Versos del 1 al 2
Esta amenaza a Josafat y a su reino sucedió después de su regreso a buscar a YEHOVAH DIOS, después de que casi muere cuando se alió con el rey Ajab de Israel.
Esta gran multitud era una amenaza significativa contra Josafat, cuya última experiencia en el campo de batalla fue un estrecho escape de la muerte.
Versos del 3 al 4
Hubo un sentido en el que Josafat temió a la multitud que venía contra él.
Sin embargo, temió más a YEHOVAH DIOS, estaba más impresionado por el poder y majestad de YEHOVAH DIOS que por la fuerza destructiva de sus enemigos.
Josafat puso el ejemplo con su propia devoción personal, no llamaría al pueblo de Judá a buscar a YEHOVAH DIOS de la manera en que él no hizo. Él buscó al Altísimo en la primera parte de su reino (2 de Crónicas 19, 3).
Podemos esperar que YEHOVAH DIOS haga grandes cosas cuando su pueblo y especialmente los líderes de su pueblo, lo buscan.
Otros que buscaron al Altísimo en 2 de Crónicas son:
· El fiel remanente de Israel (2 de Crónicas 11, 16).
· El pueblo de Judá bajo el rey Asá (2 de Crónicas 14, 4; 15, 12-13).
· El rey Ezequías (2 de Crónicas 31, 21).
· El rey Josías (2 de Crónicas 34, 3).
Josafat llamó a la nación a expresar su humildad y dependencia total en YEHOVAH DIOS, a través de un ayuno público, esto es, abstenerse de toda comida por un periodo de tiempo, un día o más y beber solo agua.
En Marcos 9, 28-29, Yeshúa Ha Mashiaj explica que la oración y el ayuno juntos, eran una fuente de poder espiritual significativo.
No es que la oración y el ayuno nos hacen más dignos de ser bendecidos, ni de hacer la obra de YEHOVAH DIOS, sino que la oración y el ayuno nos acercan al corazón de YEHOVAH DIOS y nos ponen más en línea con su poder.
El ayuno es una expresión poderosa de nuestra dependencia total en ÉL.
Esto mostró al Espíritu de YEHOVAH DIOS en acción entre su pueblo, impulsándolos a responder al llamado emitido por su rey Josafat.
Versos del 5 al 12
Esta gran asamblea que representaba al pueblo reunido, necesitaba un líder y el consagrado Josafat era el lógico para unir a la asamblea en oración.
Josafat comenzó esta gran oración reconociendo el poder de YEHOVAH DIOS sobre los cielos y sobre todos los reinos de las naciones.
Otros pueblos creían en deidades locales, como si los moabitas tuvieran su dios, los filisteos su dios, los amonitas su dios, entre otros.
Josafat reconoció que YEHOVAH DIOS de Israel en realidad era el DIOS de todos los reinos, todas las naciones, de toda la tierra y ciertamente del mismo cielo.
También oró reconociendo las grandes obras de YEHOVAH DIOS en el pasado a favor de su pueblo.
Si YEHOVAH DIOS había hecho grandes cosas por su pueblo en el pasado, puede prevalecer para hacer grandes cosas por su pueblo en su momento de gran necesidad.
Josafat se puso en los cimientos de oraciones anteriores y respuestas anteriores a la oración.
Esto recuerda la oración que hizo Salomón en la dedicación del Templo y llama a YEHOVAH DIOS a responder no solo la oración de Josafat, sino también la de Salomón (2 de Crónicas 6, 20-25).
Josafat oró con conocimiento y comprensión de la Palabra de YEHOVAH DIOS.
Él recordó que el Altísimo no le permitió a Israel invadir a estos pueblos, cuando iban de Egipto a la Tierra Prometida (Deuteronomio 2, 8-9; 2, 19).
Como YEHOVAH DIOS no le permitió a Israel destruir estos pueblos, entonces sería injusto que permitiera que estos destruyeran a Judá ahora.
Implícitamente oró para que no permitiera a su pueblo sufrir por su obediencia previa.
Aquí Josafat un rey de pie frente a su pueblo, abiertamente confesó que no tenía la respuesta.
Su única respuesta era confiar en YEHOVAH DIOS que su poder y bondad protegiera a Judá cuando nada más podía.
Versos del 13 al 15
El sentido es que después de esta gran oración de Josafat, el pueblo permaneció en silencio delante de YEHOVAH DIOS, esperando en ÉL por algún sentido de dirección o de aliento.
De este enorme grupo que estaba reunido, el espíritu de YEHOVAH DIOS vino sobre un hombre para hablar a toda la asamblea.
Esta fue un mensaje de profecía espontaneo que llegó al pueblo de YEHOVAH DIOS, cuando este lo buscó y esperó delante de ÉL.
La amenaza era que realmente había una multitud tan grande dedicada a destruir a Judá.
Sin embargo, la orden era que no tuvieran miedo y que no se amedrentaran, porque la guerra era de YEHOVAH DIOS, pelearía por Judá contra esta multitud tan grande.
Versos del 16 al 17
Esta fue una orden importante, porque uno podría pensar que debido a la promesa de 2 de Crónicas 20, 5 Judá ni siquiera tendría que presentarse en batalla y tal vez, YEHOVAH DIOS querría que se quedaran en Jerusalén y oraran.
