolutos sobre o contra el otro.
Versos del 18 al 20
En 2 de Reyes 10 Jehú supervisó la destrucción del templo de Baal en Samaria. Aquí el templo de Baal en Jerusalén fue destruido y apropiadamente destruido por el pueblo de la tierra.
No se detuvieron al destruir el edificio mismo, ellos continuaron destruyendo los objetos sagrados dedicados a Baal y matando a Matán sacerdote de Baal.
Una razón por la que el pueblo resentía tanto esta adoración a Baal en Jerusalén según 2 de Crónicas 24, 7, era que Atalía había dirigido los objetos sagrados del templo de YEHOVAH DIOS para ser puestos en el templo de Baal.
La impía Atalía y sus hijos habían destruido la casa de YEHOVAH DIOS y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa de YEHOVAH DIOS.
Después de más de seis oscuros años, ahora el legítimo rey de Judá una vez más gobernaba sobre su agradecido pueblo.