Mosqueteros de Yehovah

1 Timoteo Capítulo 4

Versos del 1 al 6

Los deberes de Timoteo como pastor de la comunidad. Estos deberes pastorales de Timoteo son presentados en contraste radical con las actividades de los falsos doctores, designados con calificativos tales como: “engañosos… de doctrinas demoníacas… impostores que tienen la conciencia marcada a fuego” (vs 1-2), como delincuentes o esclavos fugitivos.

La viva conciencia que tenían las primeras comunidades de estar viviendo el final de los tiempos, hace que Pablo vea en estos individuos a los promotores de la apostasía que tenía que surgir antes de la venida definitiva de Yeshúa (2 Tesalonisenses 2, 3) y que el mismo Yeshúa había ya profetizado: “surgirán muchos falsos doctores que engañarán a muchos” (Mateo 24, 11; Marcos 13, 22).

Entre las doctrinas perniciosas, Pablo cita la prohibición del matrimonio (vs 3) y las alimenticias.

Esta filosofía en toda la variedad de manifestaciones, se infiltró insidiosamente en el pensamiento y en la praxis cristiana, fue la “bestia negra” de los primeros siglos de la Iglesia.

Contra semejantes barbaridades, Pablo apela al “sentido común” de la persona que se ha nutrido de la Palabra de Yehovah Dios que nos transmite la Biblia: “todas las criaturas de Yehovah Dios son buenas” (vs 4; Génesis 1, 31; Eclesiástico 39, 16), con tal de que sea la Palabra de Yehovah Dios y la oración las que nos indique el camino para relacionarnos con ellas.

Y dirigiéndose a Timoteo, concluye afirmando que un “buen ministro de Yeshúa Ha Mashiaj es el que se nutre con el mensaje de la Fe y la buena doctrina” (vs 6), y así la enseña y testimonia con su vida.

La mejor expresión que hoy define el ministerio de los obispos, presbíteros y diáconos es precisamente ésta: la de ser “servidores de la Palabra de Yehovah Dios”.

Versos del 7 al 16

Conducta personal de un ministro de Yehovah. Como en las exhortaciones anteriores, Pablo continúa dirigiéndose personalmente a Timoteo, pero con la intención de esbozar la figura ideal del responsable de las Iglesias locales.

Esto es aplicable a todo aquel que ejerce el ministerio de la autoridad,  que debe ser: “modelo de los creyentes en la palabra, la conducta, el amor, la fe, la pureza” (vs 12).

En esto consiste y debe consistir “el don espiritual que posees”, reconocido por todos, y hecho público y oficial “al imponerte las manos los ancianos” (vs 14), que era el símbolo ritual con que se solemnizaba la transmisión del ministerio apostólico.

Las comunidades cristianas a las que van dirigidas las “cartas pastorales” conocían muy bien la diversidad de carismas y dones con que el Ruaj Hajodesh agraciaba a los cristianos sin distinción de sexo o condición social (1 Corintios 12).

Eran dones temporales que surgían y desaparecían, pero también sabían que entre los carismas había algunos especiales, de carácter permanente, que afectaban a la existencia misma de la Iglesia: eran los carismas de la autoridad como servicio a la comunidad (Efesios 4, 11-12).

Al igual que hace Pablo en su carta a los Efesios (Efesios 4, 11), el autor dirigiéndose a Timoteo, más que referirse al carisma que éste posee, le exhorta a que toda su persona se convierta en ese don vivo para sus hermanos y hermanas en la fe.

Tan seria es esta exhortación que la salvación del responsable va vinculada a la de los subordinados: cumpliendo todo esto “se salvarán tanto tú como tus oyentes” (vs 16).

Difunde la Palabra de Yehovah No Contaminada

2 comentarios en «1 Timoteo Capítulo 4»

  1. En este capítulo se nos alerta acerca de la importancia de saber identificar los falsos pastores de los verdaderos. Se diferencian porque esos se Dejan llevar por sus seductores apetitos y rehusan el sacrificio que conlleva lBun Nueva genuina del Reino de YEHOVAH.

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  2. Vivir en la sana doctrina de Yehovah Dios nos lleva a tener una vida agradando en todo tiempo a Yehovah, haciendo lo que a él le grada y aborrecido lo que el aborrece, puesto la la piedad nos ejercita el músculo de la fe y el vivir en el espíritu podemos dar buenos frutos y abundantes, siendo testigos y testimonios suyos para la extensión de su reino.

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