Sin embargo, YEHOVAH DIOS quería que salieran a la batalla contra el enemigo y ÉL utilizaría su participación en la batalla.
YEHOVAH DIOS conocía los planes de ataque del enemigo con exactitud y transmitió esta información al rey de Judá y al pueblo.
Judá no necesitó pelear en esta batalla, sin embargo, no significó que no hubiera nada que ellos pudieran hacer.
Fue un paso de Fe significativo que se pararan y permanecieran quietos, creyeran que verían la Salvación de YEHOVAH DIOS ante el ataque de un ejército tan grande.
Había muchas maneras en las que YEHOVAH DIOS podía haber derrotado a estos ejércitos que se habían unido contra Judá, pero él escogió una forma que demandaba la participación de Fe por parte de Judá.
Tendrían que trabajar en una sociedad de Fe con YEHOVAH DIOS.
Versos del 18 al 19
Tanto el rey como el pueblo sabían que el mensaje profético a través de Jazaziel realmente era de YEHOVAH DIOS.
Recibiéndolo como un mensaje del TODOPODEROSO, adoraron al Altísimo que prometió salvar a su pueblo en contra de esta terrible amenaza. Fue una respuesta lógica.
Primero adoraron con la postura de sus cuerpos y sus corazones, luego con un canto dirigido por los líderes de adoración levitas.
Versos del 20 al 21
Esto demostró que realmente creyeron en la profecía de Jazaziel.
Una cosa era profesar Fe en medio de una asamblea entusiasmada, otra cosa era realmente salir y encontrarse con los ejércitos enemigos.
Con esta exhortación Josafat consideró que creer a los profetas de YEHOVAH DIOS era equivalente a creer en YEHOVAH DIOS mismo. Esto se mantiene, creer en la Palabra de YEHOVAH DIOS es creer en DIOS mismo.
Josafat fue lo suficientemente sabio y bueno como para saber que como esta crisis ponía en riesgo al pueblo, entonces el pueblo debía de ser consultado en cuanto a algunos de los detalles, incluyendo a algunos que cantasen y alabasen a YEHOVAH DIOS.
“Vestidos de ornamentos sagrados”, la santidad de YEHOVAH DIOS, “ser aparte” tiene una belleza maravillosa y distinta al respecto.
Es hermoso que YEHOVAH DIOS sea DIOS y no hombre, ÉL es más que el hombre más grande que cualquier super hombre. Su amor Santo, Gracia, Justicia y Majestad son hermosos.
Los cantores y los adoradores dirigieron al ejército a la batalla. Estaba claro que Judá esperaba una batalla, porque habían llevado al ejército.
Sin embargo, también estaba claro que esperaban una batalla sobrenatural, porque dejaron que los cantores y adoradores dirigieran a la gente armada.
No descansaron en sus propios méritos ni en los méritos de Abraham, Moisés o David. Ellos confiaron y descansaron en la interminable misericordia de YEHOVAH DIOS.
Versos del 22 al 30
Tal como YEHOVAH DIOS lo prometió, la batalla era suya y ganó la victoria a favor de Judá.
Podríamos decir que no fue su alabanza lo que ganó la batalla, más bien fue su Fe, sin embargo, su alabanza ciertamente fue evidencia de su Fe.
Cuando se creen las Palabras y las Promesas de YEHOVAH DIOS, no podemos evitar alabarle.
Esto describe como YEHOVAH DIOS puso emboscadas contra los enemigos de Judá, los incitó a pelear entre ellos para que se derrotaran entre sí y todo lo que Judá tuvo que hacer, fue recolectar el botín.
Parece que el ejército de Judá, dirigido por los adoradores que cantaban, nunca se enfrentaron con los ejércitos enemigos.
YEHOVAH DIOS les ahorró esa prueba de Fe en particular y para el momento que se encontraron con sus enemigos, ya estaban muertos y ninguno había escapado.
Ellos se habían reunido para clamar juntos a YEHOVAH DIOS por liberación, era apropiado que también se reunieran para agradecerle y bendecir Su Nombre, porque YEHOVAH DIOS les había dado gozo librándolos de sus enemigos.
La misma Victoria fue una advertencia para las naciones vecinas, le dio a Josafat y a su reino paz de todas partes.
Versos del 31 al 37
Asá fue un buen rey y su hijo Josafat siguió sus pasos haciendo lo recto ante los ojos de YEHOVAH DIOS.
Josafat no hizo todo lo que debió haber hecho como rey. Sin embargo, el Cronista parece decirnos que esto fue en mayor parte porque el pueblo aún no había enderezado su corazón el DIOS de sus padres.
Josafat fue un reformador, pero el pueblo no fue completamente reformado.
1 de Reyes 22, 48-49 nos dice que esta sociedad inicial con Ocozías rey de Israel, terminó en un desastre, cuando los buques naufragaron en Ezión-Geber.
También nos dice que después de la reprensión de Eliezer hijo de Dodava, el rey Josafat se negó a otra oferta de alianza con Ocozías, había aprendido su lección y no añadió error sobre error.
Esto podría parecer cruel de parte de YEHOVAH DIOS, pero en realidad fue misericordia. Evitó que Josafat hiciera otra alianza impía y ceder a esta tentación ya lo había lastimado antes.